¿Cómo Cambiar La Supervisión De La Práctica Docente?
Enviado por crixusbebe • 3 de Marzo de 2013 • 3.944 Palabras (16 Páginas) • 360 Visitas
¿Cómo cambiar la supervisión de la práctica docente?
Estudio realizado en los siguientes municipios del área metropolitana García, Monterrey y Guadalupe.
INTRODUCION
Desde hace más de una década, la educación básica en nuestro país se ha visto sometida a un proceso de reforma que aún no concluye. De dicha reforma dan cuenta las diversas estrategias y acciones puestas en marcha, especialmente a raíz de la firma del Acuerdo Nacional de Modernización de la Educación Básica (ANMEB), en el año 1993. En los diferentes programas de política educativa que han existido desde entonces, las demandas con respecto a la necesidad de transformar el sistema educativo y las escuelas se han venido explicitando y reiterando de diferentes maneras. Por ejemplo, el Programa de Desarrollo Educativo (PDE) 1995-2000 señala la necesidad de adoptar un nuevo marco de gestión en las escuelas, lo cual requiere de la construcción de una nueva identidad de las figuras directivas y de supervisión, estrechamente vinculada a una mayor capacidad de liderazgo académico para estar en condición de cumplir con las siguientes funciones:
• Contribuir a mejorar continuamente el desarrollo educativo.
*Contribuir a mejorar continuamente el desarrollo educativo
*Corregir factores que limitan el desarrollo escolar.
• Reforzar los factores que alientan el desarrollo escolar.Fortalecer el trabajo docente.
• Fortalecer la capacidad para tomar decisiones tanto pedagógicas como organizativas en forma colegiada.
• Promover la participación y el compromiso de los diferentes sectores que componen la comunidad escolar con las tareas educativas y el logro de los objetivos que tiene encomendados como una responsabilidad de todos.
En el Programa Nacional de Educación (PRONAE) 2001-2006, se retoma esta inquietud y se incluye todo un apartado sobre la transformación del sistema educativo. No obstante, el nuevo esquema institucional que se pretende impulsar y sobre el que tanto se insiste, únicamente tendrá sentido si se permite y promueve decididamente el ejercicio de una mayor autonomía en las escuelas y por supuesto, si tiene lugar un cambio radical en las funciones de directores y supervisores, en el entendido de que estos cargos directivos, en lugar de ser un paso más dentro de una carrera ascendente, deben ser ocupados por profesionales que cubran un determinado perfil y que tengan un desempeño profesional congruente con una posición moral, intelectual y funcional a favor del logro de aprendizajes significativos por parte de los alumnos; más que meros administradores o controladores, se requiere de supervisores capaces de coordinar y transmitir a los demás la necesidad de organizar el trabajo escolar como una responsabilidad compartida en todas las dimensiones básicas que dan sentido a la escuela como organización (Pozner, 1995; Antúnez, 1994), colocando en primer término la dimensión pedagógica como sustantiva y primordial.
Ante las demandas de transformación que se le plantean actualmente a la escuela, las necesidades
PROBLEMA
Se exponen aquí un conjunto de reflexiones acerca de las las dificultades que los supervisores enfrentan en su práctica cotidiana para cumplir con este importante papel y los principales aspectos a considerar en las propuestas de formación, si lo que se pretende es transitar de un rol basado en el control a otro radicalmente distinto, basado en el apoyo a los procesos de aprendizaje en el aula y en el trabajo pedagógico con las escuelas, directores y maestros como su principal foco de atención para contribuir a mejorar la enseñanza y los aprendizajes de los alumnos
Ante las demandas de transformación que se le plantean actualmente a la escuela, las necesidades de formación de los supervisores son múltiples y apremiantes, la trascendencia que se espera tenga su labor directamente en las escuelas, obliga a detenerse a pensar en las características de su formación, misma que requiere orientarse ineludiblemente hacia la comprensión y reflexión sobre las prácticas de gestión, así como hacia la definición de estrategias y acciones concretas que posibiliten la construcción de un nuevo esquema institucional dinámico y flexible, que impacte realmente en la escuela y dé lugar a la transformación de las mismas.
Sin embargo, los mismos supervisores reconocen que en la realidad cotidiana enfrentan múltiples dificultades para orientar su práctica en la dirección antes mencionada.1} Entre tales dificultades destacan las siguientes:
— No se proporciona atención diversificada y pertinente de acuerdo con las especificidades de las escuelas.
— La supervisión se lleva a cabo de forma tradicional, centrada en el control.
— Durante las visitas de supervisión a las escuelas se dificulta llevar a cabo el análisis y síntesis de las situaciones observadas.
— Se desconfía de la capacidad de directores y docentes para tomar decisiones, obstaculizando el despliegue de su capacidad creadora.
— El trabajo colegiado es insuficiente, dificultándose la integración de equipos de trabajo así como llevar el análisis y reflexión permanentes a reuniones de Consejo Técnico de Zona (CTC).
— Las funciones de supervisión se dispersan y falta tiempo para visitar las escuelas, por dificultades de organización en la jornada de trabajo de los supervisores.
— La comunicación no siempre es clara, la información a las escuelas llega tarde y/o incompleta, convirtiéndose en un instrumento de poder.
— Falta un conocimiento profundo de planes y programas de estudio, un manejo teórico suficiente y elementos metodológicos para evaluar la intervención pedagógica, transmitir conocimientos, explicar, asesorar y hacer reflexionar al personal directivo y docente sobre su propia práctica.
— Las estrategias de supervisión no siempre son las más adecuadas para sensibilizar y orientar al docente, especialmente en lo referente al trabajo en el aula.
— No se evalúa regularmente el impacto del trabajo de supervisión, falta seguimiento y sistematización del mismo.
— Se exige a otros el cumplimiento de normas y reglamentos pero se llega a dar el caso de que las que regulan la propia función no se respetan.
— La carga administrativa es excesiva.
— La asesoría y apoyo que se proporciona a las escuelas es insuficiente y en ocasiones no responde a las necesidades de directores y docentes.
— Existe resistencia al cambio.
OBJETIVO.
Establecer evidencias que garanticen que el proceso de enseñanza – aprendizaje se realice en forma óptima, según lo establecido como obligatorio en los programas de las asignaturas del plan de estudio,
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