La comunicación y problematica

CÓMO LA COMUNICACIÓN QUE ES INHERENTE A LA RELACIÓN DE LAS PERSONAS EN UN GRUPO PUEDE TORNARSE PROBLEMÁTICA DEPENDIENDO DE LA INFORMACION DADA SOBRE EL ENTORNO Y LO QUE A ÉL CORREPONDE.

Como podemos observar, la comunicación es la base fundamental de las relaciones no sólo humanas sino también animales, aclarando que se conoce al ser humano como un animal racional. Pero, ¿cómo puede verse afectada la comunicación en entornos de desacuerdo en temas diversos que mantenemos al uso de la vida cotidiana? Teniendo en cuenta que para que haya comunicación debe haber un emisor, un receptor y obviamente algo que transmitir, o sea un mensaje; ello hace referencia a una cuestión muy simple que al mismo tiempo puede tornarse compleja dependiendo del punto de referencia desde el que se maneja. En estas cuestiones, entra a jugar un papel muy importante el lenguaje. Como bien es sabido, el lenguaje es un proceso mental superior, diseñador que nos sirve para estructurar los pensamientos, estableciendo en conexión con las ideas representaciones mediante esquemas mentales que luego expresamos por medio de la lengua y el habla, ya en conceptos más particulares. Dado que los seres humanos somos tan diferentes, podemos traer a colación el hecho de que nuestros comportamiento varían de persona a persona y eso hace que en algunos casos la comunicación, ya sea verbal o no, “entendiendo de este modo los gestos” puede que sean agradables o no a ciertas situaciones dadas en la vida cotidiana. Al mismo tiempo, referente al lenguaje no podemos dejar de lado algo que a concepto particular tiene significados diferentes dependiendo de lo que se quiere expresar, pero a concepto general o universal se toma en cuenta dependiendo de la situación, pero, se ve presente en cada sitio al que frecuentamos y a ello hacemos referencia a los signos, símbolos, iconos, indicios, síntomas y algo a lo que la mayoría de personas estamos adheridos según nuestra cultura (cualquiera que sea) que encierra costumbres y tradiciones y que llamamos la religión.

A lo que se quiere llegar es a la causa principal de las discordias presentadas por la mala comunicación y el lenguaje mal interpretado en las situaciones presentadas en la vida cotidiana que dificulta la recepción de los mensajes transmitidos a través de señales o presentada a modo de comportamientos socio-culturales y, a tratados lo más breves y concisos posible, dando a conocer sus diferencias y funciones dependiendo del contexto en el que se encuentren.

Se pueden otorgar nombres a estas señales o signos, más concretamente hablando y  que se subdividen según la relación que posean con aquello que representan y, si bien es sabido han de sobreestimarse estos signos pues ya se sabe que podrían decirse, del siguiente modo: “Los iconos son signos que se parecen de una forma u otra a lo representado”. Un retrato, por ejemplo, es un icono de la persona retratada, como pudimos observar en este ejemplo es muy claro el concepto que poseemos sobre icono, pero si hemos de recibir de nuestro medio un mensaje antecedente de algo como por ejemplo el fuego, podríamos decir que hacemos referencia a un indicio que tiene “una relación de continuidad” con los objetos que representan. Si hay un indicio, necesariamente está en lo representado. Estas han sido algunas de las referencias que más han ayudado a la humanidad al momento de emitir un mensaje ya sean ideas o acciones, facilitando la comunicación y la resolución de distintos problemas o conflictos. Algo que en definitiva no podemos sacar del tema y que tal vez sea de mayor envergadura para la constitución de culturas son los símbolos; “La relación entre el símbolo y su referente es convencional. Esto quiere decir que es artificial: un símbolo ni se parece a la cosa representada (como el icono) ni guarda ninguna relación necesaria con ella (como el indicio)” y aquí entramos a la discrepancia entre algo abstracto y algo llanamente concreto ya habiendo hablado de lo concreto anteriormente, pero como ha de notarse los símbolos y su significado cambian dependiendo del sujeto que los ve. Esta impresionante capacidad semántica de los símbolos tiene su lado negativo: dado que la relación entre ellos y su referente no es lógica, sino pactada. Para que un símbolo sea eficaz es imprescindible aprenderlo. Un ejemplo en este caso es el concepto que poseemos de paz. Una palabra (todas las palabras son símbolos) pero, no se parecen a nada, ni guardan relación de necesidad con nada. Aquí entran a jugar un papel importante los símbolos y la paz, en este caso el símbolo de esta palabra seria una paloma blanca, pero si alguna persona no tiene ese concepto básico vería en el dibujo un simple pájaro lo que cabe a simplicidad una paloma blanca: ¿Por qué ha de ser necesario aprenderse los símbolos para conocer su significado? Aquí es donde entramos a un concepto que posee universalidad y particularidad: “la cultura”. En muchas regiones hay símbolos cuya forma es idéntica, pero cuyo significado difiere totalmente según la cultura donde se realicen.  El negro es un color de luto, cosas malas, entre otros pero si se toma ha consideración no en todas las partes del mundo se toma de la misma manera o simplemente el mismo concepto es adquirido por otro color por ejemplo. Y esto, además, tiene la consecuencia citada: que el mismo símbolo, para una persona de otra cultura, puede significar algo distinto, o, en muchos casos, no significar nada.

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