Condiciones higienico sanitarias en la Cárcel

Percepción por parte de los Internos sobre las Condiciones Higiénico sanitarias del Establecimiento Penitenciario de Media Seguridad Carcelaria de Medellín, 2015

1. Planteamiento del problema

1. Antecedentes históricos

Un factor importante para la preservación de la salud en las personas es el suministro de agua suficiente para beber, preparar alimentos, lavar utensilios, efectuar las tareas de higiene personal, así la evacuación de las aguas residuales  y realizar tareas de limpieza, pues estos ayudan a prevenir la transmisión de enfermedades relacionadas con el agua, la falta de higiene y saneamiento y reducir el riesgo de epidemias en enfermedades infecciosas como (1):

Diarrea: se dice que  cada año se dan alrededor de  4.000 millones de casos en el mundo, constituyendo en la enfermedad relacionada con el agua y saneamiento con mayor relevancia en el campo de la salud pública, que teniendo hábitos higiénicos como el lavarse las manos, así como el acceso a instalaciones sanitarias adecuadas se reducirían a un tercio los casos de diarrea en el mundo, según los datos de United Nations International Children’s Emergency Fund(Unicef).

El cólera: que en el año 2002, se registraron más de 120.000 casos en todo el mundo

Los parásitos intestinales: los cuales afectana personas al entrar en contacto con heces fecales, éstos afectan a más del 10% de las personas en países en vía de desarrollo, un efecto de estos  parásitos es que pueden causar desnutrición y  anemia al contraerlos.

Paludismo, producida por cierto tipo de mosquitos que hacen su nicho en aguas estancadas producidas por desagües deficientes. De esta enfermedad se registra cada año entre 300 millones y 500 millones de casos a nivel mundial, causando la muerte de un millón de personas especialmente en niños.

Tracoma, causa de los malos hábitos higiénicos debidos a la falta de un suministro de agua adecuado y el acceso a condiciones poco saludables de saneamiento ambiental, en el día de hoy, se registra que unos seis millones de personas sufren de ceguera por causade esta enfermedad, que al tener un  abastecimiento de agua pura podría reducir en 25% las tasas de infección(2).

Ahora, en el caso de las cárceles resulta un desafío lograr un sistema de saneamiento básico eficaz, debido a su complejidad tanto en su infraestructura, administración y contexto social. La degradación de los ambiente internos promueve inadecuadas condiciones higiénico-sanitarias, lo que favorece la trasmisión de enfermedades ya mencionadas, así como el VIH-SIDA y la tuberculosis, o padecimientos como hepatitis C, las enfermedades psiquiátricas y las drogodependencias se agraven o complejizan el panorama sanitario interno(1).

Los centros penitenciarios durante las últimas décadas han vuelto a ser objeto de muchas miradas debido al incremento de las denuncias por las condiciones precarias en las que se encuentran las personas privadas de su libertad.

Se ha comprobado las graves deficiencias en materia de sanidad y servicios de salud en todas las cárceles y penitenciarías del país, como la insalubridad y sumado a esto la inadecuada atención médica, que con frecuencia impiden responder a las necesidades básicas de salud de las personas privadas de su libertad y obstaculizan o impiden una respuesta adecuada a la situación precaria de salud generada por el hacinamiento y la insalubridad(3).

El Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente (ILANUD), ha informado que entre los años  1992 y 2011 en la mayoría de países se ha triplicado el número de presos(4), dejando como consecuencia una sobrepoblación en las prisiones convirtiéndose en foco de enfermedades infecciones y en un escenario que va en contra de los derechos humanos. Así mismo, La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico  (OCDE) ha declarado que en los últimos 15 años ha aumentado la población carcelaria excediendo la capacidad física de los centros penitenciarios, esto se debe en gran manera al aumento de criminalidad en las sociedades, y el incremento de leyes que luchan en contra de las acciones al margen de la ley(5); Sumado a esto la estructura física en muchos de los centros penitenciarios no es ideal y no cumple con las normas y directrices establecidas por las leyes nacionales e internacionales(6), la mayoría de éstas fueron construidas inicialmente con otro fin, lo que hace que el tema de hacinamiento se agrave,además la carga de enfermedad de los presos, el desequilibrio entre oferta y demanda sanitaria y la carencia de políticas y recursos estatales que promuevan el desarrollo de una infraestructura sanitaria adecuada.

El mayor número de población reclusa se localiza en Asia con el 36.6%, seguido por América con el 36.2% y Europa con el 16.6%(7).

En América Latina la situación penitenciaria es muy grave, el incremento de homicidios, suicidios, robos, delincuencia y propagación de enfermedades dentro de las cárceles es preocupante.

Lamentablemente en América no se cuenta con un sistema de información referente a la situación real de las condiciones de salud en las prisiones lo que hace que sea difícil conocer la cifra exacta de enfermedades infecciosas que allí se presentan.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) realizó dos encuestas sobre la situación de la tuberculosis en los sistemas penitenciarios en varios países de América Latina, para los años 2003 y 2007teniendo como resultado que los países más afectados por la Tuberculosis en las cárceles son Bolivia y Perú(8).

Por su parte, Venezuela enfrenta graves problemas en su sistema penitenciario, entre los cuales se destaca el estado precario de los penales, el hacinamiento y la presencia de armas al interior de las prisiones.

En investigaciones realizadas en 8.232 internos de las cárceles de Venezuela entre los años 2001 a 2003, se encontraron como principales causas de consulta las siguientes patologías: “enfermedades de la piel (53%) tales como micosis, dermatitis, y escabiosis, entre otras; gastroenterológicas (12%); quirúrgicas (10%); enfermedades respiratorias (9%) e infecciones de transmisión sexual (8%), cuadros que en general, suelen ser más frecuentes entre los reclusos que en el resto de la población”(9).

En Brasil “el sistema penitenciario está al borde del colapso total”(10), así lo declaró el Presidente de la Corte Suprema Federal brasileña, en el 12º Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Justicia Penal celebrado en Salvador, entre los problemas que enfrentan los centros penitenciarios se destaca el hacinamiento; para el año 2009, las cárceles de Brasil habían superado su capacidad en (al menos) 139 mil reclusos, para quienes no hay espacio físico.

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