Entrevista A Deudor

ENTREVISTA

La casa de Don Pepito Pérez está ubicada en la parte centro occidental de la ciudad, donde hasta hace algunos años se extendían cientos de hectáreas de lotes baldíos. Quien iba a pensar que algunos años después, esos lotes que parecían tierra sin dueño llegarían a ser parte importante del desarrollo poblacional de la ciudad, corazón pujante hacia el progreso y avance de toda la gente que compro casa o apartamento allí para tener una mejor calidad de vida.

La zona se extiende al sur del terminal central de trasportes, y está rodeada por cuatro de las más importantes vías tanto de acceso como de flujo vehicular de la ciudad.

Precisamente la entrada al conjunto donde vive Don Pepito es por una de estas importantes vías, al ingresar el molesto anuncio en portería me hace cavilar sobre si el cliente, tal como acordamos telefónicamente me atenderá o sencillamente, como suele ocurrir la mayoría de las veces, se hará negar.

Quien lo necesita? –Pregunta el portero-.

Juan González, de la Financiera La Conquista.

Un documento, por favor.

Entrego el documento, y a cambio recibo una tarjeta con una especie de chip que debe ser puesto sobre una especie de cerradura para que se active la apertura de la puerta de entrada peatonal. Qué seguridad!

Al llegar a la casa de Don Pepito ya esta él esperándome en la puerta y después de un cordial saludo me invita a seguir a lo que parece ser su oficina, no improvisada, pues cuenta con una biblioteca con, calculando, unos 120 o 130 libros, la mayoría al parecer sobre contabilidad y temas financieros, acorde con su profesión: Contador Titulado, reza uno de los diplomas enmarcado y puesto en un sitio estratégico en aquella oficina. Justo junto a una gran ventana que recibe toda la iluminación posible a esta hora del día, se encuentra su escritorio en forma de “ele” de no más de tres metros de largo, estilo moderno, con la base en aluminio y la mesa en vidrio templado de al menos tres centímetros de grosor y biselado en los bordes dando más realce a la, ya de por sí, imponente figura, que hace que se robe las primeras impresiones al entrar a este despacho; allí sobre este importante mueble, se destacan una PC ALL IN ONE de reconocida marca, un portátil y una tablet de última generación, a juzgar por la pantalla y la delgadez de su figura, junto a los artículos tecnológicos, se ubica un teléfono inalámbrico, que por cierto, aunque al parecer no dejan de entrar llamadas, pues una lucecita verde parpadea continuamente sin emitir sonido alguno. Muy cortes de su parte pienso personalmente, al ver que no contesta el teléfono.

-Tome asiento por favor- me solicita Don Pepito.

Mientras me acomodo en una silla algo fina para atender clientes, o en este caso un asesor de cartera, él se ubica detrás de su maravilloso escritorio (quisiera tomarle una foto para tener uno así en mi casa algún día) sin perder de vista la pantalla de su computador.

-Es usted muy cordial en atendernos Señor Pérez-, inicio la charla con nuestro cliente.

-Gracias a usted por venir, aunque en verdad dudo que lleguemos a algún acuerdo en esta entrevista, desea tomar algo?- me contesta el señor Pérez, con un tono de voz entre ofuscado y preocupado, de primera impresión no sabría como describirlo mejor.

-Un tinto está bien Señor Pérez, no se desanime, en verdad vengo a proponerle una solución a nuestra causa en común, se que lo que le vengo a proponer de seguro, como mínimo lo va a analizar.

Al parecer

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