EL CAMINO HACIA LA MUERTE EN LA CIUDAD COLONIAL

UNIVERSIDAD DE LA SALLE

FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y CONTABLES

HABILIDADES COMUNICATIVAS

NOMBRE: JOHN EDISON FLOREZ FLOREZ                                      CÒDIGO: 11092159

EL CAMINO HACIA LA MUERTE EN LA CIUDAD COLONIAL

Según la lectura hay que saber morir, cuando una persona estaba en su lecho de muerte, las personas se reunían alrededor de el para orar por su alma, se creía que con la oración se podía salvar el alma de la persona, para que no cayera en manos de satanás; la persona que estaba a punto de morir tenía que dar una última confesión donde se arrepentiría de todos sus pecados.

En el siglo XVII los sacerdotes predicaban a los santafereños la creencia que una persona que fuera al infierno estaría condenada a vivir un tormento eterno por no haber obrado bien, esto nos lleva a la reflexión que la religión católica influía mucho sobre el pueblo en una época atrás. Por ello, la preparación para la muerte ocupo un lugar privilegiado en la mentalidad de los parroquianos de esa época, quienes pensaban que el momento de fallecimiento era una batalla entre el bien y el mal, entre Dios y el Diablo, entre el cielo y el infierno.

Todas estas prácticas y vivencias en torno a la muerte, colmadas de sentimientos de terror por las almas caídas en desgracia, siempre estuvieron acompañadas de tétricos comentarios que hacían referencia a macabros esqueletos rondando con mortíferas guadañas y espantando a los profetas gélidos. En este contexto esta época fue llamada “los tiempos de Ruido” ya que las personas le temían mucho al Dios del que hablaba los sacerdotes y así guardar respeto a esta creencia. Otro aspecto importante que se denota en la lectura es el hecho de que las personas que tenían un alto estatus en la sociedad, podía ser privilegiados luego al momento de su entierro, ya que su ataúd estaría bien decorado y además iría con una cruz Alta, cambio los pobres tendrían un ataúd con una cruz corta, además el sitio donde iban a ser enterrados seria eran atrios adyacentes a las iglesias. Otro aspecto que se tenía en cuenta era el número de misas pagadas fue muy importante para los santafereños que deseaban alcanzar el cielo, pues se creía que entre más misas se ofrecieran por el alma, existía mayores probabilidades de salvación. De hecho, había quienes pagaban (entendido como limosna) para que se oficiaran hasta 100 misas el día de su fallecimiento. Fue tanta la preocupación de los santafereños por el destino de sus almas, que varios de ellos en sus testamentos, legaron en calidad de

"limosna" la totalidad de sus bienes a la iglesia mediante el nombramiento de sus almas como “herederas universales”, a cambio de la celebración de muchas misas. De esta forma aparecieron la gente que aprovecharía la ignorancia de las personas, para hacerse participes del testamento, y así cuando la persona falleciere, se haría parte de la herencia que dejase esta persona. Por eso, dicha epidemia pasó a la historia de la ciudad con el nombre de "La Peste de Santo Gil".

Uno de los aspectos que generaron transformación fue el sitio donde se entierran a las personas fallecidas, en la época se dejaban en las criptas de las iglesias, no cabían y se generaban epidemias esto genero una transformación en comenzar a hacer cementerios, no fue nada fácil esta transformación, pero ahora es la forma más correcta de hacerlo.
El desarrollo industrial y demográfico de Bogotá son los principales factores que influyen en el proceso de transformación drástico de las tradiciones de los funerales y velorios como la manera en que se llevan a cabo, la forma de actuar de las personas que asisten a los funerales.
El periódico, la radio y la televisión y demás medios de comunicación ayudaron a la transformación del medio con el cual se comunicaba la muerte de alguna persona, antes solo los familiares utilizaban una esquela que pasaba de casa a casa y esta anunciaba la fecha y el lugar donde se realizaría el funeral.

Un aspecto importante de la época que favoreció a la población fue la libertad que se obtuvo por parte de Simón Bolívar que dio un nuevo aire al hombre Santafereño
Desde una perspectiva antropológica el hombre de esa época ligaba mucho su racionalidad a los mandatos de la iglesia y eran muy pocos los que se atrevían a cuestionarla, esto aún es muy común en la actualidad y hace parte de nuestra cultura mayoritariamente católica.
La gran riqueza de los valores que se enseñaban en el hogar y en la iglesia ha influenciado en la actualidad a que las personas puedan hacer una distinción de lo que es benéfico o perjudicial para sus vidas en el ámbito social y religioso.

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