El Curriculum Oculto Como Reproductor De Valores

Hasta hace poco, siendo honesta, no entendía con claridad cómo la escuela y los docentes en concreto, tienen la función compartida con la familia de formar en los alumnos una personalidad o identidad de valores, para generar en los niños y jóvenes, comportamientos “positivos” en cuanto a la convivencia social y democrática, para integrarse a la sociedad dominante o que “está de moda” en ciertos momentos históricos, además de ser el aparato del estado para la conservación y transmisión de la cultura.

En el siguiente escrito se llevará a cabo una reflexión y análisis sobre lo que es el currículum oculto, la visión del currículum oculto desde las principales características y fundamentos de la llamada pedagogía crítica, expuesta principalmente por Henry Giroux, y la función que las escuelas tienen y deberían tener dentro de esta perspectiva en base a su artículo “Educación social en el aula: La dinámica del currículum oculto”.

Para ello conviene puntualizar las diferentes expresiones del currículum.

El currículum ha sido dividido en currículum formal, currículum real y currículum oculto para analizar el proceso educativo y cada una de las actividades que en él se suscitan.

Para entender de mejor forma el concepto de currículum oculto es conveniente repasar el estudio de la teoría curricular. Durante la década de los 60’s en la escuela tradicional se llevaron a cabo reformas para lograr el funcionamiento adecuado de las escuelas pues muchos se preguntaban cuál era al fin de cuentas el papel que desempeñaban y la finalidad que tenía la educación. Hasta ese momento se pensaba que el currículum era simplemente los contenidos y programas establecidos explícitamente por las autoridades oficiales. Estas reformas fracasaron y los reformistas se dieron cuenta que no era suficiente cambiar las estrategias o contenidos para desaparecer el tinte conservador de la escuela. A partir de este momento se desarrolló con fuerza la teoría del currículum oculto que resaltaba el papel socializador de las instituciones educativas y su función como aparato reproductor de ideologías y cultura. Rechazó la mirada reduccionista que sostenía a la escuela como el lugar donde se daban marcha a los contenidos de cada asignatura y los profesores aplicaban estrategias para transmitir dichos contenidos.

Así pues es a través del currículum oculto en el que se expresan de manera implícita la formación de valores y prácticas que no forman parte del currículum oficial y que ciertamente estos “aprendizajes” son mucho más significativos que los propios contenidos del currículum formal.

Así, que los estudiantes aprenden algo más que habilidades cognitivas, lo muestra con más detalles el análisis de [Basil] Bernstein, que concentra su atención en algunos rasgos de la naturaleza política de la enseñanza escolar.

De esta forma el currículum oculto se encuentra presente dentro de los procesos que se desencadenan al interior del aula, pero que no son visibles, es decir, no tienen lugar dentro de un programa plan. Representa a aquellos conocimientos que una sociedad determinada ha construido a lo largo de su historia y los transmite por medio de acciones debidamente legitimizadas, como también, a través de prácticas cotidianas y que de cierto modo pasan desapercibidas, pero que impactan en los aprendizajes.

El análisis en cuestión sostiene que los estudiantes aprenden valores y normas destinadas a producir «buenos» trabajadores. “Los estudiantes interiorizan valores que acentúan el respeto a la autoridad, la puntualidad, la limpieza, la docilidad y la conformidad. Lo que los estudiantes aprenden del contenido formalmente sancionado del currículum es mucho menos importante que lo que aprenden de los supuestos ideológicos encarnados en los tres sistemas ideológicos encarnados en los tres sistemas comunicativos de la escuela: el sistema curricular, el sistema de estilos pedagógicos de controles de clase, y el sistema evaluativo."

Desde la perspectiva crítica el currículum

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