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La (in)utilidad del arte


Enviado por   •  6 de Agosto de 2017  •  Ensayo  •  2.158 Palabras (9 Páginas)  •  301 Visitas

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La (in)utilidad del arte

“En el universo del utilitarismo, en efecto, un martillo vale más que una sinfonía, un cuchillo más que una poesía, una llave inglesa más que un cuadro: porque es fácil hacerse cargo de la eficacia de un utensilio mientras que resulta cada vez más difícil entender para qué pueden servir la música, la literatura o el arte” (Ordine, 2013, pág. 12).

        En la actualidad se entiende por utilidad los beneficios económicos que pueda brindar un producto o servicio, el éxito se mide por los ingresos y aquello que pueda brindar beneficios de otra índole se considera inútil. El capitalismo financiero ha provocado que se utilicen todos los medios necesarios con el fin de acumular capital, esto crea una obsesión por el dinero pone en un segundo plano los aspectos éticos y morales. Por ejemplo, la obsolescencia programada de los dispositivos electrónicos no solo ha creado una sociedad consumista, sino que también tiene gravísimos efectos para el medio ambiente; o las profundas desigualdades que esto produce, mientras unos viven en la opulencia y consumen todo lo que pueden, otros apenas sobreviven con lo mínimo; también está el ejemplo de las grandes farmacéuticas, quienes no se preocupan por sanar a las personas, sino que le crean más enfermedades.

        Por otro lado, la idea del desarrollo actualmente está ligada exclusivamente al tema económico y se mide en esos términos, esto ha causado que otros aspectos del ser humano, como la cultura, tiendan a desaparecer. El concepto o la noción de cultura se ha reducido al hedonismo. Ahora bien, el ocio es importante, pero no puede llenar los vacíos que dejan la vida política y económica. Entendiendo la cultura como algo que incide fuertemente en los cimientos de la educación, es definitivamente algo que puede complementar al ser humano, generar desarrollo, y erigir personas con criterio, que sepan analizar, que puedan opinar y que ayuden en la construcción de un mundo mejor; puesto que las personas que solo consumen esa pequeña porción de cultura llamada entretenimiento se limitan a seguir las tendencias que se les imponen. Por esto los sistemas políticos autoritarios, como las dictaduras y el nazismo, entre otros, censuraban siempre la cultura, los productos culturales y la intelectualidad ponen la ignorancia, necesaria para poder someter a un pueblo, en peligro

        Entonces, el rol del arte es llenar esos vacíos que han dejado, en el ser humano, los modos de vida que ha generado el capitalismo. El arte, aunque no puede suplir las necesidades físicas del ser humano, es útil, ayuda a cultivar el intelecto y nos hace libres.

Para comenzar, cabe aclarar que el artista ha existido desde el comienzo de las civilizaciones, ellos plasmaban en las paredes de las cuevas sus historias de batalla, de caza, y para celebrar sus victorias (Museo de Arte Moderno de Bogotá, 1999) por ello el arte ha sido un medio para conocer la historia, las costumbres, las cosmogonías y los modos de vidas de aquellos que habitaron el planeta antes que nosotros; puesto que el artista siempre ha dado cuenta de su realidad social. También ha sido un método para impartir en los pueblos los valores religiosos y el conocimiento, sobre todo cuando la lectura y la escritura eran privilegios del clero y las clases más altas.

Para ilustrar, los primeros artistas pintaban y grababan en las paredes escenas de su vida cotidiana que dan cuenta de su organización social, sus actividades económicas (como la caza, la recolección, la agricultura, entre otros), sus ideas de religión y sus rituales, la fauna que habitaba esos lugares y las armas que crearon para cazarlos (Jordá, 1974).

Otro ejemplo es el tapiz de Bayeux, un lienzo bordado de 70 metros de largo por 50 centímetros de ancho, que data del año 1066. Este tapiz relata la historia de Guillermo, el entonces duque de Normandía, su travesía por la Mancha con su inmensa flota, su posterior victoria en la Batalla de Hastings y cómo esta lo convierte en Guillermo el Conquistador, rey de Inglaterra (Bayeux museum, s.f.). En efecto, se evidencia la función cognoscitiva del arte tanto en el momento de su creación, cómo era un medio para instruir y enseñar la historia al pueblo y en la actualidad permite tener un conocimiento de los acontecimientos históricos y las costumbres de los pueblos.

Del mismo modo, a partir de la conquista de América, España se ve en la necesidad de occidentalizar a los indígenas que vivían en estas tierras originalmente. Su misión fundamental fue evangelizarlos, para lo cual fue muy importante el arte; pues, como lo establecía el Concilio de Trento, estas eran necesarias para enseñar la religión, convertir a los no creyentes y para la reafirmación de la nueva fe (Manrique, 1982). Las obras coloniales representaban temas religiosos, a través de los cuales comunicaban.

También se encuentran ejemplos en el arte oriental, el cual algunas corrientes emplearon las manifestaciones artísticas, especialmente la pintura y la escultura, para divulgar sus ideologías, sus fundamentos y sus enseñanzas. En adición, se le atribuyó, a dichas manifestaciones, la noción de objetos rituales.

Cabe resaltar que muchos avances en las áreas científicas se dieron a conocer mediante las manifestaciones artísticas. La anatomía, en sus inicios se basó en la representación artística del cuerpo humano e incluso fue realizada por artistas (pintores y escultores). Con la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada se dio a conocer el descubrimiento de miles de especies vegetales y animales a través de ilustraciones realizadas por artistas. Leonardo da Vinci (artista del renacimiento) hizo numerosas exploraciones e ilustraciones para la creación artefactos que sirvieron más adelante para su invención como el helicóptero, el vehículo de combate y el submarino, entre otros (Aponte Isaza, 2016).

En resumidas cuentas, el arte es un elemento discursivo del artista para evidenciar su contexto, en primer lugar y, en segundo lugar, un medio de trasmisión de conocimientos en la contemporaneidad de la obra y para las generaciones futuras.

Por otra parte, desde la antigüedad se percibe la función estética del arte, su capacidad de generar sensaciones y sentimientos en el espectador (Aponte Isaza, 2016). Una obra de arte o manifestación artística puede suscitar en el espectador placer o desagrado sin importar sus previas concepciones sobre arte, posterior a esta primera instancia es posible que se desencadenen otro tipo de reacciones, pero esto ya depende de la disposición del espectador frente a la obra, entre esas reacciones se encuentran la reflexión, el juicio de la obra y la crítica, en ese orden. A lo que apuntan muchos artistas es la reflexión, lograr que el espectador analice la obra y le sea posible generar un pensamiento propio a partir de ella.

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