El Imperio Efímero De La Moda

El imperio efímero de la moda.

Introducción.

La moda vio su nacimiento a finales de la Edad Media en una clase social dominante ávida de otro tipo de competencia de lejos de las guerras y los torneos. La ropa en esta competencia representaba rango. La burguesía se unía a la competencia de clases por medio de la vestimenta al imitar a la aristocracia e incluso competir con ella en la guerra de los artificios que represento la moda en esta etapa.

Posteriormente de la Edad Media a la corte de Luis XIV pudimos ver una evolución de la vestimenta tan acelerada como nunca antes se había visto. Desde Egipto hasta Roma pudimos ver en estas grandes civilizaciones ligeras variaciones en la vestimenta. Si bien usaban accesorios que si fueron cambiando con los años, las vestimenta, el corte, era el mismo.

Así pues a finales de la Edad Media comenzó todo, pero siguió teniendo un patrón, propio de las épocas de tradición, en las cuales reina un nacionalismo. Se podía decir que era de que región, esa fusión, globalización actual no existía pues es propia de las épocas de la moda.

Con la aparición de las sociedades democráticas y la Revolución que trajeron consigo, las épocas de la tradición llegaban a su fin.

La Alta Costura, o costura a la medida, que había reinado, con su sede en Paris, (pues Francia se convirtió en la principal capital de la moda) habían llegado a su fin. Los cánones de belleza y las tendencias cambiaron.

La industrialización propia de las sociedades democráticas, trajo consigo el pret-a-porter o ready to wear, que desplazo poco a poco a la Alta Costura, hasta cierto punto que las grandes casa solo sobreviven gracias al dinero que aportan las licencias, y entre todo principalmente la venta de perfumes y cosméticos, seguidos por el pret-a-porter.

El hedonismo y el individualismo, hijos de la democracia, trajeron consigo cambios más significantes a nivel social. Entre ellos la igualdad de sexos, que la moda adopto eventualmente, aunque con una tendencia más marcada a la mujer, pues si bien las tradiciones se han modificado no han sido dejadas atrás. Las costumbres, modificadas a nuestra conveniencia no son dejadas atrás, pues mantienen un unitarismo en la sociedad.

Las mujeres adoptan un papel activo en la sociedad y se ve reflejado en su vestimenta, .Los hombres regresan a la moda después de que fueron relegados a un papel más sobrio en el siglo XIX. Sin embargo las mujeres siguen teniendo el protagónico.

La moda se convierte en un espíritu joven, y ya no adquiere sus tendencias de unos cuantos hombres, si no que lo adquiere de todas las clases sociales, generando un sinfín de tendencias sin un origen especifico.

En este ensayo se tratan estos temas para tratar de inculcar en el lector un sentido por la moda mas allá de las frivolidades y apoyado más en que hay que tomarla como una problemática social carente de temporalidad.

Si bien el tema de la moda trae a la mente un mundo material, hay que profundizar en ella, verla como parte de la sociedad democrática en la que vivimos.

I.- La Moda y Occidente: El Momento Aristocrático.

La inestabilidad de la apariencia.

Aunque eran numerosos, los peinados, accesorios, tatuajes entre otros artificios, todos estaban sujetos a normas de generación en generación.

Sin Estado ni clases y con la estricta dependencia del pasado mítico, las sociedades primitivas estaban organizadas para no admitir el dinamismo del cambio histórico.

Para que el reino de las frivolidades pueda hacerse presente será necesario que la sociedad acepte el cambio histórico.

Varias prendas han permanecido inalterables por siglos, como lo fue la vestimenta del antiguo Egipto que era igual para ambos sexos y permaneció hasta su caída, como sucedió también con Roma. El mejor ejemplo es el del kimono que ha permanecido inalterable durante siglos en Japón y se sigue usando en la actualidad. En algunas civilizaciones el cambio se dio por influencias extranjeras, como el caso de la India cuando fue conquistada por los mongoles y por consiguiente adoptaron la forma de vestir de estos. Sin embargo esto no marca una tendencia a través de los siglos si no son influencias ocasionales y no podríamos decir que todas las civilizaciones han seguido este patrón. La influencia extranjera no es suficiente para romper lo tradicional, pues podría ser algo pasajero, pero esto se convierte en moda cuando se vuelve algo constante y regular, cuando funciona como exigencia cultural autónoma, independiente de las relaciones con el exterior.

La moda apenas ve la luz a mediados del siglo XIV, que se impone por la aparición de un tipo de vestido radicalmente nuevo, diferenciado solo por el sexo: corto y ajustado para el hombre, largo y envolviendo el cuerpo para la mujer. La misma ropa larga y holgada que se había llevado durante siglos por los dos sexos, se sustituyo por una vestimenta masculina compuesta por un jubón, especie de chaqueta corta y estrecha unido por dos calzones ceñidos que dibujaban la forma de las piernas, y por un traje femenino que perpetuaba la tradición del vestido largo, pero mucho más ajustado y escotado.

Es a partir de este momento que se podría decir que esa permanencia de siglos atrás se ha roto para darle paso a un cambio constante sustentado por las clases altas. Es a finales de la Edad Media cuando en verdad podemos decir que un ciclo de la moda a comenzado. Las modas cambiaban cada año, cada mes, semana, etc.

En el siglo XVI, Matthaus Schwarz, director financiero de la casa Fugger, realizo un libro en el cual mostraba las prendas que había usado desde su infancia hasta las que fueron confeccionadas según sus instrucciones. Puede ser considerado como “el primer historiador del vestido”.

La moda cambia sin cesar, pero en ella no todo cambia. Los accesorios, los ornamentos, la sutileza de los adornos, etc. Son modificados más rápidamente, en tanto que la estructura de los trajes y las formas generales permanecen mucho más tiempo. Por ejemplo el largo de las mangas o la amplitud de los escotes son variaciones pero el patrón general el “armazón” del vestido prevalece.

Gabriel de Tarde menciona que mientras en las edades de la costumbre reinan el prestigio de la antigüedad y la imitación de los antepasados, en las eras de la moda domina el culto de las novedades así como la emulación de los modelos presentes y extranjeros.

En los tiempos en los que reina la costumbre la gente parece estar más orgullosa del país que de la época más en los tiempos de la moda la gente esta mas orgullosa de la época que del país. Las clases sociales altas son las primeras en abrazar estos cambios, se aspiraba a la moda en Italia, España y Francia, un gusto por lo extranjero, por lo

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