Criminologia Critica Y Control Social
Enviado por vicsal2807 • 11 de Octubre de 2014 • 7.354 Palabras (30 Páginas) • 404 Visitas
CRIMINOLOGÍA CRÍTICA Y CONTROL SOCIAL
“EL PODER PUNITIVO DEL ESTADO”.
El fracaso de la criminología:
Se ha hablado mucho acerca de una crisis en la criminología radical; la verdad es que la crisis está en la corriente principal o hegemónica de la disciplina. Irónicamente, fue esta profunda crisis y las soluciones a la misma -tema principal en la agenda de la nueva criminología- lo que dio origen a la criminología radical.
Si ha habido, en alguna medida, una falta de éxito por parte de la criminología radical, ésta ha sido su fracaso en rescatar a la criminología hegemónica del caos conceptual en el que crecientemente iba cayendo.
La crisis etiológica y el fracaso del positivismo la criminología hegemónica de los Estados Unidos (EE.UU.) y Gran Bretaña (GB) durante los sesentas -período que experimentó de manera más traumática la crisis etiológica y que fue heraldo del nacimiento de la nueva teoría de la desviación, por ende. De la criminología radical. La corriente hegemónica de la criminología británica, como Stan Cohen (1981) detalla en su corta historia, estuvo caracterizada por el pragmatismo, por una aproximación multidisciplinaria ecléctica, por el correccionalismo y por el positivismo. Dicho positivismo era profundamente a teórico, un producto de la cultura intelectual británica en general (ver Anderson, 1968) formada en el molde social-demócrata; aquél se estableció, intransigentemente, en contra de la esfera clasicista de la profesión legal.
En los EE.UU., la crisis etiológica fue aún más anómala y amenazante para el positivismo. No sólo porque el delito llevaba el mismo paso ascendente del consumo -fue mucho más una amenaza real que en cualquier otro sitio del Mundo Occidental-. Los delitos callejeros se tornaron el temor número uno del público americano y la criminología del establishment pareció haber dado pocas advertencias al respecto, que pudieran haber estado dirigidas a detener efectivamente esta tendencia. Pero, así como la criminología ortodoxa fracasó al explicar el alcance, distribución y cambio en los índices oficiales del delito, la penología del establishment fracasó plenamente en controlar el delito y rehabilitar. Los delitos se incrementaron al mismo tiempo que los índices de reincidencia provenientes de las prisiones.
El idealismo de izquierda: la pérdida de una criminología
Es suficiente decir que los principios del idealismo de izquierda son simples y familiares para todos nosotros. El delito es visto ocurriendo entre gente de clase trabajadora como resultado inevitable de su pobreza, el delincuente observa a través de la naturaleza injusta de la sociedad actual y el delito mismo es un intento -aunque torpe y mal intencionado- de restablecer el equilibrio. No hay necesidad de complejas explicaciones acerca del delito de la clase trabajadora. Sus causas son obvias y culpar al pobre por su criminalidad es culpar a la víctima, es señalar acusaciones morales a aquellos, cuyas propias acciones son resultado de sus turgentes desventajas sociales, siendo (éstos) bajas de la sociedad.
Si es que las causas del delito de la clase trabajadora son, obviamente, la pobreza; las causas del delito de la clase alta son igualmente obvias: la natural codicia y la persecución del poder por parte de los poderosos como promulgadores de los dictados del capital. Dentro de este contexto, el derecho penal es una expresión directa de la clase dirigente; interesada en la protección de sus propiedades y la consolidación de su poder político. La función "real" de la actividad policial es política más que -per se-de controlar el delito; es el orden social más que el control del delito la razón de ser de la policía.
Adaptando: la pérdida del pasado
Necesitamos desarrollar algo más que una "nueva crimino-logia", que tome muchas de las formas y métodos de la "vieja"... En pocas palabras, necesitamos olvidarla "criminología" tal como la hemos conocido en su totalidad.
"La Nueva Criminología", que pareció abrir nuevas perspectivas en el debate criminológico es sólo parte del desarrollo histórico de la ciencia Burguesa diseñada para asegurar la posición de la clase dirigente. El idealismo de izquierda pretendió un cambio de paradigma de tal magnitud que muchos de los hallazgos de la vieja criminología fueron descartados como insuficientes para cumplimentar las nuevas exigencias marxistas. Si una teoría no tenía la concepción correcta acerca de la naturaleza humana en el orden social, no era posible aprender de sus hallazgos.
El proceso de excavación, el re-descubrimiento del pasado de la criminología fue, de esta manera, interrumpido. La adaptación es de particular importancia como que, de hecho, constituyó un retroceso en la pequeña criminología marxista. Dentro de la teoría clásica marxista hay un pequeño escrito valioso acerca del delito. Aparte de algunos artículos de Marx, extremadamente positivistas publicados en New York Daily Tribune, sobre los cuales existen dudas acerca de si, en realidad, fueron escritos por Marx (o Engels, debido al tema), que contienen unos pocos comentarios despreciativos de él hacia el lumpen-proletariado y un cínico chiste acerca de la función del delincuente para con la policía, los verdugos, los cerrajeros, etc. Y Engels, pese a una interesante discusión sobre el delito en The Condition of the Working Class in England in 1844, se las arregla para ser tanto totalmente positivista, corno extremadamente idealista acerca del delito en distintas partes del mismo libro.
El estructural-funcionalismo y la teoría de la subcultura fueron un punto elevado de la teoría criminológica. El uso del concepto de privación relativa fue desarrollado en orden de hacer frente a la crisis etiológica; hubo un intento de unir los niveles macro y micro de análisis; la distinción entre desviación individual y colectiva fue hecha y fueron desarrolladas las bases de un programa para ocuparse de la delincuencia a través de una intervención social a gran escala de problemas teóricos fueron salvados y, realizados los intentos de solución, por ejemplo, el problema de reconciliar la diversidad cultural y el desorden (Valentine, 1968); el reconocimiento de la posición diferente de la mujer en la teoría de la subcultura (Ward y Kassebaum, 1966) y el problema del grado de adhesión a los valores desviados.
Seguir dando vueltas en círculo: la pérdida de la desorganización
Voluntarismo y determinismo, romanticismo y patología. Estas alternativas devienen invertidas en el proceso de crítica. Así, la criminología radical con sus raíces en el voluntarismo propio de la teoría del etiquetamiento y de la Nueva Izquierda,
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