El Maestro Y Su Practica Docente
Enviado por le94 • 30 de Septiembre de 2011 • 2.480 Palabras (10 Páginas) • 2.937 Visitas
MI FORMACION DOCENTE EN LA LE 94: critica, rescate de innovación mediante la reflexión y sistematización en la acción de la tarea educativa.
El siguiente ensayo nos ayuda a reflexionar e identificar en nuestra práctica docente y nuestros propios saberes algunos elementos que podemos preservar así como reconocer cuales podemos innovar con la perspectiva de introducirnos en la comprensión y transformación de nuestro saber cotidiano. Nos ofrece elementos teóricos, metodológicos e instrumentales paraqué reconozcamos, rescatemos y valoremos nuestra práctica docente y que NO caigamos en ser docentes conformistas. Para c comprender mejor esto vamos a dialogar con los siguientes autores:
1. El saber de los maestros. Wilfred Carr y Stephen Kemmis.
2. El problema al revés. Donald A. Schön.
3. Mis experiencias en escuelas unitarias. Federico Acosta C.
4. Acción cultural y concienciación. Paulo Freire.
5. Sobre la razón y la libertad. C. Wright Mills.
6. Los profesores como intelectuales transformativos. Henry A. Giroux.
7. La propuesta de formación del eje metodológico. Arias Ochoa, Gutiérrez Bravo y Rodríguez Guzmán.
LA SABIDURIA DOCENTE:
“El saber de los maestros” (cfr. Sep /UPN-México,1994, pp.9-11).
Para empezar mencionaremos de acuerdo a la antología ¿qué es el saber?:
“El saber se define como creencias en lo justificadamente cierto” para que alguien nos convenza de que sabe, es preciso que veamos cómo sus ideas sobreviven a un examen crítico: que pueden ser justificadas, que superan todos los intentos de demostrar su falsedad, y que no pueden ser verdad.
Nos menciona que hay diferentes tipos de saberes que los enseñantes poseen.
Yo estoy de acuerdo con Carr y Kemmis en cuanto a los saberes. Hay veces en que no investigamos y aunque sepamos que el trabajo que realizamos no fue lo mejor, lo seguimos dejando así y nos comportamos como personas conformistas. También a veces creemos que sabemos muchas cosas acerca de nuestra práctica docente y nos cerramos a investigar un poco mas y justo en esta lectura nos dice que no porque creemos que sabemos quiere decir que sea cierto y que no debemos caer en la trampa de pensar tampoco que todas las teorías que nos presenten los libros son completamente ciertas. Así que es hora de que nos convirtamos en investigadores sociales competentes tomando en cuenta que: un investigador social competente no caerá en la trampa de considerar sus teorías como verdades, si no que para el serán problemáticas, abiertas a la reconstrucción. Pero no siempre acertará a expresar ese carácter problemático de manera que sea evidente para todo el mundo.
Tenemos que aprender a reflexionar sobre nuestros saberes día con día, a ver que podemos rescatar y que podemos mejorar para así irnos innovando en nuestra práctica docente. Que también estoy de acuerdo en que algunos de nuestros saberes se derrumbaran tan pronto como empecemos a tomarlos en serio como guía para la acción; otros resultaran modificados, profundizados y mejorados a través del análisis y de la verificación activa y no por esto nos debemos sentir mal y hacernos a un lado. Al contrario esto nos dará una pauta más para aprender.
“el problema al revés” (cfr. Sep /UPN-México,1994, pp.12-16).
Aquí nos continúa hablando sobre los saberes nos menciona los siguientes:
1. El saber cotidiano consta en las experiencias que sedan en las experiencias y vivencias en la vida diaria, de esta manera se obtiene un conocimiento previo.
2. El saber científico, se da cuando el docente se especializa en algún problema de interés en la sociedad o indaga más en algún tema de suma importancia.
3. El saber profesional se consigue en los estudios realizados en las diferentes etapas de nuestra vida y en las estrategias y planes realizados.
La perspectiva de este libro también nos menciona las siguientes premisas:
• Inherente a la práctica de aquellos profesionales que reconocemos como especialmente competentes, existe una fundamentación artística.
• El arte es una forma de ejercicio de la inteligencia, un tipo de saber, aunque diferente en aspectos cruciales de nuestro modelo estándar de conocimiento profesional. No es intrínsecamente algo misterioso, es riguroso en sus propios términos y podemos aprender mucho sobre el dentro de ciertos límites deberíamos considerarlo una cuestión abierta estudiando detenidamente el nivel de ejecución de los prácticos especialmente competentes.
• En el terreno de la práctica profesional, la ciencia aplicada y las técnicas basadas en la investigación ocupan un territorio críticamente importante si bien limitado, colindante en varios de sus lados con el arte. Existe un arte de definición del problema, un arte de su puesta en práctica y un arte de la improvisación: todos son necesarios para mediar el uso en la práctica de la ciencia aplicada y de la técnica.
El énfasis de esta lectura se sitúa en el aprender haciendo, que fue descrito ya hace mucho tiempo por John Dewwy como “la disciplina básica o inicial” “el reconocimiento del curso natural del desarrollo siempre aflora en el marco de situaciones que implican aprender haciendo. Artes y oficios forman la etapa inicial del curriculum, puesto que corresponden al saber cómo emprender el logro de los fines.
Los estudiantes aprenden mediante la práctica de hacer o ejecutar aquello en lo que buscan convertirse en expertos.
“aprender haciendo” (Roberto Caballo. Internet).
Para un profesor cambiar sus formas de aprendizaje es muy difícil, porque lo que uno ha visto tiende a reproducirlo, y lo que uno hace también. Pero en procesos de aprendizaje la costumbre o la repetición no es la mejor norma, especialmente para el que la realiza, porque produce aburrimiento y desgana, y eso se acaba trasladando con facilidad al alumno, que finalmente “reproduce” esa misma “insatisfacción” en sus actuaciones.
Aprender haciendo no es nada nuevo, es como siempre se ha aprendido; es más, es como siempre se sigue aprendiendo de forma relativamente inconsciente: “hasta que lo hacemos, no lo sabemos realmente”, y muchas veces, tenemos que hacerlo varias veces, para realmente aprenderlo. Pero sigue siendo el método más eficaz y más satisfactorio. Cuando uno hace algo, por muy malo que sea, siente cierta satisfacción por hacer, por haberlo conseguido, y eso se traslada a su estado de ánimo.
Lo que comprobamos es que las cosas se pueden hacer de otra manera y generar un espacio de amplia satisfacción en el profesor y de amplía eficacia y motivación en
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