Competencia Motriz
Enviado por ilvonne • 16 de Septiembre de 2014 • 2.119 Palabras (9 Páginas) • 513 Visitas
La noción de conocimiento y competencia motriz que se ha ido presentando en los capítulos anteriores ha estado, a su vez, inspirada en las aportaciones de la Teoría del Esquema Motor (A schema theory of discrete motor skill learning) de Richard Schmidt (1975).
Basándose en los postulados de Adams (1971), Pew (1974) y Bartlett (1932), este autor trató de dar respuesta a dos de los problemas más clásicos del estudio del aprendizaje motor: el problema de la novedad y el del almacenamiento, ya que los modelos teóricos anteriores (Adams, 1971) no habían ofrecido soluciones plausibles a estas cuestiones y estaban lejanos de poder ser aplicados a los contextos pedagógicos.
Schmidt (1975) criticó las teorías que hasta ese momento trataban de explicar la adquisición motriz mediante modelos en circuito cerrado (Adams, 1971), bien fundamentadas en el control periférico-feedbacks y las correcciones derivadas, y las basadas en propuestas centralistas o basadas en la noción de programa motor (Keele, 1982) ya que no podían explicar cómo los sujetos son capaces de realizar acciones nuevas sin una práctica previa o cómo era posible almacenar tal cantidad específica de información como se proponía.
En su intento por dar vías de solución a estos problemas introdujo la noción de Programa Motor General o Generalizado (Generalized Motor Program) el cual debe ser concretado (establecimiento de sus pará-metros), y el concepto de Esquema Motor de Respuesta, considerado como la regla que gobierna dicha especificación de los parámetros de una respuesta ante una situación concreta. Es el esquema-regla de respuesta el que da flexibilidad al programa motor general (figura 2).
La noción de esquema en la teoría de Schmidt está influida por la propia noción de Bartlett (1932) sobre: esta cuestión, las ideas de Pew sobre su papel en el control motor (1974) y de Hebb (1949) sobre la equivalencia motriz.
ALGUNOS DATOS TEÓRICOS
Como expone el propio Schmidt (1975, pág. 231) la teoría del esquema surge de la necesidad de solucio-nar dos problemas inherentes a los modelos explicativos del aprendizaje motor, dichos problemas eran denominados: Problema del almacenamiento en la memoria de lo aprendido y problema de la nove-dad (the storage and novelty problems).
El problema del almacenamiento de los programas motrices en la memoria
En los modelos del control motor basados en la idea de circuito abierto (open -loop), las habilidades matrices se regulan por medio de programas matrices previamente establecidos, en los que se encuentra toda la información necesaria para que se lleven a cabo la respuestas matrices en toda su configuración espacio-temporal.
Supuestamente, bajo esta concepción cada acción reclama su propio programa motor específico y, por lo tanto, existirían tantos programas motrices almacenados en la memoria como acciones fueran posibles de ser realizadas. Del mismo modo, en los modelos periféricos o en circuito cerrado (closed-loop), las habilidades motrices se almacenan en forma de trazos perceptivos en la memoria, por lo que existirán tantos trazos como movimientos hábiles se dominan.
La propuesta de un almacenamiento ilimitado de programas matrices o trazos perceptivos en la memoria, con sus correspondientes referencias de corrección, una por movimiento aprendido, no parecía una opción teórica muy plausible ni económica aunque no se haya demostrado que no pueda ser así, y se sigan defendiendo ideas de especificidad (Logan, 1988), de ahí que ésta sea una cuestión polémica.
Representación gráfica del modelo de Schmidt (1975a)
El problema de la novedad
Este problema hacía referencia a la posibilidad manifestada en los seres humanos de poder organizar y llevar a cabo acciones motrices que previamente no hayan sido practicadas, o lo que es lo mismo, a la capacidad humana de producir movimientos nuevos.
Ya el propio Bartlett lo había considerado en sus escritos de los años 1930 cuando exponía:
“Cuando comienzo una jugada (en tenis) no produzco, en realidad algo ab-solutamente nuevo, ni• tampoco repito algo anterior. La jugada se produce literalmente basándose en los esquemas visuales y posturales que existen en ese momento y en sus interrelaciones” (Bartlett, 1932, pág. 202).
Para Bartlett dos acciones aparentemente iguales no lo son en realidad, y los seres humanos son capaces de nuevas producciones que mantienen algo de las experiencias anteriores estableciéndose algún tipo de relación entre informaciones adquiridas e informaciones nuevas.
La cuestión era conocer de dónde surge ésta posibilidad, cómo se configuran los programas motrices así como sus referencias de corrección que gobiernan esas acciones, si no han sido practicados o aprendidos previamente. La propuesta de solución de Schmidt (1975) fue su concepción esquemática del proceso de adquisición.
Esta solución supuso la introducción en el ámbito motor de nociones tales como las de Programa Motor General y de Esquema Motor de Respuesta.
DEL PROGRAMA MOTOR GENERAL AL ESQUEMA MOTOR DE RESPUESTA
La noción de programa motor es ya clásica en el estudio del control motor. Con ella se ha querido expli-car de qué manera los seres humanos son capaces de almacenar en su memoria los conjuntos organizados de órdenes necesarios para la acción, cuyo despliegue no necesita de la participación de las retroalimentaciones (tesis centralista).
Su origen se encuentra en los estudios de Lashley (1917) quién describió el comportamiento de un herido de bala en la espalda (médula espinal), el cual aun teniendo desaferenciadas las piernas debido a dicha lesión, sin embargo era capaz de andar sin graves problemas.
Esto llevó a Lashley a concluir que el movimiento preciso de una articulación puede llevarse a cabo sin necesidad de la excitación de órgano que se mueve, lo que supone una presencia previa a nivel central de un programa donde todo esté previamente establecido (Jeannerod, 1988, pág. 7).
Keele (1968), definió inicialmente este constructo como un conjunto preestructurado de órdenes musculares que ejecutan un movimiento en la ausencia del feedback periférico, para en 1982 redefinirlo como las representaciones jerárquicas de las acciones que conllevaban tanto los objetivos generales de la acción, como la selección específica de los grupos musculares necesarios.
Como el propio Schmidt expresa las explicaciones sobre la noción de programa motor oscilan entre la existencia ocasional de retroalimentaciones, pero sin su utilización, a la inexistencia
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