Las practicas pedagogicas en media general del municipio libertador estado sucre
Enviado por 031903 • 25 de Febrero de 2019 • Tesis • 1.998 Palabras (8 Páginas) • 179 Visitas
UNIVERSIDAD LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE
COORDINACIÓN GENERAL DE POSTGRADO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
CARÚPANO ESTADO SUCRE
Lcda. Juana Martínez
C.I. 10.573.673
La educación permite una interacción en los escenarios de socialización y el desarrollo humano, en el cual se logra la continuación de la evolución de la especie humana manteniendo y recreando la herencia cultural, mediante diversos signos y símbolos que son los que le dan significado a la cultura y son la base para que haya un intercambio
De acuerdo a la cita planteada, la educación es el resultado de un proceso que nace, evoluciona y se transforma de acuerdo a las influencias de factores sociales y culturales, ya que los seres humanos se nutren de estos para interpretar y dar significados a la variedad de saberes heredados de una cultura impregnada de concepciones y prácticas sociales para formar la personalidad del ser humano.
Apartir del entorno real se insertan las variaciones que le dan sentido a las interpretaciones sociales y culturales para la formación de los seres humanos, este es uno de los grandes retos de la educación. Por tanto hay que asumir la formación a partir de la valoración y conocimiento de los otros sustentada en la perspectiva de práctica transformadora como demanda educativa que requiere de métodos innovadores para desmontar viejas prácticas que se desprenden de factores sociales y culturales, y asumirla como proceso que orienta hacia el reconocimiento de cada ser humano con aptitudes y habilidades propias de la práctica educativa.
Pero a pesar de los esfuerzos hechos en el ámbito educativo por formar a los docentes para cambiar sus métodos de enseñanzas, aún se observan concepciones y prácticas pedagógicas contentivas de recetas, que de una u otra forma han prefigurado contenidos curriculares influenciados de informaciones que aporta el entorno social y cultural.
La problemática de la formación radica en la actitud como ha sido aborda por parte de los docentes, que han mantenido patrones educativos que ameritan ser revisados en función de generar una nueva concepción teórica para la formación.
En este sentido Jiménez y villa, (1998), aportan sus ideas en cuanto a la educación en la diversidad, manifiestan que:
“Se trata de construcción y reconstrucción, un proceso amplio y dinámico de conocimiento que surge a partir de la interacción entre personas distintas en cuanto a valores, ideas, percepciones e intereses, capacidades, estilos cognitivos y de aprendizaje, etc., que favorece la construcción consciente y autónoma, de formas personales de identidad y pensamiento, y que ofrece estrategias y procedimientos educativos (enseñanza-aprendizaje) diversificados y flexibles con la doble finalidad de dar respuesta a una realidad heterogénea y de contribuir a la mejora y el enriquecimiento de las condiciones y relaciones sociales y culturales” ( p.38)
Mediante lo expresado por los autores en cuanto a educación en la diversidad, esta se debe orientar como proceso integrador, que ofrezca oportunidades, de abrir nuevas brechas para la participación individual y colectiva, que permita mirarse desde su interior, desde su sensibilidad, que lo ayude a descubrir y valorar talentos como ser único, desde su cotidianidad o entorno real.
En consideración a todo lo expuesto, se aborda el tema de la formación como factor para sustentar la educación y matiz para analizar las manifestaciones conductuales de los seres humanos, partiendo de las necesidades y particularidades del contexto sociocultural como elementos para abordar las prácticas pedagógicas.
De allí, que el tema de la formación nos conduce a un abordaje con sentido complejo, ya que amerita de una expansión y transformación de la realidad, o mejor dicho, nos conduce hacia una gama de conocimientos que proporcionan las distintas áreas del saber humano, y ello posibilita la concepción de una formación transformadora como argumentación para abordar la educación integral de cada ser humano.
De allí, que los docentes formulan concepciones personales que desarrollan en sus prácticas docentes cuyas influencias culturales inhiben el desarrollo del proceso educativo, siendo este el caso de la formación, la cual ha estado arraigada en las creencias y tabúes propias de la personalidad del docente, expresándose como modo de enseñanza y constitución de currículos cerrados, sin permitir el discurso de la temática de manera clara y especifica que oriente el desenvolvimiento de los estudiantes.
En este sentido, puede tener lugar en el contexto mismo de la práctica y son los docentes quienes, a partir de la reflexión sobre esta, pueden construir un conocimiento integral, para el desarrollo y desenvolvimiento del estudiante como seres humanos plenos, donde se aplique métodos innovadores de formación en, por y para la vida, el desarrollo de una cultura para el disfrute, el compartir, la creación, del encuentro humano como factores de convivencia para la formación del pensamiento crítico, sin descuidar sus inclinaciones, aptitudes y aspiraciones.
Sin embargo, se visualiza que esta concepción es limitada desde este referente de funcionalidad, en cuanto al tema de la formación puesto que las prácticas docentes centran su atención en contenidos descontextualizados de la realidad, que inducen al producto y no a los procesos de formación.
Pues, la formación en este contexto, se prefigura desde la praxis educativa, que han formado al educando por medio de esquemas preestablecidos, conducidos en la búsqueda de saberes a través de métodos inadecuados sin comprensión, mutilando de esta forma la creatividad, reflexión, innovación, la curiosidad y la duda sobre el conocimiento. Esto ha inducido a procesos más cuantitativos que cualitativos, es decir, procesos de cantidad y no de calidad, y es así como se han configurado contenidos programáticos aislados del interés y necesidades educativas del educando, que en su mayoría no han servido al educando para desenvolverse en la sociedad, es decir, los conocimientos no son vinculables con su realidad, motivado a que no tienen participación en la construcción de contenidos propios para aprehender, reflexionar, crear y desarrollar conocimiento.
Por lo tanto, la formación amerita la valoración de la condición humana para abordar todo los aspectos de la personalidad, en cuanto a lo físico, psicológico y lo social, que sean capaces de generar conductas basadas en la responsabilidad, solidaridad y
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