EL PSICOANÁLISIS Y SU APLICACIÓN EN EL MEJORAMIENTO LAS RELACIONES ESCOLARES DOCENTE

EL PSICOANÁLISIS Y SU APLICACIÓN EN EL MEJORAMIENTO LAS RELACIONES ESCOLARES DOCENTE-ALUMNO(S).

1. Introducción

Uno de los ejes fundamentales en el ámbito educativo es contar con recursos materiales e intelectuales suficientes para el logro y dirección del aprendizaje escolar, y de esta manera, tener una formación sólida que permita conducir adecuadamente los procesos de aprendizaje en el salón de clase; sin embargo, también es necesario un acompañamiento y una reflexión constante sobre los procesos interpersonales que se viven durante la formación académica.

La escuela es uno de los escenarios donde convergen diversos conocimientos, ideas y motivaciones; es un lugar donde se permite la consolidación de relaciones sociales entre quienes la conforman, así como la expresión de sus desacuerdos, incongruencias e intenciones.

Para la teoría del psicoanálisis lo afectivo ocupa un lugar muy importante, pues la interacción en la escuela supone la consecución de una serie de procesos afectivos entre estudiantes y/o profesores; y cuando se presentan problemáticas en las relaciones se impide lograr con eficacia los requerimientos escolares.

Es de mi interés hacer una reflexión sobre los elementos afectivos involucrados en las relaciones humanas, y de cómo estas relaciones podrían incidir en el ámbito educativo.

1. Nudo

La educación comprende áreas de formación escolar y cultural de los estudiantes; quienes deben adquirir hábitos y desarrollar habilidades que les permitan adaptarse a su medio social. Para Dengo (1998), la educación es una intervención para la manifestación de las capacidades y potencialidades que cada estudiante tiene. Esto significa que la educación es la consecuencia de hábitos intelectuales que también aportan cualidades morales para que los niños logren una autonomía en su adultez.

Si bien el docente juega un papel central en la relación didáctica entre estudiantes y el conocimiento, también posee un papel protagónico en la formación de los alumnos ya que hace posible el desarrollo de capacidades y habilidades de los estudiantes para que puedan ser parte de la sociedad. Pese a esto, es necesario recordar que los estudiantes no son individuos pasivos en este proceso, puesto que cada uno de ellos procede de diferentes contextos familiares y culturales que les han proporcionado conocimientos y maneras de interactuar con los demás.

La relación entre psicoanálisis y educación para Assoun (1997, citado en Lanza 2018), implica hablar del niño (reflexión sobre el inconsciente psicosexual), la cultura (la neurosis como síntoma que es vivido como un conflicto entre lo pulsional y lo cultural) y el sujeto (aquel constituido por el deseo y deseado por el ideal educativo).

Al referirnos a Freud, la conceptuación del niño se modifica completamente, pues se presenta una nueva dimensión en la teoría de las pulsiones dentro de la comprensión de lo infantil. En la teoría sexual infantil expone que cualquier planteamiento que considere al niño como su objeto debe considerar que él se enfrenta al conflicto entre las necesidades y formas de integrarse a la sociedad que le han enseñado en su contexto de origen y la libre expansión de sus necesidades libidinales.

El dominio del ideal cultural ante la pulsión es el inicio de la solidificación de síntomas neuróticos. El individuo neurótico descubre que el carácter ingobernable de la pulsión lo coloca en un fracaso de tan ansiado ideal, que a la par cuestiona el ideal educativo mismo.  Por lo tanto, la educación se encuentra entre la pulsión y la cultura. La educación no puede lograr que los niños sean adultos autónomos, pues su cultura frustra su deseo.

En respuesta al conflicto, Freud dice que la educación debe conseguir que el niño domine sus pulsiones delimitando cuándo y por cuáles medios es viable prohibir; esto, para que la educación le perjudique lo menos posible y pueda alcanzar el ideal.

Respecto a la aplicación del psicoanálisis, deben permitir que surjan cuestionamientos novedosos hacia el reconocimiento de la presencia del inconsciente en la práctica educativa, y también que pueda ser modificada por su objeto mismo. Tal como dice Lanza (2018), al manifestar que la aplicación del psicoanálisis a la educación es posible sino se convierte en convicciones dogmáticas, aguardando ser aceptadas o rechazadas por la educación como campo de aplicación y validación.

La escuela es un medio importante de vinculación entre estudiantes y docentes, por lo que es posible emplear el conocimiento que se ha desarrollado previamente en esta área en el ámbito de las relaciones en la escuela. Es aquí donde la transferencia tiene lugar en las relaciones escolares.

El término relaciones de transferencia surge al teorizar un tipo de relaciones surgidas dentro del campo de la práctica clínica psicoanalítica (Hernández, Varela y Urtusuastegüi, 2017). Según Elgarte (2009) se designa de esta manera al proceso por el cual los deseos inconscientes, las ideas y sentimientos de vínculos con personas con las que nos hemos relacionado antes, son proyectados hacia otra persona; se localizan sobre ciertos aspectos en el marco de la relación establecida con ella y eminentemente en el marco de la relación analítica. El hacer uso de la transferencia es también atenerse a la contratransferencia, la cual es básicamente el modo en el que el profesor reacciona ante las transferencias de o los estudiantes.

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