Discapacidad Intelectual.

¿Quiénes son los alumnos con discapacidad intelectual?

La discapacidad mental ha tenido muchas definiciones y concepciones a lo largo de la vida: en la antigüedad la fuerza física era una característica principal en una persona, así que si una persona tenía alguna limitación física era considerada como poseída o inservible. En algunas culturas como Grecia la belleza era lo más grande y a las personas discapacitadas o con malformaciones los exterminaban. En el continente asiático los abandonaban en los bosques. También se les denominaba “idiotas”, “bastardos”, “maldiciones” o como un castigo de Dios por algún error que los padres cometieron.

Muchos autores daban sus diferentes definiciones, como esquirol que planteaba que el retraso mental se caracterizaba por una déficit intelectual constatable de origen inorgánico e incurable y como el doctor jean itard, quien se atrevió a educar al niño salvaje de Aveyron, pues el creía y demostró que una persona “idiota” podía llegar a ser educado y aprender algunas habilidades sociales. Kanner en 1957 estableció que el grado de debilidad mental estaba relacionado con el grado de dependencia social del sujeto.

En la Edad Moderna Con respecto a las personas discapacitadas comenzó tímidamente un cambio de actitud, este cambio se reflejó cuando la sociedad comienza a reconocer que tiene responsabilidad ante esta población.

De los años sesenta a los ochentas la Asociación americana sobre deficiencia mental da una definición más amplia sobre esta discapacidad: “El retraso mental está relacionado con un funcionamiento intelectual general por debajo de la media, que se origina en el periodo dl desarrollo y se asocia con deficiencias en el desarrollo adaptativo”. Pero en 1992 la misma asociación adopta un nuevo concepto para discapacidad mental, aumentando que la discapacidad intelectual inferior a la media, que coexiste junto a limitaciones en dos ó más de las siguientes áreas de habilidades de adaptación: comunicación, cuidado propio, vida en el hogar, habilidades sociales, uso de la comunidad, autodirección, salud y seguridad, contenidos escolares funcionales, ocio y trabajo. Y en el 2002, la misma asociación (AAMR) platea esta nueva definición: “Retraso mental es una discapacidad caracterizada por limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y la conducta adaptativa tal como se ha manifestado en Habilidades prácticas, sociales y conceptuales. Esta discapacidad comienza antes de los18 años”, en esta nueva definición se encuentra cambios significativos con la definición propuesta en 1992, como que ahora se diferencian 3 habilidades necesarias de adaptación.

Las personas con discapacidad intelectual no por tener esta condición no se deben separar del resto de las personas, pues a pesar de que tienen un nivel cualitativo distinto a lo normal tienen el derecho a ser comprendidos, queridos y sobre todo a ser educados, con especial atención, pero con las mismas oportunidades de aprender.

Los alumnos con discapacidad intelectual son niños en situación que se caracterizan por presentar limitaciones significativas en su funcionamiento intelectual, en la conducta y en las habilidades adaptativas a nivel conceptual, social y práctico.

La educación es posiblemente el mejor recurso para que estas personas puedan desenvolverse a lo largo de su vida y en todos los ámbitos de la sociedad, con autonomía, normalidad e independencia. El proceso educativo es muy importante para el desarrollo de sus capacidades. La atención a la diversidad se centra en el conjunto de medidas educativas que la escuela ofrece para poder satisfacer las necesidades educativas especiales y facilitar la integración en situaciones sociales normalizadas.

Para entender un poco más, la diversidad educativa se trata de ofrecer una educación de calidad, sin discriminación de ninguna naturaleza, implica transitar hacia un enfoque que considere la diversidad de identidades, necesidades y capacidades de las personas, favoreciendo el pleno acceso, la conclusión de estudios y los logros de aprendizajes de todos (a).

Como se menciona en la lectura “etiología y prevención” existen 4 factores de riesgos que influyen en el retraso mental: biomédicos, sociales, conductuales y educativos. Es importante conocer cada uno de estos factores, ya que por medio de ellos se pueden conocer los tipos de apoyos y prevenciones que debemos tener en cuenta para poder ayudar a estos alumnos.

Sus necesidades educativas deben ser evaluadas y atendidas ya que sus dificultades de aprendizaje pueden ser compensadas en el sistema educativo. La educación desarrolla sus capacidades y gracias a ello, los jóvenes con discapacidad intelectual logran convertirse en miembros activos de sus familias

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