Cómo Gestionar Ambientes De Aprendizaje De Forma Exitosa

En Colombia, pasarán muchos años antes que se puedan dar unos verdaderos ambientes de aprendizaje en el aula, en especial en el sector oficial; así se haya implementado la reforma educativa, basada en competencias; aún el docente es quien manda en la clase y el alumno o alumna es quien presta atención de manera casi siempre pasiva, sin motivación y muchas veces sin entender lo que se supone se esta aprendiendo. En un ambiente de aprendizaje adecuado, los involucrados activos y participativos deben ser los protagonistas tanto los maestros como los estudiantes; para que así se pueda dar la interrelación y la interactividad.

Ahora bien, para que los estudiantes sean conscientes de su propio compromiso de interactuar para aprender a aprender, son ellos los que deben tener un rol específico de acción, en el aula donde exista una interacción y comunicación asertiva entre maestro y estudiante, para poder comprender y transformar el conocimiento en aprendizaje significativo, permitiéndoles plantear y resolver nuevas alternativas de situación o problema.

En el presente ensayo, se aborda de manera sucinta, la pregunta en cuestión sobre lo que debe tener en cuenta un profesor para gestionar ambientes de aprendizaje de manera exitosa, con base en las lecturas sugeridas y otras fuentes de consulta. Finalmente como conclusión establezco algunos puntos de los planteamientos teóricos consultados y mi reflexión de los que se debiese dar para generar ambientes de aprendizaje efectivo y eficaz.

¿Qué debo tener en cuenta como profesor para gestionar ambientes de aprendizaje de manera exitosa?

Los ambientes de aprendizaje o ambientes educativos, son los escenarios bajo condiciones favorables de aprendizaje, y éste debe ser cambiante, dinámico y vivencial, para que de ésta manera incidan en el comportamiento del educando y así pueda aprender de manera eficaz; proyectando lugares donde él, puedan jugar, vivir, encontrarse y a la vez pueda explorar, realizando actividades de forma independiente y autónoma. Es por esto, que un maestro debe tener en cuenta, los siguientes elementos, para gestionar condiciones favorables de aprendizaje:

1. La disposición y organización del aula: Es vital considerar la distribución del mobiliario, el espacio, pues estos elementos ayudan a las relaciones interpersonales que se propician en el aula, favorecen la construcción del conocimiento e igualmente cooperan al éxito de las situaciones de aprendizaje y por ende las relaciones sociales.

Según Loughlin y Suina, el maestro tiene cuatro tareas principales a la hora de adecuar el entorno de aprendizaje:

Organización espacial: La disposición de los muebles de manera estratégica dentro del aula, favorece el movimiento y las conductas físicas del alumno en el entorno.

Dotación: Cuando el docente elabora material en compañía de los alumnos o padres de familia, puede clasificar y seleccionar de acuerdo a las áreas específicas, para luego introducirlos en el momento indicado, ayudando a que el escolar comprenda de manera más fácil y de manera significativa los procesos de aprendizaje, para su vida.

Disposición de los materiales: al exponer los diferentes materiales en el aula, de manera práctica y llamativa, ayuda al estudiante, a estar más motivado y por consiguiente más compromiso por las actividades y tareas a realizar.

Organización para propósitos especiales: De acuerdo a las diferentes necesidades y propósitos especiales, del educando, este espacio se puede dar por rincones que organizan el material, rincones de explorar y rincones de trabajo autónomo.

2. La comunicación en las relaciones interpersonales: Mediante la comunicación los alumnos y alumnas, pueden intercambiar experiencias, ideas, transmitir sentimientos y actitudes; desde el momento del nacimiento y a lo largo de la vida, las relaciones interpersonales y de comunicación, van de la mano, por la condición de ser social.

En el aula, se deben fomentar las relaciones en grupo y colaborativas, para facilitar el intercambio de ideas, de manera afectiva y oportuna, dando la posibilidad de que el alumno sea competente en el desempeño de sus relaciones interpersonales.

3. Las emociones de los alumnos y alumnas: Es necesario crear en el aula, un ambiente positivo, para que se sientan seguros y de esta manera puedan desarrollar y potenciar sus habilidades de liderazgo, las capacidades emocionales y sociales.

Goleman partió de la definición de inteligencia emocional (IE) que los psicólogos de la Universidad de Yale Peter Salovey y John Mayers formularon en los años noventa: La inteligencia emocional implica la habilidad de percibir, valorar y expresar las emociones de forma precisa; la habilidad de acceder y/o generar sentimientos cuando éstos contribuyen al pensamiento; la habilidad de entender la emoción y el saber emocional; y la habilidad de regular las emociones para fomentar el crecimiento emocional e intelectual.

Es importante aprender a controlar y compartir las emociones desde edades tempranas, para poder alcanzar

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