Calidad Educativa

La calidad educativa.

Hablar de calidad educativa o educación de calidad no es un tema nuevo y puede ser analizado y discutido desde diferentes aristas, sin embargo, en algo se coincide: El término calidad resulta ser dinámico. Su definición varía de acuerdo al enfoque que cada uno de los involucrados le quiera dar en un momento determinado. Es válido pensar en calidad educativa en relación a la eficacia de la función social de la escuela. Considero que existen tantas definiciones de calidad educativa como intentos de estudiar el fenómeno hay. En un sentido muy estricto calidad educativa es aquella que permite a los educandos llegar a ser altamente competentes en muchas ámbitos.

Un sistema educativo es de calidad si logra sus metas y los objetivos previstos, es decir, si el alumno aprende lo que se supone que debe aprender. Pero hoy es necesario ir más allá: resulta imperativo en razón de las circunstancias actuales lograr generaciones de estudiantes muy competentes. Es primordial el desarrollo de competencias, mismas que le permitan al educando (mediante la movilización de saberes) hacer frente y salir exitoso de cualquier situación presente o futura.

Calidad educativa es proporcionar al educando los elementos necesarios, valiosos y útiles, que respondan primeramente a las expectativas de las familias y paralelamente a los requerimientos necesarios de la sociedad para formar de manera integral al alumno, es lograr profesionistas excelentes, acordes con las necesidades sociales.

El término calidad se refiere a los recursos y a los procesos. Un programa educativo de buena calidad será aquel que cuente con los recursos necesarios y sobre todo que los emplee de manera eficiente: Una buena planta física, laboratorios, instituciones formadoras de docentes que impriman ese sello de verdadero servicio en los planteles por alejados que estén, capacitación docente permanente, programas de estímulos incorruptibles, funcionarios (autoridades educativas) con gran experiencia frente a grupo y sensibles a las necesidades del magisterio.

No se puede hablar de calidad educativa si no se hace mención de las carencias que se tiene. Si se aspira a una verdadera calidad educativa desde educación básica, se requiere de un proceso más equitativo de los recursos y proporcionar apoyos adicionales a la planta docente (personal administrativo, de intendencia, psicólogos, trabajadoras sociales, etc., por ejemplo para la modalidad de telesecundaria que es donde yo trabajo). También es necesario el diseño de planes y programas de estudio innovadores, apropiadas técnicas de enseñanza; pero sobre todo… renovar la vocación del profesorado.

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