Curso Etica Judicial

Curso de Ética

PRESENTACIÓN

En el tiempo actual, las relaciones sociales son cada vez más complejas debido a la diversidad y pluralidad que nos caracteriza. Esto nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de reforzar un conjunto de valores que proteja los derechos fundamentales y garantice el respeto y la dignidad de cada uno de los individuos para mejorar la convivencia humana.

El impulsar un espacio para reforzar y reflexionar sobre el ejercicio de valores y actitudes como la honestidad, la responsabilidad, la tolerancia y el diálogo, nos permite contribuir a generar una convivencia respetuosa, valorando la diversidad de nuestro entorno profesional y laboral.

Por el hecho de laborar en una institución pública, cada uno de los funcionarios tiene el compromiso de asumir estos valores y actitudes en las situaciones a las que se enfrenta día a día, tomando decisiones con responsabilidad y apego a la justicia, para que ello les permita ser partícipes de una sociedad justa y equitativa en la que prevalezca el respeto hacia uno mismo y hacia los demás.

Desde esta perspectiva se propone la creación de un curso de Ética en donde los participantes puedan expresar sus juicios de valores frente a situaciones específicas, por lo que para el diseño del programa, los contenidos se seleccionaron de tal forma que se permita a cada uno de los integrantes la reflexión sobre su responsabilidad de asumir o no, conductas éticas en la toma de decisiones dentro de su entorno laboral.

PROPÓSITO

Reforzar la imagen de honradez y transparencia como conductas básicas de los Servidores Públicos del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, así como reconocer la importancia de fomentar las conductas éticas en los entornos en los cuales nos desenvolvemos tanto en el ámbito social y profesional, tal como lo demandan los tiempos y la sociedad actual.

OBJETIVO GENERAL

Los participantes reconocerán los principios de conducta ética profesional en su lugar de trabajo, reflexionando sobre su responsabilidad en la toma de decisiones.

1. Ética y Moral

OBJETIVO PARTICULAR

El participante definirá y distinguirá los conceptos de ética y moral.

1.1 DEFINICIÓN DE ÉTICA.

La ética es el conjunto de principios y normas que conducen las actividades humanas para la recta razón.

Es parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones que rigen el comportamiento del hombre en la sociedad. Aristóteles dio una versión sistemática de la ética, en donde la consideró como temperamento, carácter, hábito, modo de ser.

En el habla corriente, ética y moral se manejan de manera ambivalente, es decir, con igual significado.

La conducta ética, o la corrupta, es fruto de un complejo proceso de toma de decisión en el que influyen múltiples variables. Entre éstas en el proceso cognitivo influyen individuales, como la autoestima, la edad, el género, y variables del medio ambiente, como los esfuerzos organizativos, así como la cultura administrativa o los estándares profesionales. En la gestión pública, la toma de decisiones también es afectada por la legitimidad, credibilidad y legalidad del régimen en el que se vive, así como por la cultura cívica en la que se está socializado. Hablar de la ética de la modernidad, es abordar el conocimiento de la persona, es relacionar el ser y el deber ser. El bien se conoce por las consecuencias de la acción, lo bueno y lo malo son simplemente diferencias emocionales y los desacuerdos éticos son debido a diferencias de intereses y preferencias.

Los valores son básicos para una armónica convivencia, que sólo es posible con valores más avanzados y adecuados a la época que estamos viviendo.

De acuerdo con el maestro Fernando Savater, podemos clasificar la ética de la manera siguiente:

La ética de mínimos o la capacidad de establecer mínimos socialmente aceptables con el personal humanos para el buen funcionamiento de la organización.

Cuando se habla de niveles de moralidad habitualmente se hace referencia a la ética de máximos y a la ética de mínimos. La ética de máximos propone alcanzar la felicidad. La mayoría de las éticas religiosas y algunas éticas de gran contenido milenarista son de máximos y por consiguiente traen una serie de propuestas sobre cómo ser feliz. La ética de mínimos es mucho más experimentada, más necesaria si se quiere, porque es una ética cívica que busca establecer pautas para armonizar las diversas búsquedas de felicidad en cualquier sociedad. No propone formas para alcanzar la felicidad sino un conjunto de requisitos mínimos que cada cual debe respetar para que pueda buscar su felicidad.

1.2 DEFINICIÓN DE MORAL.

La moral se relaciona con el concepto de lo bueno y lo malo, de lo que uno debe o no debe hacer y está muy ligada a las costumbres, lo que permite deducir que la moral no es una (permanente), sino muchas (variables). En otras palabras, dado que la costumbre es cambiante, la moral también lo es, como dice Jean-François Malherbe, la moral es relativa a la sociedad y a la época, es decir, es cambiante. Ejemplo de ello es la antropofagia que era costumbre entre los caníbales o el aborto que era aceptado en países comunistas. En ambos casos esos actos eran lícitos moralmente para quienes los ejecutaban, porque la costumbre así lo imponía, pero eran susceptibles de cuestionamiento ético. ¿Quién puede decir que posee la verdad? ¿Quién dicta las leyes de moral?, ¿Quién determina lo que es bueno o malo?

Cuando se afirma que lo moral se identifica con el obrar bien, surge la pregunta ¿y qué es obrar bien?, cuya respuesta no es fácil de dar y si se da es probable que no sea aceptada por todos. En efecto, lo "bueno" y lo "malo" siempre han dividido a la humanidad.

El acto moral aspira a ser un acto valioso moralmente, y lo es justamente en cuanto lo consideramos "bueno", es decir, encarnado o plasmado en el valor de la Bondad. Pero, ¿Qué es lo Bueno? Al responder la mayoría de los tratadistas morales refieren a lo bueno en todo lugar y tiempo, en todas las circunstancias, en cualquiera que sea el acto moral de que se trate o situación en que éste se efectúe. Malo se usa para calificar los actos "morales" de signo opuesto. José Luis Pinillos (filósofo y psicólogo español): afirma que si un hombre no tiene conciencia no está obligado a ser responsable por sus actos, ya que no se da cuenta de ellos, es decir, obré de acuerdo con mi conciencia.

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