LA FAMILIA Y LA ESCUELA
Enviado por crismaryali • 13 de Enero de 2014 • 4.835 Palabras (20 Páginas) • 264 Visitas
LA FAMILIA Y LA ESCUELA COMO AGENTES POTENCIADORAS DEL DESARROLLO INTEGRAL DEL ESCOLAR CON RETRASO MENTAL
AUTORA:
Dr.C Miriam Duany Timosthe. UCP “Frank País García”
Correo: miriamd@ucp.sc.rimed.cu
RESUMEN
La familia y la escuela como instituciones socializadoras son esenciales en la educación de niños adolescentes y jóvenes, teniendo otra connotación cuando estos son portadores de un retraso mental. Las relaciones entre ambas constituyen punto de análisis entre diversos estudiosos del tema, quienes se empeñan en buscar las incoherencias y trabajar para el logro de verdaderos encuentros en su tarea común: la educación.
El objetivo de este trabajo es analizar el accionar de la escuela y la familia en la educación de niños y niñas con retraso mental, como parte del proyecto educativo que propicie una formación general integral, tomando como punto de análisis el resultado de los estudios realizado por la autora durante más de una década.
Exponemos también algunas reflexiones acerca de la orientación a la familia con hijos portadores de un retraso mental al conocer su dinámica y funcionamiento, cómo es su contexto sociofamiliar, cómo atienden a sus hijos en sus principales demandas, cómo ejercen su función educativa, qué futuro se representan, y cómo estructuran sus vidas para intentar alcanzarlo; el trabajo de orientación psicológica y pedagógica que permiten una mayor armonía y funcionabilidad en la atención con estos niños. .
INTRODUCCIÓN
La familia es uno de los agentes de socialización del individuo más importante, el primer grupo de inserción desde que nace, al que pertenece invariablemente; del que se recibe un nombre con ciertas significaciones que marca a lo largo de la vida, allí se aprenden las primeras palabras, se dan los primeros pasos, se intercambian afectos y conocimientos. Por todas estas razones la familia es considerada un grupo primario de pertenencia y el primer grupo de referencia, donde se encuentran esas primeras personas con las que es imprescindible la relación y que representan los modelos que cada individuo imita en edades tempranas de su desarrollo, ya sea de manera consciente o inconsciente.
El papel de la familia en la formación y educación de los hijos es reconocido por la sociedad, atendiendo a su aporte en la formación educativa y cultural de sus miembros, particularmente en torno a los valores que promueve, en relación con la convivencia, el comportamiento social, la comunicación y el enriquecimiento cognitivo, afectivo y axiológico; para su concreción la familia debe poseer una preparación que le permita enfrentar como sistema las exigencias sociales en correspondencia con los valores morales socialmente valiosos, o sea una cultura familiar que tendrá carácter decisivo en el proceso de asumir los retos que le imponen los cambios de la sociedad.
El tema de la familia ha despertado el interés tanto en los aspectos teóricos, metodológicos y en la práctica: lo relacionado con su diagnóstico, su orientación e intervención, el accionar de las instituciones educativas, de la propia familia y la comunidad. Sin lugar a dudas son temas de gran vigencia y actualidad que ocupan la atención de muchos hombres de ciencia, pudiéndose destacar los importantes estudios y publicaciones realizados en Cuba por pedagogos e investigadores de ciencias afines que permiten caracterizarla y las vías para su orientación y educación.
DESARROLLO
La escuela y la familia como contexto educativo.
En los momentos actuales, la sociedad ha adoptado una mirada diferente ante las personas con algún tipo de discapacidad y han valorado las enormes posibilidades que estos tienen. Es el caso de los niños y niñas con retraso mental, los padres ya no se sienten avergonzados de tener un hijo con limitaciones marcadas en su intelecto o imposibilitado de realizar determinadas tareas en el hogar o en la escuela, a cumplir con determinadas encomiendas. Ya no experimentan la necesidad de reservarse el proble¬ma únicamente para sí. Comienzan a aceptar al niño con retraso mental por lo que es en realidad y se esfuerzan en brindarle nuevas oportunidades que contribuyan a su bienestar y a su desenvolvimiento. Estos padres son los que coadyuvan a que la sociedad reconozca los derechos que a la vida tiene el niño y la niña, dándole oportunidad para que tenga su parte de felicidad.
Estos cambios experimentado por la actitud frente al retraso mental es el resultado de la franqueza expresada por los padres, que han dado a conocer los sentimientos y las angustias que sufren al pasar por la experiencia de recorrer los distintos estadios de adapta¬ción a un nuevo problema planteado a la familia. Los estudios realizados tanto por investigadores cubanos y extranjeros dan fe, de las experiencias por la que han debido pa¬sar. Muchos padres han expresado a través de diferentes intercambios con los especialistas en estas temáticas, los diferentes sentimientos que los em¬bargan y que les han servido para situar en su sitio muchos de los problemas con que deben enfrentarse para lograr la adecuada estimulación, enseñanza y educación que desde las más tempranas edades estos niños y niñas necesitan.
La familia es un escenario de análisis importante, para comprender el estado y las características por las que transita cualquier sociedad. Un mundo que se enfrenta hoy a la llamada sociedad postmoderna, donde la globalización económica y el neoliberalismo, imponen criterios de subordinación a la elevada tecnología, donde se privilegia el consumismo, la filosofía del tener, de la riqueza material, de la escalada económica, que refuerza los valores del individualismo, del yo primero, reduce cada vez más el sentido ético, de la riqueza espiritual y pone en peligro la estabilidad y el ideal de familia que se necesita para un mundo mejor, por ser ella, ese primer y permanente agente de socialización, formador de hombres y mujeres.
La familia tiene para el niño o niña dos grandes funciones. Una la de ayuda para la supervivencia: alimentación, higiene, seguridad, afecto, etc.; y otra la educa¬tiva y socializadora; esta segunda normalmente es asistemática, atécnica e incons¬ciente, aunque en muchos casos se transforma en una actuación cuidadosa y guiada por objetivos claros cuando la familia se hace consciente de su papel; pero lo más importante es que no se realiza en momentos determinados sino continuamente. Así, cuando una familia alimenta a su hijo/a, éste no sólo se alimenta sino que aprende contenidos, ideas, valores y normas sobre la alimentación. Además, la familia no es sólo importante por su acción implícitamente educativa sino también por su capaci¬dad motivadora y potenciadora de todos los aprendizajes
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