Desarrollo Competente Mediante Instrucciones

DESARROLLO COMPETENTE MEDIANTE LAS INSTRUCCIONES.

CAPITULO I. COMPETENCIAS DIDÁCTICAS ANTE EL GRUPO

Durante la semana de observación y práctica docente, del 23 al 27 de abril del 2012, en la escuela primaria federal “Mariano Matamoros”, es inevitable decir que no fue enriquecedora la experiencia ganada como “Cuando uno piensa en el lugar de trabajo de un maestro, inmediatamente surge en la mente una escuela, un edificio, escolar” (Carvajal, 1997:15), se concretaran muchos momentos vividos, habilidades, conocimientos y actitudes que fui ganando durante el desarrollo de cada clases.

Teniendo en cuenta las dificultades que se presentan al educar a los alumnos; se afirma que para implementar el proceso de enseñanza-aprendizaje algo fácil y divertida para los niños; se debe de tomar en cuenta las habilidades, destrezas y actitudes que ayuden a formalizar en los educandos el gusto por la enseñanza.

Además de esto, se requiere una buena preparación por parte del maestro; en donde se demuestre la importancia que tiene para éste, el trasmitir adecuadamente los contenidos, brindando una educación de calidad en donde los infantes se sientan seguros y animados a seguir aprendiendo en el aula.

El catedrático ha de ser capaz de aportar al alumno nuevas enseñanzas por diferentes medios, empleando su expresión verbal y escrita, tomando en cuenta los conocimientos que se ya se poseen acerca del grupo; para adaptar estrategias que favorezcan el buen desempeño de este mismo. “El progreso de los alumnos es evidente cuando los maestros son sensibles a las diferencias en el estilo de aprendizaje de los alumnos y cuando identifican y utilizan estrategias adecuadas” (Sammons, 1998:45).

Las técnicas verbales o escritas son empleadas constantemente a lo largo de cada una de las jornadas escolares pero, se afirma que, gracias a las posibles visitas a las escuelas, la estrategia más utilizada con eficacia es la verbal; siendo esta la mejor comprendida por los infantes en su momento de mención.

“Pero este dominio de la lengua es algo más que una capacidad individual: se trata de una competencia social. El lenguaje del profesor debe hacer posible la comunicación y tiene que llegar al alumno. Lo logrará cuando pueda despertar en el espíritu del niño un eco que se basa en la socialización de dos instrumentos….de sentimientos y de actitudes respecto a unos valores.” (Aebli, 95:28)

La gran importancia de la capacidad de comunicación con los alumnos se dio a relucir durante la semana de jornada ya que, careciendo de ella, la eficacia de la enseñanza se encontraría incompleta.

Como antes se plasmo, todas las estrategias o técnicas usadas para la trasmisión de nuevos conocimientos dentro del salón de clases, se encuentran de la mano; en este caso, la comunicación que se establece entre el maestro-alumnos es de suma importancia para el proceso de aprendizaje.

Entonces es así como se confirmar que el maestro debe de poseer un lenguaje adaptado a las diversas circunstancias que presentan los alumnos; siendo este de manera modulada para cada situaciones y contenidos; haciendo fácil la adquisición de los nuevos conocimientos.

Tenemos que tomar en cuenta el valor del habla, puesto que todo lo mencionado dentro y fuera del salón de clases, tiene una repercusión buena o mala en los educandos. “El profesor ha de ser profundamente capaz de acción. “Práctico”, decir que no solamente debe de saber hablar acerca de los actos de las personas, sino ser capaz él mismo de actuar, prácticamente. Hablando, escribiendo, dibujando, tocando un instrumento, manejando pincel, el destornillador.” (Aebli, 95:28)

Y, es de esta forma que lo expresado se lleva a la práctica mediante lo escrito. La escritura es otra de las múltiples técnicas que se emplean con frecuencia en las clases; es donde los alumnos tienden a ver su grado de aprendizaje, plasmando lo visto o construyendo su propio aprendizaje con ayuda del catedrático; siendo el modo más fácil de concretar un conocimiento o aprendizaje (Ver Anexo 1)

Nuestra preparación como futuros docentes emana la posibilidad de enfrentarnos a situaciones en donde pongamos en práctica lo aprendido de manera teórica; para llevar dichos conocimientos a las aulas y emplearlo; otorgando a nuestros infantes una educación de calidad, en donde se goce el placer de estudiar, creando en ellos tal ámbito

“El profesor ha de tener ojos para ver y oídos para oír, que tiene que ser él mismo capaz de ver ¨algo ¨ en un objeto, en un cuadro de oír ¨algo¨ en una partitura musical si quiere abrir los ojos y los oídos de los alumnos para la configuración interior, la construcción y el funcionamiento de un fenómeno de la naturaleza o de la cultura” (Aebli, 95: 28)

CAPITULO II. DESARROLLO ESTABLE DE LA CLASE MEDIANTE LAS INSTRUCCIONES.

¿Cuál es el punto de partida para iniciar con una clase?, ¿Qué se debe de mencionar antes y después de darles a conocer la actividades?

Éstas y muchas preguntas más, presentadas día con día, suelen ser resueltas conforme a lo mencionado en las INSTRUCCIONES.

Las instrucciones son una etapa indispensable de cada contenido a ser abordado, presentes en sus inicios.

Teniendo una buena y clara expresión de éstas mismas, obtendremos un adecuado desarrollo de las actividades. Se cree, a la vez, algo inapropiado el mencionarles a los alumnos muchas instrucciones a la vez; ya que se tiene como consecuencias confusiones o entendimientos equívocos; se recomienda ir expresándolas paso por paso, en un tiempo debido. Es en este momento donde se le dan a conocer los objetivos a los que se pretenden llegar y/o establecer. ¨La tarea del maestro es conseguir que el mensaje llegue lo más claramente posible y de forma que provoquen una respuesta por parte de los niños y les ayude a equipar lo que se dice con lo que ya sabe¨ (Dean,93:80)

Para asegurar que una clase se esté trabajando conforme a lo establecido en el plan; uno de los aspectos que nunca se debe de olvidar es captar la atención de los niños durante todo el trascurso del contenido; siendo de útil ayuda para evitar factores negativos como la indisciplina, desorden o malos entendimientos del aprendizaje que se espera trasferir a los educandos. (Ver Anexo 2)

“El progreso de los alumnos es evidenciado cuando los maestros son sensibles a las diferencias en el estilo de aprendizaje de los alumnos, y cuando identifican y utilizan estrategias adecuadas” (Sammons, 98)

Como ya tenemos conciencia de los comportamientos y actitudes que debe de emprender una maestro en preparación, se afirma tal y como lo dice Pam Sammons que para que un aprendizaje llegue hacer verdaderamente concretado por los infantes, se

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