EL JUEGO INFANTIL
Enviado por giselless • 30 de Octubre de 2017 • Trabajo • 1.790 Palabras (8 Páginas) • 207 Visitas
EL JUEGO INFANTIL
La infancia representa un largo período de desarrollo para el niño en todos los campos que integra el ser humano: cognitivo, motriz, afectivo, de la personalidad, social y cultural. De modo que el desarrollo vendrá marcado por etapas características y distintivas, a la vez que pretendemos seguir, a manera de hilo conductor, como el juego se afecta de estos cambios, hasta consolidarse con las formas de juego habituales para el adulto. De las etapas o períodos que comprenden la infancia, nos referimos a tres de ellas enunciadas por Pallalia (1998): etapa de los primeros pasos (desde el nacimiento hasta los 3 años), niñez temprana (de los 3 a los 6 años), y niñez intermedia (de los 6 hasta los 12 años) que, como luego apreciaremos, pueden ser comparadas a las etapas del desarrollo propuestas por Piaget para referirse al juego infantil.
Para realizar este repaso al desarrollo en la infancia hemos de tomar esta referencia anterior doblemente valida, para el desarrollo y el juego, ya que nos interesa su paralelismo para abordar lo que es, ahora, nuestro objeto de estudio: en el juego infantil de carácter motor además, también hemos de apuntar que lo motor se enmarca dentro del complejo conjunto de la infancia; por ello, finalmente, contrastaremos como las características que comporta motricidad imprimen al juego una vertiente interpretativa particular.
No deseamos entrar en marcos concretos de discusión, emparentados con corrientes concretas de la psicología (psicología, del aprendizaje, cognoscitiva, etológica o contextual) o de la antropología (evolucionismo, difusionismos, funcionalismo, estructuralismo, materialismo, ecologismo); admitimos que algunas interpretaciones son adecuadas en parte, ya que pretendemos reunir los contenidos que nos permitan aclarar el fenómeno lúdico en la infancia. El acercamiento explicativo que intentamos es complementario; se trata, pues, de justificar un eje, el fenómenos de la motricidad en el juego, y alcanzar interpretaciones satisfactorias para comprender el juego infantil.
Como hemos mencionado, no podemos separar la explicación del juego infantil de su relación con el desarrollo, ni de la actividad motriz; de hacerlo, se trataría de un reduccionismo que elude el aspecto más importarte y capaz de satisfacer nuestro conocimiento acerca del juego; como cambia la forma de jugar y que calidad motriz muestra. La actividad motriz es una constante en las manifestaciones lúdicas durante la infancia, hecho que ya fue reconocido por Piaget y que este relaciono con el desarrollo en el niño. Ciertamente, el juego motor es un eje capaz de mostrarnos parte del desarrollo; sin embargo, no ha de percibirse el juego como una especie de ámbito integrador sino, solamente, como un contenido con gran transversalidad disciplinar.
Se ha discutido mucho acerca de la teoría de Piaget (1932, 1946) para explicar la evolución del desarrollo infantil; no obstante, hay planteamientos de este autor relativos al juego y al juego motor que resultan útiles para aproximarnos a nuestro objeto de estudio. Otros planteamientos piagetianos han sido revisados, lo cual intentaremos aclarar a lo largo de nuestro discurso. Algunos aspectos de la teoría piagetiana son usados por la mayoría de la literatura lúdica, como la clasificación de los periodos de desarrollo vinculados al juego qué propuso Piaget (sensorio motor, simbólico y de reglas), aunque con variaciones en sus denominaciones y concepciones.
El juego es una actividad que realizamos con el fin de disfrutar y reconocer nuestro cuerpo, mediante el juego podemos aprender a movilizarnos en el espacio, así como también enseñar un concepto en forma entretenida.
En el nivel inicial utilizamos juegos tales como:
-Juegos de ronda: Su esquema original es en círculo con o sin desplazamiento de acuerdo a los ritmos característicos de la región. “Todos nos vemos las caras”. Por ejemplo: pato ñato.
-Juegos de persecución y mancha: Son los juegos por excelencia en la coordinación de tiempo, espacio, transformación ritmo y reacción. Por ejemplo: mancha chino.
-Juegos tradicionales: Se transmiten de generación en generación, con suma espontaneidad, propios de una región o nacionalidad. Por ejemplo: rayuela.
Para desarrollar los campos que integra el ser humano, ya sean cognitivo, motriz, afectivo, de la personalidad, social y cultural, el docente debe poseer DISPONIBILIDAD LÚDICA, DISPONIBILIDAD AFECTIVA Y DISPONIBILIDAD CORPORAL ya que, para su tarea es indispensable el jugar, el enseñar a través de sus acciones y no solo de las palabras, el cuidado de la comunicación corporal y gestual y, a su vez, el estilo de comunicación verbal que se pone en juego. (Ana María Porstein)
Los niños al jugar expresan sus emociones, sensaciones y una forma de ser y estar. Los niños son y tienen cuerpo. Cuerpo con una determinada historia y entorno social, por lo tanto, portador de significado.
El cuerpo de un niño NO PUEDE ser mirado solo con una realidad objetiva, sino desde una mirada más amplia, multidireccional, psico y socio motriz conformado por las experiencias personales y sociales, rituales, que se van construyendo desde pequeños.
La modalidad de la práctica docente puede animar, desanimar, favorecer o entorpecer el desarrollo socio-motor del niño.
Para Jean Piaget (1956), el juego es una actividad autoformadora de la personalidad del niño y forma parte de su inteligencia, porque representa la asimilación funcional o reproductiva de la realidad según cada etapa evolutiva del individuo.
Las capacidades sensorio motrices, simbólicas o de razonamiento, como aspectos esenciales del desarrollo del individuo, son las que condicionan el origen y la evolución del juego.
Piaget asocia tres estructuras básicas del juego con las fases evolutivas del pensamiento humano: el juego es simple ejercicio (parecido al anima); el juego simbólico (abstracto, ficticio); y el juego reglado (colectivo, resultado de un acuerdo de grupo).
Juego Ejercicio simple: En la medida que se desprende de la acomodación sensorio-motora y con la aparición del pensamiento simbólico en la edad infantil (de 2 a 4 años), hace su aparición la ficción imaginaria y la imagen se convierten ahora en símbolo lúdico.
A través de la imagen que el niño tiene del objeto lo imita y lo representa. Aparece así "el objeto símbolo", que no sólo lo representa sino que, también, lo sustituye. Un palo sobre el que se cabalga, representa y sustituye a la imagen conceptual del corcel, que en realidad es un caballo ligero de gran alzada.
Se produce entonces un gran salto evolutivo: desde el plano sensorio-motor hemos pasado al pensamiento representativo.
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