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Documeto De Apoyo


Enviado por   •  2 de Abril de 2013  •  3.746 Palabras (15 Páginas)  •  376 Visitas

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LECTURA 3

LA PEDAGOGÍA DE JESÚS

Por: Carmen Julia Pagán

El tema de la pedagogía de Jesús es uno de los más fascinantes en el campo de la educación religiosa cristiana. Todo lo que hizo Jesús nos apasiona y nos motiva a realizarlo. Pero así como de fascinante es el tema, así lo son las expectativas que se tienen con relación al mismo. Todos queremos imitar al Maestro en su metodología, contenido y autoridad pedagógica.

Son muchos los que creen que si Jesús lo hizo de tal o cual manera también nosotros debemos hacerlo igual. Ante esto nos preguntamos ¿será adecuado pensar de esta forma? ¿Qué debemos hacer para emplear efectivamente la pedagogía de Jesús en la iglesia cristiana? ¿Utilizaría Jesús las mismas técnicas para impartir su enseñanza hoy?

EL CONTEXTO EN EL CUAL SE DA LA EXPERIENCIA EDUCATIVA

El contexto en el cual se imparte la educación cristiana es importante. Debemos ver éste no sólo considerando los acontecimientos sociales, políticos y económicos, sino también la situación existencial de las personas, sus experiencias y entendimientos de la fe.

Se hace necesario que la educación cristiana que se imparte en la iglesia haga posible que el mensaje de Jesús se transmita de una manera clara y pertinente. Se requiere que se examine cuidadosamente el contexto estableciendo un diálogo con él. La educación cristiana debe tener como una de sus prioridades el ofrecer respuestas concretas a los interrogantes que lanza la sociedad.

¿JESÚS VINO A ENSEÑAR?

Es significativo indicar que todos los evangelistas colocan la actividad pedagógica de Jesús desde el inicio de su ministerio. Marcos nos dice: "Entraron en Capernaúm, y el sábado entró Jesús en la sinagoga y comenzó a enseñar. Y se admiraban de su doctrina porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas" (Mc 1:21-22). De igual manera los evangelistas finalizan sus relatos con una exhortación de Jesús comisionando a sus discípulos a predicar y a enseñar el mensaje recibido. "Id y haced discípulos a todas las naciones,... y enseñándoles..." (Mt 28:19-20ª). Mirar los evangelios con un lente pedagógico podría ser muy revelador e ilustrativo para nuestra práctica educativa. En ellos descubrimos que la misión de Jesús, al igual que el de la iglesia, es la de enseñar.

Aunque los evangelios contienen una cantidad de material histórico-narrativo, examinado bajo el lente de la primera iglesia, en el momento en que Jesús comienza su ministerio todo lo que Él hace es motivo de una enseñanza. En sus acciones y estilos Jesús modela pedagogía y en sus dichos transmite un contenido teológico.

Jesús tomó de las experiencias de la vida cotidiana para hacer de ellas temas de enseñanza religiosa. Lo que nos ilustra sobre su énfasis como Maestro en la penitencia y en la aplicación. De las actividades pedagógicas de Jesús podemos extraer ejemplos sobre las muchas formas en que se puede impartir la enseñanza, las diferentes maneras en que la gente aprende y de cómo los escenarios modifican la experiencia educativa.

¿ENTENDEMOS LA PEDAGOGÍA DE JESÚS?

Es medular entender como la práctica pedagógica de Jesús respondió a su contexto. Para el Maestro, las situaciones concretas de sus discípulos fueron ocasiones para impartir una enseñanza. Los discípulos fueron dirigidos a encontrar respuestas dentro del marco de su propia realidad. La actividad pedagógica de Jesús fue impactante, no sólo por el contenido de sus enseñanzas, sino también por la viveza educativa que se dio en la misma.

El dinamismo que Jesús le impartió a su enseñanza, la profundidad de sus palabras y los resultados que ésta produjo fueron impresionantes. Los evangelistas en sus relatos llenos de dramatismo recogen esa imagen de Jesús como pedagogo.

Al leer los evangelios con un lente pedagógico apreciamos la gran diversidad de métodos empleados por Jesús y el cómo la pedagogía y el contexto se relacionan. Pues los métodos de Jesús fueron respuestas concretas a experiencias a las cuales Él quería responder. Entre los métodos empleados por Jesús tenemos: historias, parábolas, milagros, oraciones, discursos, símbolos y lenguaje simbólico, preguntas y respuestas, estudio de casos, repetición, inducción, motivación por medio de ejemplos y proyectos. Como se puede apreciar los métodos de Jesús fueron variados entre sí.

Es que la pedagogía invita a la creatividad y a la respuesta efectiva del momento y situación en que se imparte la enseñanza. En Jesús, lo teórico y lo práctico se entrelazaron en la práctica educativa. Por eso podemos decir que las experiencias de sus discípulos fueron motivos para la enseñanza y el resultado de la enseñanza fue motivo para modificar sus experiencias de vida. Para el Maestro la experiencia no fue relato trivial e insignificante, sino punto de partida para entender la situación teológica y existencial en que se encontraban sus discípulos.

¿QUÉ ES LA PEDAGOGÍA DE LA PREGUNTA?

De todas las técnicas utilizadas por Jesús en esta presentación nos limitaremos a la pedagogía de la pregunta. La

pregunta es una técnica muy apropiada para la enseñanza religiosa a todos los niveles. En la educación religiosa cristiana el hacer preguntas debe verse como una de las mejores herramientas para lograr una pedagogía transformadora.

S.G. Fortoris nos dice que la importancia de la pregunta consiste en que ella estimula el pensamiento fructífero. La pregunta ayuda a clarificar los pensamientos, particularmente cuando éstas son bien planificadas y dirigidas. Esta lleva a la reflexión profunda y al análisis. La pregunta es tan importante en la educación que no podemos afirmar que el/la maestro/a que domina la técnica de la pregunta domina bien el arte de la enseñanza. En la educación religiosa las preguntas pueden utilizarse para dirigir a los/as estudiantes a modificar sus comportamientos y actitudes. Las preguntas invitan a que éstos confronten por sí mismos sus

Situaciones frente a las demandas del evangelio, de tal manera que lleguen a sus propias conclusiones. El enseñar la fe no es meramente una actividad intelectual, sino también una que envuelve los sentimientos y la voluntad. De eso es que trata la educación religiosa cristiana, de formar hombres y mujeres con un profundo carácter cristiano.

La técnica de la pregunta es empleada con frecuencia en nuestras prácticas educativas, pero no siempre de la mejor manera, ni produciendo los resultados deseados. Ya que las preguntas no provocan efectos por el sólo hecho de decirlas, éstas deben ser dirigidas

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