LA INFLUENCIA DE LA CORRIENTE PSICOMOTRICISTA EN EL CAMPO DE LA GIMNASIA
Enviado por Alejandra Manzo • 24 de Noviembre de 2019 • Apuntes • 2.306 Palabras (10 Páginas) • 187 Visitas
Didáctica de las Prácticas Gimnásticas
Prof: Alejandra Manzo
LA INFLUENCIA DE LA CORRIENTE PSICOMOTRICISTA
EN EL CAMPO DE LA GIMNASIA
El origen de la psicomotricidad se remonta a 1905, año en el cual el médico neurólogo francés E. Dupré, pone de relieve las relaciones entre las anomalías neurológicas y psíquicas con las motrices, describiendo un cuadro clínico específico: “la debilidad motríz”, según el cual todo débil mental posee igualmente alteraciones y retrasos en su motricidad. La primera parte del siglo tuvo gran influencia de la neurología, la neurofisiología y la neuropsiquiatría, debido a los avances de las patologías corticales. En la segunda parte del siglo, el gran aporte vino de la mano de Wallon, quien a través de la psicobiología dan cuenta de la importancia del movimiento en el desarrollo emocional del individuo, donde psiquismo y motricidad representan la expresión de las relaciones del mismo con el medio. En paralelo Piaget, determina que la actividad motriz es el punto de partida del desarrollo de la inteligencia. A partir de estos trabajos en 1960 la primera Cata de Reeducación Psicomotriz, que aportó teoría al examen psicomotor así como una serie de métodos y técnicas de tratamiento. Cuando hablamos de psicomotricidad hablamos de las producciones del sujeto (miradas, sonrisas, llantos, gestos, juego, lenguaje, todas estas producciones corporales en relación con el otro.
“La psicomotricidad constituye un campo de conocimiento y una práctica que se ocupa del estudio y de la investigación del desarrollo normal de los movimientos vinculados con el uso del cuerpo.” (Sassano, M.) Se basa en la profundización del tema del cuerpo. Sus distintas modalidades actuales (terapéutica, educativa y relacional) están relacionadas con la pedagogía. Sustenta como criterio importante que no puede haber verdadero aprendizaje sin la propia y previa experiencia, sin el sentir y la reflexión de lo hecho. Se dedica a la organización y desarrollo de funciones y nociones; en cambio la educación física, transmite valores de la cultura como la gimnasia y los deportes, las configuraciones de movimiento socialmente aceptadas.
A La psicomotricidad, más que el movimiento le incumbe el gesto; más que el cuerpo capaz de aprender habilidades motoras, le interesa el cuerpo vivido, fantaseado, representado, percibido, en relación. Todo lo que somos, nuestras emociones, nuestros sentimientos y nuestra actividad conceptual son inseparables de nuestro propio cuerpo, y en estos sentidos se unifican los discursos teóricos de la gimnasia, la educación física y la psicomotricidad.
Todo acto motor en sus diversas manifestaciones, requiere de una imagen consciente lo más precisa y global posible a modo de referencia constante, que permita la integración de las representaciones del propio cuerpo estático o en movimiento.
LA PSICOMOTRICIDAD Y SUS ASPECTOS
Los componentes de la unidad psicomotora: la acción motora que responde a características racionales y de finalidad se considera en el contexto global de la persona, globalidad que se expresa con la integración de todos los sistemas orgánicos, comprendidos los componentes biológicos, psicológicos y homeostáticos (que tienden al equilibrio interno, por ejemplo la termorregulación), que permiten a la estructura humana autorregularse en referencia al ambiente externo. Aunque los mecanismos homeostáticos son miles, se pueden reducir a cinco niveles: mecánico, bioquímico, vegetativo endócrino, neuro-motor y psicológico.
El nivel mecánico lo representan los órganos pasivos del movimiento (huesos), los elementos de deslizamiento (articulaciones) y los motores (músculos). Los huesos y articulaciones representan un andamio móvil que da sostén a los músculos, generadores del movimiento. Los músculos son los mecanismos elásticos indispensables para el movimiento, capaces de transformar la energía química en energía mecánica, pero no pueden cumplir su función de motores musculares si no son activados por un proceso nervioso.
La actividad nerviosa es capaz de individuar la sucesión más idónea de inervación plástica (adaptable) de un acto motor en todos sus grados articulares y de activar los músculos apropiados en la sucesión motora, los cuales, a través de contracciones isotónicas e isométricas son capaces de producir un trabajo dinámico o estático. En reposo, los músculos presentan una leve e imperceptible actividad, determinada por el tono y la tensión, elementos que se activan potentemente en el momento de la demanda motora: los que se encargan de la estática, se oponen a la fuerza de gravedad produciendo sostén; los encargados del movimiento producen contracciones musculares que permiten el mismo. Los músculos para contraerse utilizan energía química que con precisas reacciones bioquímicas determina la contracción de las miofibrillas y por lo tanto un movimiento (energía mecánica).
La energía mecánica, en forma de ATP, activa el mecanismo de contracción a través de la superposición de filamentos de actina y miocina (componentes unitarios del músculo) que, deslizándose unos sobre otros, acortan el músculo y produce la contracción.
La energía química está contenida en el ATP, una sustancia presente en la célula que, a través del oxígeno se renueva después de cada contracción. La producción de todas estas transformaciones y el transporte de productos energéticos, lo realizan los sistemas energético y motor, que utilizan diversos aparatos del organismo: el digestivo, el respiratorio, el circulatorio, el uropoyético (que elimina las sustancias de desechos y las escorias), el endócrino (con sus hormonas estimula y regula las funciones orgánicas)
El componente neuro-vegetativo (no voluntario, regula todas las funciones no conscientes) y endócrino, a través de las fibras nerviosas vegetativas y las hormonas, controla todos los sectores del organismo y, por lo tanto también el aparato muscular. Estos sistemas influencian dicho aparato con el fin de regular las funciones armonizándolas entre sí, para que puedan responder eficazmente a las diferentes demandas del organismo.
El componente neurológico de la función motora lo representa el sistema nervioso, que constituye el centro de cada elaboración, el comando y la coordinación eferente de la síntesis de todas las aferencias sensoriales: el sistema nervioso analiza todas las informaciones externas, realizando así una visión interna del mundo (aferencias): archiva los modelos de acción devolviéndolo en el momento de la demanda y en cada exigencia (eferencias).
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