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La Autoestima En La Escuela


Enviado por   •  22 de Julio de 2012  •  2.798 Palabras (12 Páginas)  •  836 Visitas

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Fortalecimiento de la autoestima en la escuela:

Algunas de las circunstancias que puedan conducir a estados emocionales que favorezcan el fracaso escolar, son susceptibles de ser inducidas o intensificadas en la misma escuela. De allí que autores como Woofolk (1996), ofrecen algunas estrategias que los docentes puedan utilizar para fortalecer la autoestima ante la frustración que pueda sobrevenir como consecuencia del fracaso escolar, parcial o total.

En primer lugar propone esta autora que el docente debe asegurarse de que los alumnos tengan la oportunidad de establecer metas realistas y trabajar para alcanzarlas. Sugiere comenzar con tareas breves, para seguir con otras mas largas o de mayor complejidad. En segundo término, se debe dar a los estudiantes una oportunidad para demostrar su independencia y responsabilidad, para lo cual el docente debe ser tolerante antes los errores y delegar en sus alumnos ciertas responsabilidades.

La tercera recomendación se refiere a las necesidades de dar apoyo a los alumnos que parecen desanimados, utilizando estrategias tales como la confección de tablas y gráficos individuales que muestren el progreso de cada alumno, valorar sus avances y premiar a quienes avancen más con respecto a su propio desempeño anterior. Este último punto es particularmente pertinente respecto a la presente investigación ya que los alumnos reprobados suelen desanimarse al compararse con otros estudiantes más exitosos, proceso en el que generalmente no tienen forma de ganar, en tanto que a través del sistema de comparación consigo mismo, cualquier avance, por mínimo que sea, es un progreso con respecto a su situación anterior.

En efecto, el alumno desaventajado va adquiriendo una posición dentro del grupo donde se le identifica con el bajo rendimiento, la inhabilidad o incapacidad para lograr un buen desempeño, y esto contribuye a deteriorar su confianza y autoestima, desanimándolo con respecto al logro de sus metas y a menudo conduciéndolo al fracaso escolar, representado principalmente por la repitencia.

En este punto, resulta interesante el aporte de Brauden (1994), relacionado con la autoestima y el logro. Al respecto, apunta este autor:

Si la autoestima se refiere a la experiencia de nuestra capacidad y valor fundamentales, el orgullo se refiere al placer explícitamente consciente que experimentamos debido a nuestras acciones y logros…, su fuente no es el vacío sino la satisfacción… es el premio emocional al logro. (p.77).

Prosigue el autor, señalando que, este orgullo, nutridor de la autoestima, proviene de la persecución de los valores primarios, congruentes con el “si mismo”. Por lo tanto, para un estudiante alcanzar una calificación que satisfaga las expectativas de sus padres, probablemente no le producirá una sensación de orgullo ni fortalecerá su autoestima, en tanto que comprender un concepto matemático que anteriormente estaba fuera de su alcance, probablemente si le hará sentir orgullo de si mismo y agregará puntos positivos a su auto concepto.

Señala Martínez (1989), que el estudiante vive sus procesos escolares a través de sus propias manifestaciones externas. Así, por ejemplo, el alumno que se jacta de sus malas calificaciones, probablemente está defendiendo con este comportamiento una convicción más o menos profunda de su incapacidad. De igual modo, el estudiante repitiente puede exteriorizar un comportamiento compulsivo para dejar sentada su superioridad por ser mayor que los otros niños, pero en el fondo puede sentirse humillado, lesionado en su autoestima, por haber sido aventajado por su compañero de su curso anterior. Martínez (1989), expresa que:

Es frecuente que niños con rendimientos escolares muy bajos se fantaseen a si mismos en su ensoñaciones diurnas como alumnos brillantes admirados por sus compañeros y felicitados por sus profesores… Contrasta el yo ideal exitoso frente al yo real en un permanente fracaso. Este desajuste entre partes del mismo yo, se constituye sin ninguna duda en fuentes de displacer, de dolor psíquico y de desánimo…desencadenantes de profundas depresiones. (p.22).

De allí que puede afirmarse que el estudiante que fracasa escolarmente sufre, aunque a menudo ese sufrimiento no se manifieste externamente a causa de la defensa que organiza para mantener su estabilidad psíquica. En este punto resulta interesante la descripción que hace Clark y otros (1994), de los adolescentes con alta y baja autoestima, y al mismo tiempo puede resultar una quía de gran utilidad para los docentes.

Para estos autores, un adolescente con alta autoestima actúa independientemente, asume sus responsabilidades, afronta más retos con entusiasmo, se siente orgulloso de sus logros, demuestra amplitud de emociones y sentimientos, tolera bien la frustración y se siente capaz de influir en otros; en tanto que un adolescente con baja autoestima desmerece su talento, siente que los demás no lo valoran, se siente impotente, incapaz de superar retos, es muy influenciable por los demás, tiene pobreza de emociones y sentimientos, alude las situaciones que le producen ansiedad, se pone a la defensiva y se frustra con facilidad, y culpa a otros por sus debilidades.

Otro elemento que aborda Martínez (1989), en su argumentación sobre el fracaso escolar, se refiere que a menudo el estudiante es calificado como poco inteligente porque no es capaz de alcanzar el mínimo de conocimiento memorístico o lógico, exigido por la escuela, pero que ese mismo alumno, tal vez sea capaz de memorizar y comprender contenidos mucho más complejos que provienen de la televisión o de otros medios que él mismo considera interesantes, concluyendo que un estudiante es capaz de hacer enormes progresos en cualquier área con la condición de que se sienta motivado o curioso al respecto.

LA AUTOESTIMA EN EL ÁMBITO ESCOLAR

La escuela tiene una significativa influencia sobre la imagen que los alumnos se forman de si mismos. Los años que el alumno permanece en la escuela condicionan la Autoestima, sobre todo en el plano académico.

Todo lo que recibe de los demás: valoraciones, crítica, informaciones, van dejando una huella en él. El rol del centro educativo y de los profesores es de máxima importancia para el desarrollo del autoconcepto y la autoestima de sus alumnos. Y de por lo visto hasta ahora nos atreveríamos a decir que la autoestima académica y general, negativas.

AUTOESTIMA Y RENDIMIENTO ACADÉMICO

De acuerdo a numerosos autores y a nuestra propia experiencia podemos afirmar axiomáticamente que el alumno que rinde adecuadamente tendrá una opinión positiva

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