La organización de la institución educativa
Enviado por MANUMANU1983 • 3 de Septiembre de 2021 • Apuntes • 2.254 Palabras (10 Páginas) • 94 Visitas
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Programa especializado en XXXXX
Módulo 1: la ESTRUCTURA de una institución educativa.
Clase: La organización de la institución educativa.
Contenido
- La matrícula.
- Los docentes y el equipo pedagógico.
- La infraestructura o la sede educativa.
- Recursos para el aprendizaje o didácticos.
- El entorno.
Desarrollo
Una institución educativa se debe comprender como un espacio de trabajo diseñado y organizado para desarrollar programas pedagógicos, culturales y de liderazgo social. El consabido ente establece acciones fundamentales de administración como cualquier empresa; pues planifica, efectúa y evalúa acciones. Tiene una jerarquía directiva que produce ideas y decide, asimismo otro nivel de ejecución y desarrollo formado por docentes, empleados administrativos y el sector laboral (obreros educacionales). En los casos donde existen instancias de coparticipación electas (como son las comunidades educativas, los consejos educativos y centros de estudiantes) estas ayudan a llevar la gestión educativa participando en la toma de ciertas disposiciones transitorias.
Las instituciones educativas están organizadas en cinco grandes dimensiones que son las que evidencian y ratifican su condición de entidad formativa. Estas dimensiones son: la matrícula, el equipo pedagógico, la sede educativa, los recursos para el aprendizaje y el entorno.
1.- La matrícula:
Está definida como el número de estudiantes inscritos en una determinada dependencia o espacio educativo durante un periodo de tiempo específico. Los estudiantes son la razón de ser de toda entidad educativa.
Dirigir o coordinar una matrícula escolar es cuidar ese conjunto de personas que la componen y que conocemos regularmente como alumnos (en cualquier nivel y modalidad del sistema educativo). Pues desde un niño, pasando por un adolescente y hasta un adulto mismo, deben ser objeto de máximo interés del Director y su equipo dentro de un establecimiento educativo. Revisar desde su evolución conductual (si son niños o adolescentes) o su rendimiento académico (en el caso de cualquier grupo etario; adultos inclusive). Y es que en su condición formativa todo plantel debe medir y reflexionar sobre los procesos académicos con sus propios participantes.
La matrícula no sólo son estadísticas o números; son rostros, son seres humanos ávidos de atención, son sujetos en formación y demandan un abordaje para con ellos a cualquier nivel o modalidad del sistema educativo. Entre más preciso sea el acompañamiento de ese educando más exitoso será el producto. Lo complejo está en el abordaje de matrículas muy numerosas (1000 o 2000 estudiantes), para lo cual se necesitan equipos de trabajo comprometidos a asumir fracciones de dicha matrícula en ese contacto permanente y evolutivo que debe tenerse con cada sujeto social.
De allí la necesidad de conocer en detalle la matrícula para darle la mejor atención posible; inclusive, en el mundo existen estudios de cuarto nivel (postgrados) compuestos por programas universitarios que le dan un trato individualizado a cada sujeto matriculado, cuidando sus intereses académicos particulares a través de tutorías y asesorías en áreas del saber muy específicas. Lo cual alimenta las buenas referencias académicas y humanas de dichos programas, garantizándole larga vida a los mismos.
Es importante considerar que en los niveles educativos más bajos (entiéndase escuela de primeras letras y la escuela secundaria) debe observarse a la matrícula de forma indivisible con la familia, por el ejercicio mismo de la corresponsabilidad educativa; considerada en algunos países latinoamericanos como un derecho (casos como el de Venezuela y Colombia). La misma ha sido definida como el ejercicio compartido, entre familias y docentes, de los procesos formativos de los niños y adolescentes, intentando llevar una escuela consensuada y auditada permanentemente para el beneficio de los sujetos participantes (en la educación superior o de adultos no existe o se desvirtúa el concepto de corresponsabilidad educativa) . En el caso de los niños y adolescentes, en el marco de la educación pública y gratuita, el abordaje de la matrícula debe vincular lo socio-económico con el tema sanitario; por ejemplo, la detección de un niño que este bajo de peso y talla indica muy seguramente problemas de aprendizaje producto de no estar bien alimentado.
Ciertamente, en algunos casos, al hablar de niños y adolescentes, el proceso de formación alcanza hasta los representantes, pues si tienes una niña con insectos malófagos (piojos) debes informar y formar a la madre o al padre en el tema para solventar el problema. Se concluye, indefectiblemente, que en edades escolares inferiores a los 18 años la matrícula no viene sola, sino que viene acompañada del núcleo familiar. Es aquí donde son importantes los equipos o departamentos de protección y desarrollo estudiantil para atender y resolver cualquier necesidad o falencia que presente estudiante alguno, tema para el que no hay edad muchas veces, pues desde la atención médica, psicológica y hasta económica, bajo un sistema de becas, siempre será de interés social y colectivo.
2.- Los docentes y el equipo pedagógico:
En este caso nos referimos al magisterio que hace vida en las unidades educativas y a todo ese equipo adjunto que complementa las funciones docentes con tareas burocráticas y de mantenimiento de la planta física (como lo es el personal administrativo y obrero).
En materia de gestión humana, es fundamental atender a las necesidades del personal que hace vida en cualquier organismo, no es solamente pagar una cantidad de dinero por los servicios prestados; es asumir la atención de sus necesidades como política de la institución o del Estado (si fuese el caso), bajo el lineamiento de un salario más social (que implique el acceso a la salud, a bienes y servicios, a la formación permanente y a la recreación inclusive).
Para los trabajadores en general, es importante el reconocimiento constante a su labor dentro de la institución como incentivo moral ante un entorno laboral y social. Si no faltó en todo el mes a su trabajo, debe hacérsele llegar un oficio o correo en el cual se le dignifique el esfuerzo felicitándolo por su responsabilidad en sus funciones. Eso es cuidar el ego y la emocionalidad de los maestros (y del resto del personal). El director del plantel debe cuidar a la principal herramienta que tiene para atender a la matrícula de la institución y tener calidad educativa como fin último.
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