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EL BANQUETE


Enviado por   •  22 de Agosto de 2013  •  3.102 Palabras (13 Páginas)  •  191 Visitas

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EL BANQUETE

Personajes:

• Agatón

• Erixímaco

• Fedro

• Pausanias

• Aristofanes

• Sócrates

• Alcibíades

• Aristodemo

• Diotima

Discurso de Fedro

Fedro, quien ha sido citado por Erixímaco como quien le dio la idea de hablar acerca de Eros, es el primero en tomar la palabra. Fedro es un joven estudioso de la filosofía, gracias a la cual ha podido purificar su mente y espíritu.

Según Fedro, el Amor es el dios más antiguo ya que no se le atribuye ni madre ni padre. El amor es fuente para el espíritu humano de una inspiración que lo lleva a guiar su vida hacia grandes valores como la virtud, la felicidad y el honor. Estos mismos sentimientos dan sentido a que no haya mayor vergüenza que reconocer una acción equívoca delante del ser amado, ni mayor sufrimiento que ver sufrir al ser amado. Según sus propias palabras, solo entre amantes se sabe morir uno por el otro. El amante está inspirado por Eros, gozando de mayor divinidad que el amado. Sin embargo, los dioses valoran más el sacrificio del amado que el del amante precisamente por esa carencia de divinidad, admirándolo y recompensándolo. Es por tanto el Amor aquel sentimiento capaz de hacer dichoso al hombre tanto en la tierra como en el cielo, donde si se ha obrado en pos del bien habrá recompensa.

Discurso de Pausanias

Apolodoro hace aclaración de que Aristodemo pasó por alto algunos discursos entre el anterior y este para ir directamente al realizado por Pausanias. Éste, a diferencia del anterior, no es un joven sino un hombre maduro a quien la edad y la filosofía han enseñado aquello en lo que la juventud no repara, aquí representada en Fedro.

Pausanias decide al comenzar corregir el excesivo elogio que se ha hecho en el anterior discurso. No existe un solo amor, sino dos, es por ello que hay que tener cautela a la hora de alabarlo, por lo que se propone hacerlo de la manera mas correcta posible. Existen dos Afroditas, una celeste y otra popular. Existen dos enamoramientos, uno de alma y otro de cuerpo. No se explica el Eros sin la belleza, y la relación entre ambas es aquello que intenta poner en evidencia.

El Amor no puede ser guiado sin Afrodita, es decir, sin Belleza. Esta relación entre el Amor y lo Bello que se pondrá después en evidencia con sus diferentes maneras de entenderlo. Las acciones humanas no son bellas de por si, pero pueden serlo si se realizan de manera digna. En cambio, si se realizan de manera vulgar o popular, son consideradas bajezas. Lo mismo sucede con el Amor.

El Amor popular procede de la Afrodita más joven y por tanto obra a antojo del momento, amando al cuerpo antes que al alma. Este amor nace de intereses que aspiran simplemente a gozar sin importar los medios. Se adopta de manera vil y ama a mujeres y jóvenes sin distinción, pretendiendo solo la satisfacción carnal sin hacer caso a la belleza del amor reflejada en la virtud del otro. Es un amor vergonzoso que se guía por medios brutos y sensuales que son necesarios evitar. No repara en lo superfluo de su razón, ya que amar al cuerpo joven es algo no perdurable en el tiempo y es por tanto un Amor que no puede prosperar.

Pausanias no solo critica ampliamente esta manera de ver el Amor sino que incluso opina que debería estar prohibido por la ley amar a los jóvenes y que ellos pierdan el tiempo en relaciones tan inciertas, pues como esto les envicia el alma no sabe que puede llegar a ser de ellos una vez crecidos, es decir, si se volcarán hacia la virtud o hacia la maldad.

El Amor celeste, en cambio, procede de la Afrodita más antigua y ama con el alma, ya que es esta el reflejo de la virtud. Este amor entiende otros valores como la fortaleza, el conocimiento y el entendimiento, valores según el relacionados al sexo masculino. Los que descubren y sienten este amor, superior en virtudes, pueden amar al otro por el resto de su vida sin necesidad de tener otro amante. Este es un amor digno de ser honrado y deseado por todos. Su fin difiere ampliamente del buscado por el Amor popular (gozar), aquí se habla de ser feliz haciendo feliz al otro, ser mutuamente felices sirviendo al amante. Al ser mayores sus beneficios exige, por tanto, mayores condiciones para lograrlo.

Volviendo al comienzo de su discurso y ahora interpretándolo, el Amor no es ni hermoso ni feo: será hermoso si se ama guiado en pos de la honestidad y la virtud y feo si se hace contra ello. No termina su discurso Pausanias sin antes dedicarle de manera sincera estas palabras a Fedro.

Discurso de Erixímaco

Si bien Pausanias había cedido la palabra a Aristófanes, este no puede comenzar a hablar debido a un ataque de hipo. Es por ello que pide a Erixímaco que hable en lugar suyo o bien lo cure de su hipo, ya que como se ha señalado, Erixímaco es médico. Éste le responde que hará ambas cosas: le da una serie de consejos sobre como pararlo pero mientras lo logra hablará en su lugar.

Erixímaco toma como punto de referencia en su discurso a la medicina, ya que el mismo la define como la ciencia del amor en los cuerpos con relación a la reflexión y a la evacuación. Señala que en su opinión Pausanias realizó un buen discurso pero que no lo terminó de la manera correcta, por lo que intentará completarlo haciendo honor a su arte, la medicina.

Concuerda con Pausanias en la distinción entre dos tipos de Amor pero opina que no sólo reside en el alma sino también en todos los seres, ya sean cuerpos de animales o productos de la tierra.

La relación que existe entre el Amor y la medicina está en la escencia: la salud del cuerpo proviene de la armonía, y está en la labor del médico lograrla cuando está enferma y cuidarla para que se mantenga.

El Amor es un poder universal, un poder que se alcanza sólo cuando está aplicado al bien y la justicia, logrando felicidad y paz. Esta fuerza está representada en la relación que existe entre lo opuesto: sano y enfermo, frío y caliente, húmedo y seco, etc.; logrando así la armonía justa. De la misma manera lo compara con la música, donde la combinación de sonidos diferentes y de ritmos logran esta armonía. Cita mismos ejemplos también en el campo de la poesía y la adivinación.

Llevando el Eros a su campo universal también lo cita como aquel que rige las estaciones del año, aquel que logra la armonía no solo entre los hombres, también en animales, dioses y plantas trayendo prosperidad. Es por ello que el mal uso del Amor destruye esta armonía sobreviniendo el desorden y la enfermedad.

Al estar al fin libre de su hipo Aristófanes, Erixímaco finaliza sus comentarios adhiriendo que cede la palabra omitiendo, aun, varios elogios

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