EDUCACION
Enviado por SERGIUXHD • 10 de Abril de 2014 • 2.860 Palabras (12 Páginas) • 197 Visitas
Educación e interculturalidad
La primera pregunta que uno se hace desde el ángulo de la educación es si la educación sirve para constituirnos a nosotros como sujetos. Si hace eso, entonces, nosotros cuando queremos descolonizar en función de la recuperación de lo que éramos o de lo que somos, significa de alguna u otra forma que tendremos que cambiar el modo de constituirnos. Es decir, el desde donde nos vamos a constituir, y ese es un tema fundamental para pensar la especificidad de la tarea desde el ángulo de la educación.
La educación si solo afirma lo negado tendería a reducir todo a la “transmisión de información” de cada una de las culturas —36 en el caso boliviano, de sus lenguajes, de su conocimiento, de su saber, etc.—. Reduce la educación a términos pedagógico-técnicos, es decir, la currícula. Pero si entiende que la afirmación de la identidad supone al mismo tiempo una recuperación de ella, es decir, esa recuperación supone también una creación, entonces, estamos en un movimiento complejo de la descolonización. No es solo afirmación sino es recuperación. En la recuperación también hay elementos de creación, por lo tanto se tiene que producir conocimiento propio desde la cultura. Todo esto en una dirección que permita salir de la civilización occidental moderna capitalista.
No se trata tanto de partir solo de la definición de lo que sea mi cultura ya que no garantiza en sí misma la descolonización. La afirmación de lo negado no es suficiente, el modo como yo me recupero debe modificarse y debe establecerse interculturalmente. Aquí la lucha contra el colonialismo se hace con otras “armas”: la interculturalidad. Eso quiere decir, que si queremos emprender el camino de la descolonización para apuntalar una educación intercultural, tenemos que plantearnos una pregunta: ¿Desde dónde reconstruimos nuestro legado?, ese parece ser un aspecto fundamental, porque el proceso de descolonización que estamos viviendo supone una pregunta de esta naturaleza, nos ha separado de nuestra cultura en distintos niveles, nos ha hecho extraña y ajena en muchos casos, negando siempre lo que somos.
Otra consecuencia de esto se expresa en la pregunta, ¿cómo nos relacionamos con nuestro legado? Creo que ese tipo de reflexión no se ha hecho tan evidente aún. Muchos ya se saben a priori en su cultura, y aunque esto no signifique que se pueda estar sin cultura, las consecuencias de la colonialidad se expresan también en la afirmación a secas de nuestra cultura, pues también una cultura afirmada así es producto de la relación colonial. No se trata simplemente de “revalorizar” lo considerado como sobreviviente o que haya quedado fuera de la relación colonial, hay que buscar una forma también de reconciliación con nuestra cultura.
Entonces, la primera forma para recuperar nuestro legado es cómo me relaciono con mi cultura en un proceso de descolonización, ya que ese es el nivel más invisible de la colonización. Ahí el tema de la descolonización es algo que nos compete a todos desde distintos ángulos o lugares socio-culturales, pero sin duda es una tarea que nos trasciende como generación.
Desde el ángulo de la educación ¿qué hacemos para recuperar este legado?, aquí la descolonización puede expresarse bajo tres problemas, no solamente tenemos que constituirnos en nuestra cultura, es decir, hacernos orgullosos de lo que somos, no negar lo que somos; sino al mismo tiempo reconstituir eso mismo. Es un doble movimiento en el proceso de descolonización, no es un solo movimiento, no es simplemente la afirmación de lo negado, sino que en la afirmación, también hay una reconstitución. Pero a la vez todo esto contiene otro movimiento más, pues no debemos olvidar que hablamos de salir de colonialismo en sentido civilizatorio, de dimensiones civilizatorias: al mismo tiempo que me afirmo y me reconstituyo tengo que salir de las relaciones de dominación del capitalismo global y este movimiento sin duda es civilizatorio. Lo complejo del asunto es que no hay jerarquías entre estos movimientos, todos se tienen que dar al mismo tiempo. Este es el proceso de descolonización que estamos viviendo en Bolivia
La descolonización en la educación del Estado Plurinacional
• Por: Germán Cardozo Olguín
La educación del Estado Plurinacional posee cuatro principios centrales: es descolonizadora, intra-intercultural-plurilingüe, comunitaria y productiva. La descolonización debe ser comprendida como crítica a las tendencias negativas de la modernidad occidental, pero también como un proceso de (re)constitución de una espiritualidad, educación, economía y política culturalmente "propias". La intra-interculturalidad-plurilingüe como la práctica de una educación de fortalecimiento de la identidad de las culturas, a partir del uso comunicativo de las lenguas indígenas y el aprendizaje de todo lo que es positivo de cualquier otra cultura. La educación comunitaria remite a la participación de la sociedad civil organizada en la planificación de los proceso de enseñanza-aprendizaje, a través de la estructuración de un currículo.
En una dimensión, la educación productiva vincula la educación al trabajo y, en otra, a la generación de conocimiento propio. Este modo de apreciar la educación nos sitúa ante los siguientes problemas: ¿qué relación existe entre los principios centrales de la educación del Estado Plurinacional?, ¿cuáles son los vínculos entre los principios de la mencionada educación y la nueva organización territorial del país? y ¿cómo articular descolonización e intra-interculturalidad en el marco de las autonomías?
Existe un vínculo, por decirlo de alguna manera, jerárquico entre los principios que ahora hacen a la educación del Estado Plurinacional: la descolonización es el horizonte histórico- social de la educación intra-interculturalidad-plurilingüe, comunitaria y productiva. La realización permanente de estos tres principios contribuye a realizar el proyecto de la descolonización. Este proyecto tiene carácter esencialmente curricular, en el sentido amplio de la noción; esto es, considerando que cualquier currículo no se puede ni debe restringir a lo meramente cognitivo (ello sería bancario). Lo pedagógico, didáctico, la misma concepción de estructura curricular (objetivos, competencias u orientaciones) y la lengua de comunicación, en la que se dará lugar a la enseñanza-aprendizaje, son esencialmente curriculares, incluso mucho más que los contenidos disciplinares.
Los hombres y mujeres son mucho más efecto de la pedagogía, la didáctica y la concepción curricular, que de los contenidos que aprendieron a lo largo de la primaria, la secundaria o la educación
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