Generalidades Del Sistema Digestivo Poligástrico
Enviado por franlissher • 1 de Abril de 2014 • 3.128 Palabras (13 Páginas) • 605 Visitas
Generalidades del sistema digestivo poligástrico
El aparato digestivo de los rumiantes se caracteriza por poseer varias divisiones: cuatro en bovinos, ovinos, caprinos y cérvidos. En sucesión continua desde el esófago hasta el duodeno, las cuatro cavidades son:
1. Rumen, panza o herbario.
2. Retículo, redecilla o bonete.
3. Omaso, libro o librillo.
4. Cuajo, abomaso o estómago verdadero.
El rumen, panza o herbario está unido con la segunda cavidad, e integran el retículo-rumen. En el abomaso, a los microorganismos ruminales, que en buena parte están constituidos por proteína de alta calidad, se les somete a digestión hasta aminoácidos y péptidos, y posteriormente a absorción en el intestino delgado.
Las paredes del retículo-rumen tienen musculatura fuerte. Realizan los movimientos ruminales, que mezclan eficazmente el contenido y facilitan así una fermentación continua de los alimentos ingeridos. En este proceso es importante la génesis de una masa fibrosa flotante en las partes media y superior del retículo-rumen, que estimula los movimientos ruminales.
La estimulación causada por una cantidad alta de fibra burda cercana al cardias provoca un movimiento adicional antiperistáltico, mediante el cual el animal regurgita el contenido ruminal al paladar y propicia la remasticación o rumia. El objetivo de la remasticación del bolo es reducir el tamaño de las partículas fibrosas para facilitar su paso al resto del tracto gastrointestinal y al exterior, ya que una porción de la fibra está lignificada, por lo cual, aún para los microrganismos ruminales, resulta indigerible.
Una característica anatómica del retículo-rumen, vigente sólo durante pocas semanas a partir del nacimiento de estos animales, es una gotera esofágica: pliegue funcional de la pared de estos compartimientos, que forman una canaladura, la cual permite comunicación directa del esófago con el omaso y el abomaso. Así los líquidos que ingieren (especialmente la leche materna) pueden evadir la acción bacteriana del compartimiento ruminal y los movimientos del retículo. Esta canaladura o gotera se forma por un reflejo relacionado con la acción de mamar. Una vez ocurrido el destete se pierde la importancia de esta estructura.
Comportamiento del rumiante recién nacida
El comportamiento de amamantamiento es el preponderante en la actividad del recién nacido. Al inicio son inexpertos, aunque con la ayuda de la madre aprenden pronto. Experiencias tempranas juegan un papel fundamental en el desarrollo del comportamiento de amamantamiento.
El lactante mama tanto de día como de noche, aunque si los animales se someten artificialmente a luz continua, desaparece el patrón día/noche; es decir, no parece existir un ritmo innato en las actividades de amamantamiento. El amamantamiento se interrumpe por los movimientos de la madre para pastar o por los del cordero para volver a su actividad anterior.
El comportamiento de amamantamiento es una necesidad imperiosa para el recién nacido. Los primeros intentos de mamar nos reflejan a un animal inexperto que intenta empujar con su cabeza hacia cualquier objeto que se coloque en su superficie. Si se le impide el acceso a la madre chupará cualquier objeto que se le ponga delante.
Habitualmente, las crías colocan su cuerpo paralelo al de su madre, con la cabeza orientada hacia la ubre, aunque en ocasiones se colocan formando un ángulo recto con respecto a la madre. Ésta ha de permanecer de pie para que la cría mame, resultando infructuosos los intentos de mamar cuando la madre se encuentra reclinada.
La cría introduce el pezón en la boca y lo rodea con la lengua. Ajustando la cavidad bucal para que no quede aire en ella ejerce una presión negativa, gracias a la cual la leche fluye. A medida que disminuye la cantidad de leche almacenada en la cisterna de la ubre, la cría da empujones, con la boca, a la ubre para facilitar nuevos vaciados.
Desde el punto de vista de su fisiología digestiva el animal rumiante se distingue por: a) presentar prominentes ensanchamientos de la región cardial del estomago conformando una serie de compartimentos anteriores a la región correspondiente al estómago simple de los monogástricos. Estos compartimentos son conocidos como retículo, rumen, omasum y abomasum. Este último corresponde en su anatomía y fisiología al estómago simple de los mamíferos no rumiantes, b) ocurrir la fermentación microbial del alimento ingerido en el retículo y remen, c) presentar regurgitación de parte del contenido ruminal durante períodos regulares que siguen a la ingestión del alimento. Este bolo regurgitado de contenido ruminal es mezclado en la boca con saliva, masticando y retragado, constituyendo el proceso llamado rumia.
Digestión de la leche
La leche materna son los primeros alimentos del pequeño rumiante recién nacido. Es de suma importancia que el animal consuma calostro (primera secreción de la hembra mamífera después del parto) durante las primeras 12 horas de vida, ya que el mismo aporta proteínas especiales que fortalecen el sistema inmunológico o de resistencia a enfermedades. También aporta grasa que es utilizada como fuente de energía. Después que termina la secreción de calostro y comienza la de la leche normal, la leche materna sigue siendo esencial para el buen crecimiento y desarrollo del animal debido a su riqueza en los seis nutrientes necesarios. Sin embargo, debe estimularse al rumiante joven a consumir alimento sólido lo antes posible para acelerar el desarrollo del complejo retículo-rumen.
leche que consume el pasa directamente al omaso a través del canal o surco esofágico. Debido a este proceso se dice del neonato que no es un rumiante funcional. El desarrollo digestivo depende del consumo de alimento sólido, preferiblemente heno de calidad o alimento concentrado para neonatos (dieta iniciadora). Existen tres criterios que se utilizan para deslechar o suspender la alimentación con leche en el animal joven; 1) peso del animal, 2) edad y 3) capacidad de consumo de alimento sólido. Durante esta transición el animal pasa de ser un rumiante no funcional o uno progresivamente más funcional. Ocurren a su vez las modificaciones anatómicas (cambio en tamaño) de los compartimientos del estómago.
Transformación del terreno de monogastrico a plogastrico
El Estómago Monogástrico (mono, uno; gastro, estómago), es un especie de saco en forma de U con dos caras; una, denominada cara hepática o diafragmática; y la otra cara intestinal. La denominación de las caras responde al lugar donde están orientadas. Presenta, así mismo, dos bordes o curvaturas denominadas
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