Fundamentos teórico – epistemológicos del Campo Conceptual de la Pedagogía

Universidad de Los Andes

Dr. Pedro Rincón Gutiérrez

Departamento de Educación

Táchira – Venezuela

Fundamentos teórico – epistemológicos del Campo Conceptual de la Pedagogía

Nombre y Apellido:

Astrid Valentina Miranda Morantes

Cedula: 30.360.476

Carrera: Idiomas Extranjeros

3er semestre

San Cristóbal, junio de 2020

En la actualidad la educación se sigue considerando como un producto alejándola de su propósito único el cual es enseñar, es difícil hablar de ella si aún no conocemos a fondo lo que estamos nombrando. Es por eso, que en el presente ensayo haremos un recuento de los conceptos básicos que conforman la educación.

Si bien es cierto que la pedagogía es el elemento más importante a la hora de enseñar, ya que es considerada como una ciencia social enfocada en la investigación de las teorías educativas en todas las etapas de la vida. En otras palabras, esta ciencia se nutre de conocimientos provenientes de la Sociología, Historia, Antropología, Filosofía, Psicología y Política. Podríamos resumir a continuación que la pedagogía es una ciencia que tiene como objetivo proporcionar el contenido suficiente para poder planificar, evaluar y ejecutar los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Dentro de este orden de ideas y aunado a los conceptos básicos de la educación es importante nombrar que la didáctica es una disciplina científico – pedagógica que se encarga de articular un proyecto pedagógico con el desarrollo en las técnicas y métodos de enseñanza.

La educación es un vehículo valioso en pro de modelar la forma de pensar y de actuar de los individuos. La educación dentro de su contexto histórico, pedagógico y filosófico, representa los valores de la familia, la nación, el estado, la cultura y la historia; lo que coincide a la preparación de la vida.

Con estos señalamientos, seguimos escudriñando en la educación y la pedagogía; por consiguiente, no podemos dejar de nombrar a la formación como un elemento importante dentro de la pedagogía ya que, la formación hace referencia al proceso educativo de enseñanza – aprendizaje. Desde pequeños la sociedad intenta motivar a las futuras generaciones a una formación digna en la educación.

Simultáneamente, en la educación los criterios de validez hacen referencia al grado de precisión con que un instrumento evalúa lo que pretende evaluar. Unas evaluaciones son más validas que otras, pero ninguna de las que el educador aplica a sus estudiantes es válida por completo.

De tal manera, en los procesos educativos podemos encontrar las formaciones integrales, que se trata de un estilo que pretende no solo instruir a los estudiantes con los saberes específicos de las ciencias sino, también, proponerles las bases necesarias para que crezcan como personas buscando desarrollar todas sus características, condiciones y potencialidades.

Uno de los componentes más importantes en el área de la educación es la teoría pedagógica que tiene un marco de pensamiento construido por valores, creencias y supuestos básicos que le facilitan al docente comprender, dirigir, repensar y transformar las acciones que contribuyen a que los seres humanos eleven sus niveles intelectivos y adquieran las herramientas que en un futuro les permitirán asumir su vida en forma consciente y libre.

La formación del profesorado importa, y por muchas razones en niveles educativos, tanto inicial como continua, su estatus de elemento imprescindible para el éxito del sistema educativo. Es un hecho aceptado totalmente cierto por los expertos y la comunidad educativa, se trata de la renovación pedagógica, la innovación y investigación que forma parte de la función docente, para favorecer el perfeccionamiento continuo de los procesos de enseñanza y aprendizaje de los distintos niveles educativos.

Los estudiantes como sujetos del proceso de aprender son un sujeto producido socialmente en una determinada coordenada socio – histórica. Dicho de otro modo, nos confunden las características de los chicos de 6 años o de los adolescentes de 13 años, con la característica de los alumnos de primer grado de la escuela primaria o de los de primer año de secundaria. Por esto, un niño y un alumno, un adolescente y un estudiante, no son equivalentes. La homogeneidad del universo familiar y de los procesos de crianza que se presumen en el concepto naturalizado esta visiblemente desmentido. Ahora bien, la escuela somete a los niños y adolescentes a un cierto régimen de trabajo (que creemos justificado por el beneficio de los aprendizajes) que intervienen productivamente en un desarrollo subjetivo que no se puede pretenderse “natural”. El régimen de trabajo escolar, contribuye a construirlo no solo como alumno, sino también como niño y adolescente.

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