Compostaje

COMPOSTAJE

El compostaje se define como el proceso de descomposición biológica aeróbica de la materia orgánica, contenida en los residuos, en condiciones de temperatura, pH, aireación y humedad controladas, y que tiene como objeto su transformación en un producto orgánico utilizable para la mejora de suelos en agricultura.

El compost es el producto obtenido a partir del compostaje. La palabra compost viene del latín componere, que significa juntar o reunir. Es un material inodoro, estable y parecido al humus que no representa riesgo sanitario para el medio ambiente, natural y social. Se produce bajo condiciones controladas.

El compostaje es un elemento importante dentro de la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos. Esta producción satisface dos objetivos principales, el primero relacionado con el reciclaje, y el segundo, con el mejoramiento de los suelos.

Proceso de compostaje

Este proceso en cuatro fases, su duración aproximada es de doce meses y viene determinado por las características y capacidad de la planta de compostaje.

Fase inicial: Dura entre dos y tres días. La fracción orgánica de la recogida selectiva se la somete a la eliminación de restos de plásticos, papel, e impurezas que aún contenga. Después, se pasa, mediante maquinaria, a la etapa de desfibrilación y troceado de la materia prima. Es importante permitir que los microorganismos que van a interactuar en el proceso de compostaje tengan múltiples vías de penetración. La temperatura aumenta con rapidez debido al incremento de estos microorganismos y se sitúa en torno a los 40ºC. Durante esta fase se descomponen, gracias a las levaduras, las sustancias fácilmente degradables.

Fase termofílica: La mezcla se dispone formando pilas encima de un pavimento adecuado para la recogida de lixiviados, los cuales son utilizados para regar las pilas, consiguiendo que mantengan el grado de humedad necesario. También es importante el volteado de las pilas para mantener la oxigenación a partir de esta fase, que dura varios meses. La temperatura fluctúa entre los 40 y 80ºC.

Fase de estabilización y enfriamiento: En esta fase baja la velocidad de la descomposición. Tanto en esta fase como en la anterior, se puede añadir césped a la mezcla para acelerar los procesos de fermentación. La temperatura puede bajar de los 40ºC.

Fase de maduración: Dura entre dos y siete semanas. Una vez que el compost está a temperatura ambiente, tienen lugar las reacciones de polimerización que originan ácidos húmicos. El compost ya maduro se criba mecánicamente y después se tamiza manualmente para obtener un material final muy homogéneo y fino, con granulometrías de 2 mm y 3 mm respectivamente. El desecho vegetal que pueda quedar se retorna a la etapa inicial del proceso o se emplea como mulching para jardinería.

El producto final, verdadero compost, es aproximadamente un 20% del volumen de los residuos tratados, debido a la gran cantidad de impurezas y a la propia pérdida volumétrica del proceso.

Parámetros a controlar durante el proceso arroyo nemby, kai Puente, 3 bocas,

Las prácticas de manejo deben crear condiciones óptimas para el establecimiento y desarrollo de los microorganismos que intervienen en el compostaje. Los condicionantes que favorecen el crecimiento de los microorganismos aerobios son: Relación Carbono / Nitrógeno, Humedad, Temperatura, Oxígeno, pH, Tamaño de la partícula, grado de estabilización, tiempo, etc.

Temperatura: afecta a los valores de otros parámetros como el pH, la eliminación de patógenos, el grado de estabilización, etc. Durante la degradación de la materia orgánica la temperatura va variando en función de las reacciones biológicas que se estén produciendo. La actividad metabólica de los microorganismos además de alterar la composición química de la materia orgánica original y reducir el volumen de los residuos, aumenta la temperatura del material que se está fermentando debido a las reacciones exotérmicas del metabolismo respiratorio. Se requieren temperaturas comprendidas entre 50 y 70 °C para eliminar los patógenos e higienizar el compost.

Humedad: la calidad final del compost depende en gran medida de la humedad. Se debe mantener un grado de humedad entre 40 y 60 %. Si la humedad es superior el compostaje se lleva a cabo en un medio anaerobio; por el contrario si la humedad es inferior el proceso de descomposición se hace más lento.

Relación Carbono/Nitrógeno: debe tener un valor inicial entre 25 y 50. Este intervalo asegura la existencia de una cantidad adecuada de nitrógeno para la síntesis de las células y de carbono como fuente de energía. Si la relación C/N es más baja se emite amoniaco y si es más alta, el nitrógeno puede ser un nutriente limitante.

Tamaño de partículas: para reducir la irregularidad de los distintos componentes y conseguir un tamaño de partículas inferior a 5 cm., se lo somete a trituración antes del proceso de fermentación.

Población microbiana: las bacterias responsables de la fermentación se encuentran en los residuos y en los vertederos en número suficiente. Sin embargo, puede adicionarse un volumen de cultivo microbiano grande para conseguir que el periodo de descomposición se reduzca.

pH: el valor de este parámetro varía con el tiempo durante el proceso de compostaje. El pH inicial debe ser entre 5 y 7. Si no es así, es necesario añadir acidificantes o alcalinizantes. En los primeros días del proceso, el pH puede tener un valor inferior a 5 debido a la formación de ácidos; después de tres días empieza la etapa termofílica y el pH empieza a subir hasta 8,5, valor que se mantiene durante todo el proceso. En el compost maduro el pH llega a 7. Si el grado de aireación no es adecuado el pH disminuye hasta 4,5 y se retrasa el proceso de compostaje.

Aireación: la mineralización y cantidad de compuestos húmicos aumentan con la buena aireación. El nivel óptimo de oxígeno está entre 15 y 20 % en volumen. Para mantener estos valores se debe ventilar adecuadamente el compost. Los residuos frescos necesitan 284 mm3/gr/hora y los que están en fase de estabilización 9 mm3/gr/hora.

Control de microorganismos patógenos: la destrucción de estos microorganismos es muy importante en el proceso, porque afecta al perfil de temperatura y aireación. La mortalidad de los patógenos está en función del tiempo y la temperatura. Por ejemplo, la Salmonella puede ser destruida en 15 ó 20 minutos a 60 °C o en una hora a 55 °C. Se pueden eliminar todos los patógenos dejando que el compost esté a 70 °C entre una y dos horas.

Grado de estabilización: sólo el compost maduro es adecuado para abono. Se alcanza después de llegar a los 70°C y descender hasta los 40 ó 50°C, con una relación C/N

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