EVALUAR…INFORMAR: DOS PROCESOS CON CARACTERISTICAS PROPIAS
Enviado por kyky2009 • 25 de Agosto de 2014 • 2.693 Palabras (11 Páginas) • 241 Visitas
Año: 2013
Expositor: Lacsi, Griselda
EVALUAR…INFORMAR: DOS PROCESOS CON CARACTERISTICAS PROPIAS
RESUMEN:
El tema de la evaluación es bastante complejo y en el último tiempo se ha convertido en un tema recurrente, tanto en el debate didáctico como en las preocupaciones de los distintos estamentos que integran la vida escolar. ¿El motivo?... pocas tareas provocan tantas dudas, y contradicciones a los docentes, como las relacionadas con la evaluación y las actuaciones o decisiones asociadas a ella. Entonces, “Nadie puede negar que la evaluación educativa es una actividad compleja, pero al mismo tiempo constituye una tarea necesaria y fundamental en la labor docente” tanto como para mejorar, como para trabajar en forma conjunta con las familias.
En este trabajo tratare de hacer un acercamiento entre lo que se denomina evaluar e informar con el fin de relacionar estos dos conceptos para interpretar como la evaluación sirve como eje para la construcción de un informe.
INTRODUCCIÓN
Todos aquellos que no dedicamos a enseñar y que, además, queremos aprender (de nuestra practica y la de otros), comprobamos, día a día, que la evaluación cobra una importancia cada vez mayor porque desempeña un papel primordial en el proceso de enseñanza – aprendizaje.
La evaluación en el ámbito escolar tiene como propósito fundamental mejorar el proceso y los resultados del aprendizaje. En este sentido se debe realizar en forma permanente de tal manera que sepamos donde están las potencialidades, las virtudes, los vacíos o las dificultades, con la finalidad de intervenir oportunamente para superarlas. En este sentido, se puede decir que la evaluación permite un seguimiento que debe ser compartido con la familia, para poder de esta manera trabajar en conjunto. En este trabajo se hará una reflexión sobre las diferentes funciones de la evaluación y la manera en que se transmite la información obtenida a través de la evaluación, a las familias.
La tarea de evaluar consiste en recoger información sobre qué y cómo aprende cada alumno, cuáles son sus progresos en situaciones de enseñanza, de modo que podamos detectar logros pero también incomprensiones y dificultades y tomar medidas necesarias para superarlas. No puede haber un aprendizaje efectivo si no evaluamos, es por la evaluación que sabemos que estamos yendo por el camino adecuado o es necesario cambiar de ruta. La evaluación nos dice cómo se está desarrollando el proceso de aprendizaje y si los resultados son los esperados o no.
Aunque, tradicionalmente la evaluación se ha centrado en medir las competencias del alumnado, es decir, su rendimiento, con fines casi únicos de acreditación y promoción. Esta visión limitada de la evaluación ha venido cambiando con el paso del tiempo.
En la actualidad se percibe como un proceso global donde su único referente no es solo el alumno sino también el docente, la institución, y aun la propia comunidad educativa y en ella la familia. En este sentido, la evaluación es concebida como parte integrante de la dinámica de los procesos de enseñanza – aprendizaje, no pasa un día sin que al finalizar la jornada no hagamos un balance de lo que hicimos y como lo hicimos, que nos falta por hacer, cual es el camino a seguir, que cosas debemos modificar, etc. En la vida cotidiana constantemente se esta evaluando, aun sin ser consciente de ello.” …Evaluar supone tomar cierta distancia de las situaciones, para entenderlas y juzgarlas. Ese juicio se organiza desde la diferencia entre lo esperado y lo acontecido, entre los puntos de partida y de llegada” Es decir, se deben considerar tanto los puntos de partida, como los procesos y los resultados y generar una constante retroalimentación, tanto en la tarea de enseñar como en el acto de aprender.
Por ello no es posible pensar y organizar un proceso de enseñanza sin que no esté presente el componente de la evaluación, ya que ella nos sirve como base orientadora del quehacer docente a lo largo de su actuación. Porque en la medida en que el docente toma decisiones prudentes sobre la conveniencia del ajuste, él mismo pone en práctica la responsabilidad derivada del saber decidir y del saber hacer que identifican su labor profesional y didáctica .
Con este cambio se la podría definir como:
“…un proceso sistemático y riguroso de recogida de datos, incorporado al proceso educativo desde su comienzo, de manera que sea posible disponer de información continua y significativa para conocer la situación, formar juicios de valor con respecto a ella y tomar las decisiones adecuadas para proseguir la actividad educativa mejorándola progresivamente” .
Esta nueva mirada está centrada en la reflexión de la acción y propende a situarse en el aprendizaje de quienes la realizan. Y nos pone a pensar en cambiar las prácticas que se llevan a cabo en las aulas.
Por ello, es importante que la recogida de datos, análisis y evaluación de los mismos se haga de forma progresiva y con criterios pre- establecidos, que nos permitan obtener información valida y confiable porque así, se está poniendo el acento en su carácter formativo y en la posibilidad que nos brinda de reflexionar continuamente sobre nuestros propios procedimientos de enseñanza, de modo que nos permita adecuarlos a las necesidades y características del alumnado de manera que satisfagan las expectativas de los educandos. El propósito más importante de la evaluación no es demostrar, sino perfeccionar .
Pero en su realización influyen aspectos relativos a concepciones y prácticas de muchos años, demandas específicas de los padres de familia o exigencias administrativas, entre otros. Todo ello puede afectar de manera positiva o negativa, es decir pueden hacer que esta herramienta beneficie o perjudique los procesos de enseñanza y aprendizaje
El docente en su función de evaluador debe ser creativo, innovador, empático, comunicador y objetivo. La creatividad e innovación está relacionada con la capacidad para pensar, crear o producir situaciones novedosas que motiven al estudiante, crear las condiciones que facilitan el conocimiento, pensamiento crítico, reflexivo que conduce al aprendizaje significativo. Por otra parte, la objetividad es una importante característica del docente como evaluador, es la capacidad de ser imparcial, de ser justo, de no imponer sus observaciones personales o ser subjetivo.
Desde el momento en que nos abrimos a entender que el proceso de evaluación es participativo y abarcador nos damos cuenta que existen medios, instrumentos, auxiliares y procedimientos diversos que nos apoyan para la realización de esta tarea. Entre ellos tenemos que destacar a la observación como
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