LA ARGUMENTACIÓN LÓGICA
Enviado por nazaretgalilea27 • 1 de Junio de 2014 • 4.984 Palabras (20 Páginas) • 309 Visitas
Introducción
Hoy es absolutamente necesaria la argumentación, esta no es en ningún caso un tema de sofisticación académico, tampoco es un asunto secreto como creen algunos, sino una necesidad de la cual participan por igual todos, los teóricos, los interpretes y los litigantes en la práctica del derecho. De igual manera todos los profesionales requieren del adiestramiento en el complejo arte de argumentar.
La adopción de metodologías de interpretación cada vez más complejas introducidas por los magistrados, hace relevante aprender los secretos del arte de persuadir y de convencer.
La argumentación como un tipo de exposición, tiene por finalidad defender con razones suficientes y creíbles una tesis. Es decir, una idea que se quiere probar, constituye uno de los ejes transversales de la formación, tanto del jurista como el médico, el ingeniero y en general todos los profesionales.
Desde luego, esta no es una actividad ordinaria, a pesar de ser necesaria en la vida de todo tipo de personas, aún así, para los abogados y profesionales en general es una herramienta esencial a la hora de dirimir un pleito, solucionar un problema o aclarar un punto de vista; por lo tanto requiere de entrenamiento.
Argumentar es una actividad cotidiana y necesaria en la vida de todo profesional, sea este abogado, médico, ingeniero, administrador, vendedor, banquero e incluso para el hombre de la calle. Todo aquel que crea que debe defender con éxito sus ideas o refutar las de otro oponente necesita desarrollar la destreza argumentativa. Por tanto, la formación universitaria exige el desarrollo y el refinamiento de tal competencia.
Conceptos y nociones básicas de la argumentación
La argumentación es un tipo de discurso expositivo que tiene como finalidad defender con razones o argumentos una tesis, es decir, una idea que se quiere probar; o sustentar una hipótesis. Es también el arte de organizar juicios para persuadir o disuadir a un auditorio; la Teoría de la argumentación es considerada una disciplina que estudia las diferentes técnicas discursivas que permiten acrecentar o disuadir a una, o muchas personas sobre la tesis que propone un orador o escritor.
Argumentar señala Wittgestein, es un juego del lenguaje y del pensamiento, es decir, una práctica lingüística sometida a reglas, que se produce en un contexto comunicativo mediante el cual pretendemos dar razones ante los demás o ante nosotros. Las razones que presentamos para justificar un hecho o dicho de otra manera, pretende tener validez intersubjetiva o susceptible de crítica y precisamente a través de ella para llegar a cuerdos comunicativos.
Argumentar es también, un "acto de habla", que puede ser complejo y requiere por lo menos de dos actos, uno que funciona como tesis y el otro que opera como argumento o premisa para una conclusión. Un argumento por el contrario es un micro "acto de habla", por lo tanto es menos complejo y su propósito es ilustrar, sustentar, justificar, aclarar, explicar. Cuando un argumento es incorrecto o sus razones son insuficientes, irrelevantes, apresuradas o dudosas estamos frente a una falacia. La falacia no es un error epistemológico, es un argumento deformado, pero al fin y al cabo argumento, que muchas veces es utilizado adrede.
Los sujetos capaces de lenguaje y de acción deben estar en condiciones no sólo de comprender, interpretar, analizar, sino también de argumentar según sus necesidades de acción y de comunicación.
Argumentar bien, significa expresar con claridad, coherencia, precisión y pertinencia las ideas para que los demás comprendan y acepten nuestra tesis. Se aprende a argumentar bien ejercitando la lógica informal, el diálogo y el debate abierto.
LA ARGUMENTACIÓN, CONSTA DE TRES MOMENTOS O ETAPAS FUNDAMENTALES:
• Introducción de la idea que se pretende defender,
• El desarrollo o argumentación global y
• La conclusión, en la que se confirma la tesis.
La oratoria es una práctica argumental a pesar del énfasis en el conjunto de técnicas vocales que se emplean con el fin de lograr expresar de manera elocuente las ideas. De hecho el recurso más importante de la oratoria es la vocalización, consiste en el énfasis en la pronunciación y fluidez en la expresión. La argumentación en cambio, es lo dicho, lo enunciado conforme a una lógica del pensamiento e independientemente del medio físico o la técnica vocal.
Sin duda, un buen registro de voz, el uso apropiado del léxico, respectando las reglas sintácticas, pronunciando correctamente, haciendo inflexiones de voz o entonaciones apropiadas nos permiten presentar las ideas cualquiera que estas sean como si en verdad fueran importantes y seguramente termina siendo una magnifica fuente de apoyo a la hora de convencer. Pero en el mundo moderno, en la era de la globalización cuando ya no hay gurús del conocimiento por este se ha democratizado no es determinante la vocalización sino la razón.
La Elocuencia es la Facultad de hablar o escribir de modo eficaz, para deleitar, conmover o persuadir. Eficacia para persuadir o conmover que tienen las palabras, los gestos, los ademanes y cualquier otra acción o cosa capaz de dar a entender algo con viveza. Teniendo como referencia estas definiciones podemos inferir que la elocuencia es una facultad que poseen no todas las personas, por lo tanto, no es pensable pretender que todos lo seamos, tal pretensión es una mera utopía.
Sin embargo, todos podemos convertirnos en buenos argumentadores si expresamos con claridad y sobre todo, si estudiamos las reglas de la lógica discursiva; en otras palabras, argumentamos en forma convincente cuando utilizamos las razones apropiadas para expresar y sustentar nuestras opiniones fuertes. Es decir cuando hacemos buen uso de las operaciones del intelecto como las nociones, los conceptos, las proposiciones, las categorías y las tesis. Y por supuesto de las herramientas intelectuales como la deducción, la inducción, el análisis, la inferencia, la síntesis, la analogía y la predicción.
La argumentación es razonamiento, inferencia y esencialmente el propósito es convencer, hacer cambiar de ideas, actitudes, acciones, decisiones de un interlocutor. Ella fue cultivada en la antigüedad por los griegos, Cicerón, Marco Tulio, refinó el arte de la composición, la ironía, la inventiva y la argumentación en sus discursos políticos, lo que le proporcionó la admiración no sólo de sus contemporáneos sino también de los intelectuales clásicos modernos que estudian sus tratados y sus cartas; siendo los Sofistas los más grandes exponentes, del arte de argumentar, aunque su error fue su desprecio por la verdad. De ahí las demoledoras críticas de Sócrates, Platón y Aristóteles,
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