INVIOLABILIDAD
Enviado por JOHANPAEZ • 14 de Septiembre de 2013 • 3.618 Palabras (15 Páginas) • 314 Visitas
LA INVIOLABILIDAD
La inviolabilidad de la persona deriva directamente del principio fundamental de la ética. Todo ser humano debe ser tratado como un fin en sí mismo, por lo que nunca puede ser sometido a tratamientos que violen la integridad física y mental. Ya hemos visto la cara de un conflicto surge con respecto al tratamiento de los delincuentes, pero también aclaró los términos de la cuestión.
El tratamiento del delincuente debe ser tal que pueda ser aceptado por un culpable que reconoce su culpa. Por lo tanto, debe incluir medidas para le impiden disfrutar de los frutos de sus crímenes y el pago de daños a la medida de lo posible, que la de un irreductible, evitar que causen más daño a los demás, pero no lo dañará en su humanidad más allá de lo estrictamente necesario.
Ello se deduce que la pena de muerte, la tortura, la mutilación no es elegible y deben estar expresamente excluidos por la ley. El encarcelamiento es necesario para los propósitos legítimos de las que hablamos, pero debe ser en condiciones humanamente aceptables.
El principio de la inviolabilidad también implica garantías generales de los derechos civiles. Nadie podrá ser arrestado o detenido arbitrariamente, siempre se requerirá una decisión motivada y de conformidad con la ley por una autoridad legítima. No se considerarán delitos expresiones de disidencia de la autoridad, si no va acompañado de acciones concretas dirigidas a subvertir las instituciones, ya la libertad de expresión está estrechamente relacionada con cada uno considerado como un fin en sí mismo.
Tener que buscar la conciliación de las posiciones individuales, cada uno de los cuales, en principio, es de igual valor, es necesario garantizar la libertad de tener y expresar sus opiniones. La libertad de opinión y de expresión incluye necesariamente la libertad de culto: cada uno debe ser libre de profesar la religión que mejor le parezca, siempre que el ejercicio de esa libertad no entra en conflicto con los principios generales de convivencia, por ejemplo a través del violento enfrentamiento con los seguidores de otras religiones.
La igualdad de los ciudadanos también se deduce inmediatamente del principio fundamental. Habrá reglas que propicien esta o aquella clase de ciudadanos en función de pertenecer a cualquier sexo, raza, identidad étnica, cultural, sexual, social. En este sentido viene un tema muy serio: cómo tratar el extranjero que no es un ciudadano, pero fue en el Estado.
No veo cómo se puede negar el acceso a cualquier persona que venga con intenciones pacíficas y respetar las leyes locales para la adquisición de plenos derechos de ciudadanía, debe ser la demostración lo suficientemente clara y explícita de su compromiso de ser parte de la comunidad de acogida, a menos que se produce en un período de tiempo que compromiso. Mientras tanto, el extranjero estará sujeto a todas las leyes que rigen esa ciudad.
La igualdad requiere también la participación de los ciudadanos para el ejercicio del poder. A nadie se le enfrentan con decisiones sin tener en cuenta su opinión, que la libertad debe ser garantizada como hemos dicho. No podemos aceptar que una minoría cerrada legisla y controles para todos, porque esto estaría en contradicción con el principio de no discriminación.
La garantía también incluye lo que la persona necesita para dar a todos una " existencia digna. La falta de ayudar a los necesitados es inmoral, como hemos visto ética mínima. La falta de requisitos mínimos para una vida humana digna vaciado por completo las libertades y derechos políticos: que tiene que comer, no puede ejercer su papel como ciudadano.
Y el deber de la comunidad, entonces el Estado, proporcionar una atención sanitaria mínima y los medios de mínimo de subsistencia para todos. Este punto contradice la fuerte ideología del liberalismo, según el cual sólo la importación de las libertades, y cada uno debe hacer de la existencia por su propia cuenta. Es una posición que es incompatible con la ética, que en su lugar requiere la solidaridad. La igualdad ante la ley es nula y sin efecto en la presencia de la injusticia social: sólo se aplica a la minoría dominante.
El imperio de la ley significa que todo el mundo, incluyendo las más altas funciones de Estado y de los titulares de una gran fortuna, está sujeto a la ley sin excepciones. Sin esta condición, todas las demás son inútiles, porque las garantías jurídicas y procesales de las que hablamos se vaciarían de todo contenido concreto.
Cabe señalar que el sometimiento a la ley también se aplica a la mayoría de los votantes, ni siquiera la voluntad de la mayoría debe ser capaz de superar las disposiciones de la ley, y debe haber una Constitución, es decir, un conjunto de normas que son altos, tenga en cuenta inmutable que una simple mayoría de votos, y sólo revisable por los procedimientos especiales.
Deberes naturales
Un deber es todo aquello que por ley u obligación moral, debe ser cumplido por los ciudadanos para un buen funcionamiento de la sociedad.
El cumplimiento de los deberes da el privilegio de gozar de derechos, ya que éstos están íntimamente relacionados y cada deber corresponde a un derecho; Ejemplo, un estudiante que cumple con sus obligaciones escolares tiene derecho a salir, jugar, recrearse
Hay deberes de cualquier naturaleza. Algunos de ellos son, derechos políticos, económicos y sociales. Estos últimos son aquellos cuya función es fomentar y velar por la regulación y protección de las instituciones propias del Derecho de Familia, derecho a la identidad, la familia, la adopción, el matrimonio, los hijos, así como también todo lo referido a la seguridad social, la salud, el trabajo y todo lo relacionado al desarrollo social de los ciudadanos.
Algunos de los deberes sociales más importantes son:
• Protección para la familia por parte del Estado, debido a la importancia de la misma dentro de la sociedad como institución superior, ya que en su seno se forma a los individuos de la Nación
Deberes para con la familia.
La familia es la reunión del padre, de la madre y de los hijos, que viven bajo el mismo techo; es decir, en un mismo hogar.
A nuestros padres les debemos la vida. Ellos, constantemente, se desvelan por nosotros, se sacrifican por darnos la felicidad. Si les fuera posible nos pondrían el cielo en nuestras manos.
Por ello debemos amarlos tiernamente. Debemos respetarlos y obedecerles siempre. Debemos corresponder a todos sus sacrificios. Nunca seamos como esos hijos ingratos que olvidan y abandonan a sus padres en los momentos más difíciles y, sobre todo, cuando
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