El Oceano Azul

Análisis y resumen del artículo “Navegar en el Océano Azul: Como la Estrategia Moldea la Estructura”

El mundo de hoy es cada vez más competitivo, debido a distintos fenómenos que han surgido como el internet, la globalización, los sistemas de información, entre otros. Es por eso que es vital que los líderes de las empresas desarrollen una estrategia corporativa; es decir, una estrategia que defina el crecimiento de una compañía dentro de la industria en la que compite, empezando por analizar las condiciones de su entorno y posteriormente las fortalezas y debilidades de los actores con los que se enfrentan. El siguiente paso es elaborar una posición estratégica distintiva, donde la empresa pueda destacarse ante sus rivales, y de esta manera crear una ventaja competitiva. Este beneficio es logrado cuando las empresas escogen diferenciarse ya sea cobrando sobreprecio o bajos costos. Al elegir una de estas dos opciones, las organizaciones alinean su cadena de valor, determinando objetivos financieros y asignaciones de presupuesto.

En este artículo, los autores W.Chan Kin y Renee Maugorgne nos plantean dos tipos de estrategias: estructuralista y reconstruccionista, y nos explican las diferencias claves entre los dos enfoques, identificando situaciones bajo las cuales cada una es apropiada. Posteriormente nos explica como la economía de Dubái construyó su estrategia para atraer inversión extranjera utilizando la estrategia reconstuccionista.

La estrategia estructuralista se aplica en situaciones donde la estructura del negocio moldea la estrategia, la cual ha sido la más dominante por los últimos 30 años. Bajo esta estrategia, las organizaciones analizan su entorno y generan estrategias de acción en referencia y dependencia a él. El desempeño de una empresa dependerá de su conducta y de los factores estructurales, donde la casualidad fluirá desde las condiciones externas hacia las decisiones corporativas.

Por otro lado, durante los últimos 15 años, se ha venido desarrollando la estrategia “reconstruccionista” o la estrategia del océano azul, la cual refleja el hecho que el desempeño de una empresa no necesariamente está determinado por el entorno competitivo de un sector, si no que busca moldear el entorno. Esta estrategia sostiene que la estructura económica puede provenir del interior del sistema y su fuente principal es el ejecutivo creativo e innovador.

Para elegir la estrategia más apropiada para una empresa, los ejecutivos deberán analizar qué tan atractivo es el entorno, las capacidades y los recursos con los que cuentan, y si la empresa tiene una organización estratégica para innovar o para competir.

El enfoque estructuralista, actúa bien si la empresa tiene los recursos y las capacidades para vencer a la competencia, aunque el sector no sea tan atractivo. En este caso la empresa debe maximizar sus fortalezas para lograr retornos concretos al riesgo del mercado existente. Por otro lado, cuando el entorno es muy desfavorable aunque las capacidades o recursos estén muy bien estructurados, el enfoque estructuralista no es una opción factible. Esto sucede en los sectores en los cuales hay exceso de oferta, y los márgenes de ventaja son muy bajos. En estos casos, la empresa deberá optar por la estrategia reconstruccionalista y crear una estrategia que de una nueva forma al entorno del sector. En escenarios donde el sector es muy atractivo, los actores de una empresa están bien consolidados, pero la organización no tiene recursos y capacidades para enfrentarlos, la empresa debería de seleccionar la estrategia del océano azul y abrirse espacio en un nuevo mercado.

Por otro lado, cuando nos encontramos con situaciones donde ni los recursos, ni las capacidades, ni las condiciones estructurales apuntan notoriamente lo que le conviene a la empresa,

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