LA EDUCACIÓN POPULAR Y SU RELACIÓN CON LA PLANIFICACIÓN POPULAR

La educación de acuerdo a diversos autores se define generalmente como el desarrollo o perfeccionamiento metódico de las facultades y aptitudes de un ser para su perfecta formación adulta. Implícitamente, se entiende que el papel activo fundamental en la educación lo asume la/el educador(a) que conduce el proceso educativo mediante la transmisión de conocimientos existentes; en cambio, quien es educado juega tradicionalmente un papel pasivo de asimilación de informaciones que le permitirán salir de un estado inicial de vacío, de ignorancia, llenándose de los saberes acumulados por otros que le precedieron.

Desde esta perspectiva tradicional la/el alumno sale de un estado primitivo de naturaleza, es decir de supuesta ignorancia, para sumarse a la civilización. Otra perspectiva en cambio es la que sostiene que la educación apunta a la producción conjunta de conocimientos, siempre novedosos, construidos desde experiencias particulares y lugares sociales específicos, presentando siempre un carácter político orientados a la acción, es la se conoce en la actualidad como Educación Popular.

De allí que la educación popular está orientada al desarrollo de las destrezas y habilidades del individuo en cualquier ámbito social, estableciendo con ello que no solo en la escuela se aprende, cualquier espacio es idóneo para que las personas puedan ser capacitadas y formadas en un área u oficio que les permita desenvolverse de forma activa y proactiva en el desarrollo de su entorno socio comunitario inmediato; de allí que la Educación Popular, término establecido por Paulo Freire para designar aquel aprendizaje en y para la vida, va encaminado a la incorporación de los individuos a la sociedad a través del desarrollo de sus potencialidades en cualquiera de las áreas del saber, del hacer y del convivir.

De acuerdo a lo expuesto por Paulo Freire, educador brasilero, principal exponente de la Educación Popular, manifiesta que ésta es un tipo de educación que va en contra de la educación hegemónica de siglos pasado, recargada de autoritarismo y unidireccional, ya que la misma plantea una educación, mediante la cual las personas pueden tomar conciencia de su condición y transformarla justo a través de lo que la educación bancaria rechaza: el diálogo, la crítica y la reflexión. Freire señala que la educación Popular parte de cuatro principios básicos:

a) El principio de práctica-teoría-práctica: a partir de la práctica, la realidad, se construye la teoría que será llevada a la práctica para la transformación de la realidad;

b) El saber popular y la construcción colectiva del conocimiento: desde lo práctico y las experiencias cotidianas, se puede construir conocimiento que adquiere una connotación científica cuando se hace recurrente en las transformaciones efectivas.

c) La práctica como respeto y construcción: el proceso educativo que debe partir de la práctica (reconocimiento y respeto al saber popular, al conocimiento del educando) respetando la identidad cultural, al diferente, desde el diálogo como principio educativo.

d) La contextualización: es decir, el reconocimiento del mundo y del hombre dentro de este con la finalidad de establecer relaciones horizontales basadas en la humildad, el amor, la fe y el compromiso a los procesos de cambio.

Por otra parte, el especialistas como Núñez, C. (2007) invita asumir un reto, el de precisar

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