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El Alma De La Toga


Enviado por   •  2 de Noviembre de 2012  •  4.727 Palabras (19 Páginas)  •  336 Visitas

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El libro "EL ALMA DE LA TOGA " de ANGEL OSSORIO, comienza con un decálogo del abogado a los cuales no tomé como simples consejos , sino que los incorporé en mi vida, van con mi convicción sincera al elegir esta carrera ,con la convicción que tengo y sostengo de que la esencia del ser humano que nos iguala a todos no de debe perder, nadie puede ceerse ser más que otro porque todos somos humanos , iguales, dignos del mismo derecho y libertades...

El libro de divide en 27 capítulos

1-QUIÉN ES ABOGADO

Para empezar, el autor nos hace un llamado para reivindicar el concepto de "abogado". Todos se creen abogados lo cual ha hecho que esa calidad se torne difusa , anbigua,. Nos dice que ser abogado académica sino una concreción profesional . Afirmándonos que el verdadero abogado es aquel que dedique su vida a la profesión dando consejos jurídicos y pidiendo justicia en los tribunales

Abogado será aquel que se apasione por su arte ,lo cual lo distingue de los demás, de lo contrario todo su conocimiento y técnica será inútil para abogar, debe utilizarse esa formación cultural como herramienta para aplicarla en el ejercicio diario y permanente de la profesión, .

Considero que es verdad que hay muchos abogados que se han encargado de darle una mala reputación a ésta profesión, y es por eso que a mi parecer la facultad de derecho debe formar profesionales que con convicción sepan ganarse el respeto de la sociedad . Para eso considero de suma importancia este seminario para que cada uno reflexione en la responsabilidad que conlleva el buen ejercicio de la profesión para aquellos que tenemos vocación y ganas de impartir justicia pero sin olvidarnos los valores que están en nuestra esencia.

2- LA FUERZA INTERIOR

En este capítulo el autor hace incapíe en la importancia que tiene confiar y sostener una convicción propia afirmando que el hombre cualquiera que sea su oficio, debe creer principalmente en sí. La fuerza que en sí mismo no halle no la encontrará en ninguna otra parte. En nuestra profesión cuando se nos plantes el caso y debemos formar opinión siempre habrá sugestiones fuera de nosotros que nos inducen a perder el sentido propio, nos sembrarán la duda, nos desorientan, nos desconcentran, nos perturban, para lo cual la única receta es seguir los dictados que uno mismo se imponga y desatender lo demás, porque la responsabilidad también es sólo nuestra. En nuestro ser se halla la fuerza de las convenciones, la definición de la justicia, el aliento para sostenerla, el noble estimulo para anteponerla al interés propio. Menciona que el abogado tiene que comprobar a cada minuto si se encuentra asistido de aquella fuerza interior y en cuanto le asalten dudas en éste punto debe cambiar de oficio.

Creo que debemos aprender a confiar en nosotros mismos, sin tener que estar condicionados a las opiniones o a las críticas que podrán hacernos los demás quienes siempre nos van a poner a prueba para desalentarnos. Es verdad lo que el autor nos dice, es la fuerza interior la que nos ayuda a enfrentar las injusticias que se nos presentan. Habrá muchas veces en las que podemos llegar a pensar que todo está perdido, pero debemos encontrar la confianza en nuestras resoluciones actuando con la ética de nuestras convicciones que nos impulsa a seguir adelante creyendo en la verdad y en la justicia, porque de lo contrario estaremos perdidos.

3-LA SENSACIÓN DE LA JUSTICIA

En éste capítulo el autor comienza por negar que el abogado busque la orientación de su juicio y las fuentes de su actuación en el estudio del derecho escrito.

Nos dice que la Justicia no es fruto del estudio sino una sensación. Ser abogado no es saber el Derecho, sino conocer la vida. El derecho positivo está en los libros, pero lo que la vida reclama no está escrito en ninguna parte. Quien tenga previsión, serenidad, amplitud de miras y de sentimientos para advertirlo, será Abogado; quien no tenga más inspiración ni más guía que las leyes, corre el riesgo de equivocarse sino se pregunta ¿Dónde está lo justo?.

En resumen lo que quiere decir con las palabras "la sensación de la justicia" es que procuremos no actuar tan apegados a las leyes, que usemos lo que nosotros tenemos conceptualizado como bueno, equitativo, prudente, cordial y sobre todo justo, porque la justicia no es algo que se puede aprender en libros , sino un valor que sólo se aprende en la vida con los hechos.

4-LA MORAL DEL ABOGADO

En la moral del abogado de lo que Ossorio nos habla es del criterio ético a que se debe atener y guiar el abogado pues la rectitud de la conciencia es más importante que el ingenio del abogado y ante el momento crítico para la ética de aceptar o repeler una cuestión niega aquella defensa que a nuestros ojos sea infame y contraria a la convicción, ya que está comprometido la paz social , el prestigio personal, y nuestra responsabilidad. Cuando un abogado acepta una defensa, es porque estima - aunque sea equivocadamente- que la pretensión de su tutelado es justa, y debe resolverlo en el sentido que la moral marque con una orientación que deje tranquila su conciencia sin vacilar ni retroceder por miedo a la crítica. Reconoce que hay abogados que hacen lo opuesto pero los tilda de excepcionales y poco numerosos.

Considero que en la sociedad actual se ven más actos de falta de ética que cuando el autor redactó el libro, los factores son muchos , tal vez la competencia que hace defender cualquier acto , tal vez la falta a la palabra , la corrupción , da lo mismo todo, como predicó Discépolo, "da lo mismo un burro que un gran profesor" pero creo que en esta época de sinsentido, de carencias de metas , en nosotros , en esta nueva generación de abogados está la esperanza de cambio resaltando la vocación y el amor por lo que hacemos , empezando por hacernos respetar con actos que nos distingan y actuando de buena fe y responsabilidad. Cuando el autor se pregunta ¿qué es la moral ? dice que esa no es cuestión para los abogados sino para la humanidad entera. Considero que la moral tiene una base social, es un conjunto de normas establecidas en el seno de una sociedad y como tal, son cambiantes a la vez que ejercen una influencia muy poderosa en la conducta de cada uno de sus integrantes. En cambio la Ética surge como tal en la interioridad de una persona, como resultado de su propia reflexión y su propia elección, que influyen en la conducta pero desde su conciencia y voluntad, originadas en los propios valores y acciones que permitan al hombre ser mejor hombre.Esto implica no solo un cambio a nivel social sino que también es necesario y mucho más importante un cambio dentro de la persona y ese será el peso y el alcance de la ética en nuestra profesión.

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