El Decalogo Del Desarrollo
Enviado por Juanh1293 • 9 de Septiembre de 2014 • 7.154 Palabras (29 Páginas) • 182 Visitas
AGRUPACION “LIEBRES AD”, es un Grupo de egresados del Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez, interesados en apoyar al estudiantado para el rescate de valores y su desarrollo personal y profesional en beneficio de nuestra comunidad.
Derecho de Autor:
Octavio Mavila Medina
Rep. De Panamá 3490, San Isidro
Lima, Perú
EL DECALOGO DEL DESARROLLO
Prologo
El trabajo que te ofrecemos, amigo lector, no es una tesis, teoría o hipótesis….
Es un análisis histórico, un reconocimiento de hechos reales que constituyen el punto de partida de un largo camino que ha conducido a los 5 mil millones de seres que conforman la población mundial del siglo XX, en su novena década, a la actual división en que, por su situación económica, se tiene que clasificar las naciones del mundo en países desarrollados ricos y países subdesarrollados ricos o pobres.
Hacemos la anotación de “subdesarrollados ricos” porque en esta condición se encuentran unos pocos países, tal es el caso de las comunidades árabes que por poseer petróleo en gigantescas cantidades en sus territorios, se han convertido en ricos, pero no han alcanzado el desarrollo.
La división señalada es la expresión de una realidad conformada a lo largo de los últimos 400 años, cuya causa se encuentra, principalmente, en condicionamientos mentales que trataremos de explicar.
El presente trabajo, precisamente, quiere llegar a la razón misma que explica tal división. Y al obtener tal explicación de este fenómeno, llegaremos a la conclusión paradójica que la tarea de salir del subdesarrollo y gozar del bienestar y confort, es decir, de una mejor calidad de vida y de seguridad que caracteriza a los países desarrollados es, en verdad, sencilla.
No obstante, siendo sencilla es muy difícil, de ahí la paradoja. Es sencilla, porque no depende de lo que tengamos en cantidad suficiente o de aquello de lo cual carezcamos; por ejemplo la tecnología, el capital, los equipos y las herramientas. Depende solo de otro factor: las actitudes de comportamiento impresas en nuestras mentes. Pero precisamente allí esta la dificultad: ¿Cómo hacer para que las actitudes necesarias proclives al desarrollo se compenetren en nuestras mentes y hagan proceder a la gente en forma como actúan la mayoría de las personas de un país desarrollado?
Creemos que hemos descubierto el camino a seguir.
Creemos que en la mano de los empresarios está la llave que nos abrirá ese camino.
Creemos también que con el empuje, tesón y coraje de los empresarios, que serían los abanderados iniciales de esta gran cruzada nacional en pos del desarrollo, se generará el impulso inicial que se multiplicará con el correr del tiempo, hasta abarcar una porción importante de la población que actúe de acuerdo al “Decálogo del Desarrollo” y que, su porcentaje respecto al total del de ella – 50% cuando menos – incline el comportamiento del país en la dirección correcta.
Este pequeño folleto, amigo lector, te ayudará a cambiar tu vida. Te hará progresar. Te hará obtener mayores beneficios. Te hará más feliz.
Si adecúas tu vida al Decálogo del Desarrollo, mejorarás espiritual y materialmente y te superarás como persona. No importa en qué nivel social o económico te encuentres ahora. Si te decides a partir de hoy a cambiar en lo que sea necesario para adecuarte lo más rápido posible al Decálogo del Desarrollo, si eres acaudalado, tu riqueza se incrementará y si eres pobre, estamos seguros que tu situación cambiará favorablemente a lo largo de pocos años y lograrás que tu familia también mejore en todo sentido.
Esta es la gran cruzada nacional para que el México salga del subdesarrollo y pobreza, empezando por ti mismo, tu familia y tu empresa.
Decálogo del Desarrollo
Deseos primarios de toda persona.
Se puede tener la completa seguridad de que si a un grupo de personas se les hace las siguientes tres preguntas:
¿Deseas ganar más?
¿Deseas progresar más?
¿Deseas mayor felicidad?
Todas responderán afirmativamente. Y no solo ello, sino que sana y de manera consciente cada una de las personas afirmará que se está esforzando por obtener una mejor posición en cada una de estas legítimas aspiraciones.
Sin embargo, constatamos a diario que nuestro país, así como en los países subdesarrollados pobres, que la gente no progresa, no gana lo suficiente y en consecuencia, no tiene la oportunidad de cubrir determinadas necesidades materiales que forman parte de la felicidad de una persona.
El trabajo aquí presentado, busca el camino que permita satisfacer estos anhelos en las personas que conforman una empresa, grande o pequeña en los trabajadores independientes, en los profesionales, en los empleados públicos, etc.; en resumen, busca el desarrollo del México basándose en la superación de cada mexicano.
Países pobres y países ricos
Somos un país subdesarrollado y pobre. Mientras tanto, oímos hablar de países desarrollados y ricos.
¿En qué se traduce la clasificación de ricos y pobres o desarrollados y subdesarrollados?
Empecemos diciendo que señalar las características de nuestra pobreza, será repetir algo conocido por todos, porque a diario esta situación padece la mayor parte de la gente del país, y quien no la vive por tener una posición acomodada, está sin embargo en contacto con ella en sus diferentes manifestaciones.
En los países ricos, altamente industrializados, la producción de alimentos, bienes y servicios, alcanza un gran volumen con gran eficiencia de producción lo cual hace que parte de sus necesidades en todo orden de cosas sean cubiertas y que aún haya excedentes exportables, lo que a su vez da al país posibilidades de importar aquello que, por alguna razón, no produce o lo hace en insuficiente cantidad.
Dos ejemplos contundentes nos permitirán apreciar en toda su realidad el contraste de los sistemas de producción de estos países con los nuestros.
En el Perú, trabajan 2’700,000 personas de 16 a 65 años en el campo, 47% de la PEA (Población económica activa), cantidad que subiría sustancialmente si contáramos a los menores de 16 y mayores de 65. Sin embargo, somos deficitarios en alimentos y tenemos que importarlos por 400 millones de dólares anualmente para alimentar a 20 millones de personas. En Estados Unidos, trabajan en el campo 3’500,000 persona, las cuales producen alimentos suficientes para sus 240 millones de habitantes y además, exportan
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