Educacion Artistica
Enviado por luisguti316 • 11 de Marzo de 2013 • 3.691 Palabras (15 Páginas) • 296 Visitas
Políticas educativas y educación artística
Lucina Jiménez
EDUCACIÓN, ECONOMÍA Y FORMACIÓN ARTÍSTICA
La educación constituye un sector estratégico para Iberoamérica, porque el presente y el futuro de
la economía, de las relaciones sociales, la biodiversidad y el aprovechamiento sustentable del medio ambiente, así como el papel de nuestros países en el mundo global, dependen esencialmente
de la formación, los perfiles, competencias y capacidades de sus ciudadanos para interactuar,
moverse, relacionarse y participar de un mundo acelerado, rodeado de incertidumbre y fragmentación, y cuya geopolítica reclama el establecimiento de nuevos equilibrios.
El mundo contemporáneo vive el auge de la economía creativa, fincada en el valor de lo intangible, el capital intelectual, la capacidad de producir conocimiento e innovación en todos los
campos, no solo en la ciencia y la tecnología; así como en la posibilidad de actuar en contextos
interculturales e interdependientes, reales o virtuales, interconectados. La economía gira también
en torno al entretenimiento y al ocio, en el cual las industrias culturales movilizan recursos nada
despreciables.
Por otro lado, nuevos retos de convivencia y de participación social van aparejados al crecimiento
de sociedades fragmentadas, donde la vida urbana y los ambientes escolares enfrentan contextos multiculturales, desintegración familiar, pobreza y una tendencia creciente hacia la violencia;
asimismo, se encuentran ante una escuela en crisis y el poder de las nuevas comunidades de
aprendizaje en las que influyen de manera rotunda los medios de comunicación, las tecnologías
electrónicas y nuevas estrategias de acercamiento al conocimiento, la lectura y la escritura, además de una cultura visual saturada de imágenes.
Estos contextos impulsan profundas reflexiones en torno al perfil de egreso de los estudian-
tes en los diferentes niveles educativos, acerca del lugar y el cometido de la escuela básica, así
como en torno a los retos de la educación superior en la ciencia, la tecnología y otras ramas sociales o humanísticas. Es aquí donde la educación artística, bajo diferentes enfoques y concepciones,
ha comenzado a ganar mayor comprensión de su necesidad y de sus posibilidades en la educación
básica y también en otros niveles educativos.
En un diálogo con Enrique Villa, director general del Instituto Politécnico Nacional de México,
organismo público creado en los años treinta para la formación científico-técnica, donde los jó-
venes, en su mayoría de escasos recursos, estudian ingenierías, administración, robótica y física,
entre otros ámbitos, este sostenía, después de leer un ensayo sobre educación artística, que era
ineludible y urgente que los estudiantes de ese Instituto pudiesen acercarse a la literatura, a la
música, al teatro, a la danza y a otros lenguajes y conocimientos artísticos. “Tenemos los mejores
técnicos, los mejores ingenieros, los mejores físicos –comentó–, pero muchas veces no pueden
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expresarse, no pueden comunicarse, sus especialidades los encierran y les cuesta trabajo proyectar sus conocimientos y sus habilidades en contextos de diversidad cultural y de competencia
internacional con egresados de escuelas que tienen relación con las artes”.
La importancia de la educación artística en la economía ha ganado influencia en las políticas
educativas y aun en la inversión privada del mundo anglosajón. Durante la Conferencia Internacional sobre el Futuro de la Educación Artística en el Tercer Milenio, celebrada en Nueva
York en 1999, uno de los directivos de la IBM afirmó en su discurso que la empresa estaba
financiando programas de educación artística en diversas escuelas, ante el hecho contundente
de que la economía contemporánea se basa en la informática y que esta genera recursos no solo de
la venta de computadoras y periféricos, sino sobre todo pero sobre todo de la comercialización
del software.
Para desarrollar software –señaló–, se requiere tener pensamiento abstracto, y eso solo lo brinda
la educación artística. En Estados Unidos –concluyó–, el software no lo están diseñando estadounidenses, sino inmigrantes de América Latina o la India, es decir, profesionales que proceden de
países con una tradición artística y cultural milenaria. Entonces, invertir en educación artística
en Estados Unidos es pensar en la economía y en el fortalecimiento de los intereses de los americanos.
En su documento programático de campaña, Barack Obama establece como prioridad de la polí-
tica pública educativa el que los niños y jóvenes puedan tener educación artística en las escuelas
públicas. En su plataforma para las artes habla de incrementar la asociación entre escuelas y organizaciones artísticas, crear grupos de artistas que trabajen en escuelas pobres y sus comunidades.
Durante 2007, el sector artístico no lucrativo generó 166,2 mil millones de dólares y generó 5,7
millones de empleos de tiempo completo. La organización Americans for the Arts ha hecho llegar
ya su propuesta para enfrentar la crisis en el sector artístico y promueve ahora el voto ciudadano
para que el Congreso otorgue un presupuesto de 36,5 millones de dólares para la educación artística (http://artusa.org/get_involved).
Este enfoque de la educación artística para la atención de la economía impulsa a muchos países a
dar prioridad a esta formación y, sin menospreciar la importancia que esto tiene, lo cierto es que
hay muchas otras racionalidades que debieran orientar la presencia de las artes en la formación de
los ciudadanos, que van mucho más allá de la economía y que implican asumir una nueva manera
de relacionarse, de comunicar, de imaginar y de soñar.
Las políticas educativas enfrentan retos de gran magnitud, ya que tanto para la vida profesional
como para la vida misma ahora se requiere creatividad, capacidad de transformación, de adaptación, desarrollo de habilidades de comunicación y actuación en contextos translocales y de diversidad cultural, de innovación, etc., características que suponen un cambio radical de la definición
del sujeto de la educación y una reflexión en torno al tipo de saberes y de conocimientos que la
escuela promueve y legitima.
Pero también es cierto que el planeta necesita de
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