Guia De Teoría Constitucional

Guía para el examen de Teoría de la Constitución

1.- Concepto y características del Derecho Constitucional

El Derecho Constitucional es la parte del derecho que regula las instituciones políticas del Estado, por lo tanto, su objeto será el estudio de las instituciones políticas desde una óptica jurídica o bien, el derecho que regula las instituciones políticas del Estado.

Cuando hablamos de Derecho Constitucional, encontramos que se trata de los principios jurídicos de mayor trascendencia estatal y la base fundamental del Derecho.

El Derecho Constitucional tiene características que lo distinguen de las demás ramas y lo colocan por encima de ellas.

El Derecho Constitucional aparece mucho después que las demás ramas del derecho, según los estudios del derecho – primero nace el derecho civil que norma las relaciones privadas de las personas, así como las instituciones de carácter penal, y ambas aparecen antes que cualquier cuerpo sistemático de carácter doctrinario e institucional que norme el Estado, es un conjunto, y como tal será materia de derecho constitucional.

Debemos tener presente que la doctrina constitucional se crea bajo una óptica ideológica que está íntimamente vinculada al a concepción del Estado de Derecho, esto no significa únicamente hablar de un sistema normativo, sino que, el Estado de Derecho implica concebir un sistema normativo con características específicas entre las cuales señalamos:

a) Que limita la autoridad para que los individuos cuenten con garantía frente al poder;

b) Que ese sistema normativo organice al Estado; y en complemento e, incluso,

derivación de ambos,

c) Que haya en ese Estado un régimen de libertades y un régimen de seguridad jurídica

Desde su aparición, el Estado de Derecho se concibe a partir del Estado liberal y,

a partir de entonces, se van definiendo los alcances del estudio del Derecho

Constitucional. De esta manera, se puede decir que el Derecho Constitucional está

vinculado directamente con la evolución del Estado libre.

En al siglo XII, luego del conflicto suscitado en Inglaterra entre el monarca Juan

sin Tierra y los terratenientes, se suscribe un documento jurídico - denominado

CARTA MAGNA- que les concede a grandes propietarios derechos frente al monarca, y con ello, se limita el poder de la corona. Según los británicos en dicha

carta se inscribe el origen de su documento constitucional. Es cierto que dicho

documento sirvió de sustento para la conformación de este poderoso Estado y, por

lo tanto, de un Estado que bajo una concepción liberal apunlta a conferir derechos a

los ciudadanos y facultades y límites a las autoridades. Aun cuando la Carta Magna

no pueda ser catalogada como documento constitucional con todas las

características que hoy conocemos, lo cierto es que, de cierta forma, ahí se

prescribe un antecedente respecto a los mecanismos normativos para acotar el ejercicio del poder.

Esta rama del Derecho no tuvo ese nombre hasta el siglo XIX, una vez que se estableció la costumbre de reunir las normas jurídicas concernientes a las

Instituciones políticas en un texto especial, de carácter solemne, llamado

Constitución. Pero, aun en los países sin Constitución existe un Derecho

Constitucional, en la medida en que las instituciones políticas constituyen el objeto

de una regulación jurídica.

Según Mario de la Cueva, la idea de Estado de Derecho consiste en la

subordinación de la actividad estatal al derecho y la norma que señala el límite

supremo de esa actividad, más allá del cual todo acto del Estado es nulo o

inexistente.

Por otra parte, la regulación jurídica de las instituciones políticas aparece

desde la antigüedad con el surgimiento de las ciudades-estado. Tiempo después,

en el mundo occidental, estas ciudades -estado sufrieron una decadencia. No fue sino hasta el renacimiento Europeo, cuando nuevamente - se vuelven a desarrollar las instituciones políticas con carácter estatal, en las cuales ya se empieza a percibir la conformación de algunos mecanismo jurídicos que regulan las instituciones

políticas de la época. En ese contexto, el Estado Moderno nace monárquico

soberano y territorial y, fundamentalmente, nace como Estado Nacional.

Tiempo después, se presentaron dos acontecimientos en el siglo XVIII que van

a ser determinantes para la evolución del constitucionalismo. Por una parte, la

independencia de los Estados Unidos de América - su declaración de independencia

y su documento constitucional- y por otra parte, la Revolución Francesa de 1789, la

cual trae consigo la suscripción de otro documento importante que es la Declaración

Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

A partir de la independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa

se va gestando un fenómeno interesante, en virtud del cual los detentadores del

poder se someten a los destinatarios del mismo, para poder cumplir con lo

expresado en un documento legal que denominamos Constitución.

Más tarde, con los movimientos revolucionarios del siglo XVIII a que hemos

aludido, al concebirse las instituciones constitucionales; es decir instituciones

políticas con una regularización jurídica concreta, la Constitución se va a ubicar en

la cúspide de los sistemas jurídicos de los países liberales de occidente, los cuales

van a desarrollar de manera paralela una doctrina, una teoría constitucional propia.

Para analizar, el origen y, el sentido del Derecho Constitucional, primero

tenemos que observar que todas las ramas del derecho público tienen su

fundamento en el Derecho Constitucional. Así domo definir la naturaleza del

Derecho Constitucional y de sus instituciones.

Para comprender la naturaleza del Derecho Constitucional, viene hacer el

sometimiento de los gobernantes respecto de los gobernados por medio de

Instituciones jurídicas, lo que se traduce en organizar al Estado en pos de la libertad

y la realización social e individual de los propios integrantes de la sociedad.

El concepto de Derecho Constitucional esta también vinculado a un concepto

de contrato social; concepto refrendado por varios filósofos a partir del siglo XVIII y

cuyo autor más importante es Juan Jacobo Rousseau.

El contrato o pacto social resuelve un problema fundamental

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