La Imputabilidad En Los Adolescentes

Inimputabilidad en los Jóvenes – Un Arma de doble Filo en la Sociedad

En los últimos años en nuestro país el tema de la inimputabilidad en los adolescentes mayores de 16 años ha generado un impacto contradictorio en la benévola aplicación de la condena. Los estragos que causa este fenómeno dentro de la sociedad están dados en un gran número por personas que se encuentran en un proceso de maduración psicológica, por lo tanto se puede entender que no cuentan con todas las capacidades mentales de entender y querer. Esta ventaja es aprovechada por ciertos adolescentes para ejecutar actos delictivos que llegan a niveles extremadamente peligrosos y preocupantes para nuestra sociedad. Este fenómeno delictivo en los adolescentes en nuestro país ha sido tomado en una forma ligera y con muy poca preocupación, pues se puede observar un incremento masivo de menores infractores en el cometimiento de delitos. En consecuencia es necesario la regulación del endurecimiento de la sanción penal en este grupo de adolescentes, que si bien es cierto forman parte de los grupos prioritarios y protegido por la leyes, no pueden las autoridades seguir aplicando penas benévolas por delitos atroces hechos con capacidad, conciencia y voluntad, que lo único que se viene regenerando el incremento de la delincuencia juvenil.

La inimputabilidad es uno de los temas más difíciles de tratar en el ámbito de las ciencias penales. Pues la mayor parte de las legislaciones consideran que existen cierto número de individuos que por su especial situación deben recibir un trato diferente por parte de la ley al cometer un hecho legalmente descrito como ilícito. Tal es el caso de los menores de edad, en especial los adolescentes menores de 16 años y menores de 18 años, que vienen hacer inimputables por la incapacidad de madurez psicológica que posee un adolescente en el momento de cometer un ilícito. Muchos expertos en materia penal dicen que la inimputabilidad de los menores de edad se constituye en un arma de doble filo que pone en riesgo la seguridad pública del Estado, pues no son considerados como sujetos directos de la ley penal, ni son susceptibles de aplicación de condenas ordinarias aplicadas a los adultos. Para el caso de delitos cometidos por menores de edad solo se aplica medidas socio-educativas que no aportan en nada a su rehabilitación integral, lo dicho lo corrobora Pegararo (2004), al manifestar “como se aumentó la cantidad de los delitos, cometido por los jóvenes, y bajo la edad de los autores de acciones delictivas hay que bajar la edad de imputabilidad, endurecer las penas, reglamentar una ley de responsabilidad penal juvenil” (p. 366). Ahí la importancia de fijar penas más enérgicas que ayudaran a baja el índice de delincuencia juvenil en nuestra sociedad. En definitiva los adolescentes mayores de 16 años están protegidos por las leyes ecuatorianas, tratados y convenios internacionales que les consideran inimputables, es decir no son sujetos con voluntad y conciencia en el momento de realizar un acto contrario a la ley, pero no es menos cierto que esta sobreprotección paternal está generando la proliferación de la delincuencia juvenil por la sutil aplicación de sanciones a este grupo de personas.

EL tema de la inimputabilidad hoy en día tiene un contenido

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