El papel de la investigación en el proceso de las instituciones educativas
Enviado por delalaa • 17 de Abril de 2015 • Tutorial • 8.948 Palabras (36 Páginas) • 202 Visitas
Introducción:
Aunque es aceptado en discurso el relevante papel de la investigación en el progreso de las instituciones educativas, las relaciones entre investigación y aprendizaje, entre la propia práctica pedagógica y la investigación son difusas y no siempre se les ha dado el papel que realmente les corresponde en la formación, olvidándose que frecuentemente se puede enseñar porque existe conocimiento acumulado a partir de las investigaciones.
En la sociedad global del conocimiento, el conocimiento y la información cambian con una celeridad inusitada, por ello es urgente un redimensionamiento de la investigación, pero sobre todo la manera de concebirla en los ambientes educativos, porque ella debe integrar el accionar mismo de todo profesor, así como marcar su impronta en los procesos de aprendizaje permanente de los alumnos. Solo combinando la reflexión y la acción en un proceso continuo de investigación de la práctica pedagógica, se potenciarán estudiantes con los conocimientos, habilidades y valores necesarios para convertirse en actores críticos y comprometidos. En tal contexto se plantean numerosas preguntas para el logro de mejores interacciones docentes. Coincido con Imbernon cuando afirma que es necesaria una: “reconceptualización de la investigación sobre y en la educación, en la que la separación teoría práctica intenta ser superadora de un hiato histórico, superándolo, viendo al profesorado con capacidad de construcción de un pensamiento pedagógico propio, con capacidad de generar conocimiento pedagógico en la práctica y, por tanto, de ser protagonista activo de la investigación”[1]
La investigación educativa indaga desde una perspectiva interna, es decir, parte de la propia práctica docente, considerando tanto al profesorado como al alumnado como participantes activos y se orienta a los escenarios naturales del proceso docente. Es necesario fortalecer la presencia de profesores que investiguen sus propias prácticas desde una acuciosa observación y reflexión crítica sobre su actuación, preocupándose por la innovación educativa y por su propia autoformación como profesionales.
Un profesor investigador acepta que la investigación forma parte de la profesionalización constante que debe asumir para desarrollar un trabajo de calidad. Cuando un profesor observa continuadamente su práctica, reflexiona sobre ella, interactúa con sus colegas en torno a los mejores modos de ejercer la docencia, y lo que es más importante, introduce las mejoras necesarias en sus estilos de trabajo docente, es un maestro investigador de su propia práctica. Stenhouse señala que “depende de los profesores adoptar una actitud investigadora con respecto a su propio modo de enseñar. Denominó <actitud investigadora> a una disposición para examinar con sentido crítico y sistemáticamente la propia actividad práctica”. [2]
El profesor interactúa en complejos ambientes donde precisa aceptarse de partida, la necesaria diversidad de los sujetos que aprenden, ello implica que como base de su actuación, se encuentre la continua indagación para sustentar la necesidad de perfeccionamiento de su trabajo. Dos pilares esenciales sostienen este proceso: uno la ciencia pedagógica contemporánea con todo lo que de acechanzas y retos implica, y otro la investigación científica desde modelos alternativos.
Ese maestro o profesor que investiga será un modelo de actuación para sus alumnos, le encomendará tareas docentes variadas y fundamentalmente, no estructuradas, para que pueda florecer la libertad en la búsqueda, en las acciones y resultados, de modo tal que al presentarse diversas realizaciones, todos crezcan desde una visión que asuma la dialéctica relación entre lo individual y lo social, intrínseca a toda educación bien entendida. Cuando se trabaja desde esta perspectiva se acerca la lógica didáctica y la científica en ambientes interactivos, idea sobre la que he erigido mi accionar como profesora en los últimos años.[3]
Reflexionar sostenidamente sobre la investigación de la práctica pedagógica como requisito indispensable de profesionalización, así como en torno a los enfoques metodológicos más apropiados, es propósito central del presente trabajo.
En tal contexto se incursiona en una breve caracterización de diferentes métodos de investigación, para así efectuar una toma de posición en torno al tipo de investigación que mejor permite captar los ambientes educativos. El solo hecho de escoger la observación sistémica que combine diferentes perspectivas: abiertas y cerradas, el estudio de casos, la etnografía y la investigación acción, permite asumir como tesis subyacente, la de que es una posición más limitada estudiar la realidad educativa desde los métodos clásicos del experimento, la medición y la prueba. Aunque, naturalmente no los excluimos, conscientes de que hoy existen muchas posiciones que destacan la necesidad de una pluralidad metodológica para una caracterización más completa de los ambientes educativos. He matizando las explicaciones con algunos ejemplos extraídos de diversos trabajos en los cuales he participado como investigadora y directora de tesis doctorales y de maestría, los cuales incursionan en una problemática diversificada de la docencia en los diversos ámbitos en los que suelo desarrollar mi trabajo.
Desarrollo:
1. Perspectivas preliminares sobre la investigación pedagógica.
En las ciencias humanas y sociales, donde tiene cabida la Educación y la Pedagogía, la comprensión de fenómenos, la reflexión y la acción, son elementos indispensables para los procesos de formación. La comprensión de la realidad donde actúa el maestro consiste en un permanente análisis e interpretación para ir generando nuevas experiencias, aprendizajes, interpretaciones, teorías y nuevas visiones y explicaciones.
En la tradición científica han contendido el paradigma empírico analítico, de filiación positivista, el hermenéutico, de filiación interpretativa y el crítico de filiación dialéctica. Desde los tres paradigmas se ha efectuado investigación educativa, aunque debemos reconocer que la concepción positivista porta una visión reduccionista de la realidad educativa, opuesta al carácter de esa realidad necesariamente holística, sistémica e integral.
Son modelos de investigación social, aplicables a lo educativo la etnografía, estudios de casos, análisis de muestra, la experimentación, investigación observacional estandarizada, la simulación, los análisis históricos y las fuentes documentales.[4]
La investigación educacional, como también se le denomina, se ha
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