Lean Manufacturing
Enviado por ceniimar • 16 de Octubre de 2013 • 2.068 Palabras (9 Páginas) • 268 Visitas
MEDICIÓN DEL TRABAJO
CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA MEDICIÓN DEL TRABAJO
1. Definición de medición del trabajo
el estudio del trabajo consta de dos técnicas que se complementan: el estudio de métodos y
la medición del trabajo; y aunque ambas quedaron definidas allí, antes de estudiar la
medición del trabajo vale la pena repetir su definición.
La medición del trabajo es la aplicación de técnicas para determinar
el tiempo que invierte un trabajador calificado en llevar a cabo una
tarea definida efectuándola según una norma (método) de ejecución
preestablecida
En esta definición cuidadosamente articulada hay varias expresiones que tendremos
oportunidad de examinar más a fondo en otros capítulos. Saltan a la vista, por ejemplo, «
trabajador calificado » y « norma de ejecución preestablecida », pero no necesitamos
ocuparnos por ahora de su significado exacto. En cambio, vale la pena observar que la «
medición del trabajo », que hemos explicado hasta ahora como una técnica, comprende en
realidad no una, sino muchas técnicas afines, que pueden utilizarse cada una por su lado
para medir el trabajo. Las principales de las clasificadas bajo esa denominación se enumeran
en la sección 5 de este capítulo.
2. Objeto de la medición del trabajo
El tiempo total de fabricación de un producto puede aumentar a causa de malas
características del modelo mismo, por el mal funcionamiento del proceso o por el tiempo
improductivo añadido en el curso de la producción y debido a deficiencias de la dirección o a
la actuación de los trabajadores. Todos esos factores tienden a reducir la productividad de la
empresa.
Examinamos las técnicas de dirección con las cuales se pueden eliminar, o al menos reducir,
las citadas fallas. Está demostrado que el estudio de métodos es una de las principales
técnicas para reducir el trabajo que lleva el producto o el proceso mediante la investigación
sistemática y el examen crítico de los métodos y procesos existentes y el hallazgo e
implantación de métodos mejores.
Reduciendo al mínimo el trabajo real invertido en el producto o el proceso sólo se logra en
parte obtener el máximo de productividad de los recursos existentes de mano de obra e
instalaciones. Incluso si se limita al mínimo el trabajo esencial, probablemente se invierta
mucho tiempo innecesario porque la dirección no organiza ni controla la fabricación con la
debida eficacia y, además, porque en el desempeño del trabajo se desperdicia tiempo en una
u otra forma.
El estudio de métodos es la técnica principal para reducir la cantidad de trabajo,
principalmente al eliminar movimientos innecesarios del material o de los operarios y
substituir métodos malos por buenos. La medición del trabajo, a su vez, sirve para investigar,
reducir y finalmente eliminar el tiempo improductivo, es decir, el tiempo durante el cual no se
ejecuta trabajo productivo, por cualquier causa que sea.
En efecto, la medición del trabajo, como su nombre lo indica, es el medio por el cual la
dirección puede medir el tiempo que se invierte en ejecutar una operación o una serie de
operaciones de tal forma que el tiempo improductivo se destaque y sea posible separarlo del
tiempo productivo. Así se descubren su existencia, naturaleza e importancia, que antes
estaban ocultas dentro del tiempo total. Es sorprendente la cantidad de tiempo improductivo
incorporado en los procesos de las fábricas que nunca han aplicado la medición del trabajo,
de modo que o bien no se sospechaba o se consideraba como cosa corriente e inevitable
que nadie podía remediar.
Pero una vez conocida la existencia del tiempo improductivo y averiguadas sus causas se
pueden tomar medidas para reducirlo. La medición del trabajo tiene ahí otra función más:
además de revelar la existencia del tiempo improductivo, también sirve para fijar tiempos tipo
de ejecución del trabajo, y si más adelante surgen tiempos improductivos, se notarán
inmediatamente porque la operación tardará más que el tiempo tipo, y la dirección pronto se
enterará.
Anteriormente dijimos que el estudio de métodos puede dejar al descubierto las deficiencias
del modelo, de los materiales y de los métodos de fabricación; interesa, pues, principalmente
al personal técnico. La medición del trabajo es más probable que muestre las fallas de la
misma dirección y de los trabajadores, y por eso suele encontrar mucho mayor oposición que
el estudio de métodos. No obstante, si lo que se persigue es el eficaz funcionamiento de la
empresa en su conjunto, la medición del trabajo bien hecha es uno de los mejores
procedimientos para conseguirlo.
Desgraciadamente, la medición del trabajo, y particularmente el estudio de tiempos, que es
su técnica más importante, adquirieron mala fama hace años, sobre todo en los círculos
sindicales, porque al principio se aplicaron casi exclusivamente para reducir el tiempo
improductivo imputable a los trabajadores fijándoles normas de rendimiento a ellos, mientras
que el imputable a la dirección se pasaba prácticamente por alto. Las causas de tiempo
improductivo evitables en mayor o menor grado por la dirección son mucho más numerosas
que las que podrían suprimir los trabajadores. Además, la experiencia ha demostrado que si
se toleran los tiempos improductivos como las interrupciones por falta de material o avería de
las máquinas sin hacer un verdadero esfuerzo para evitarlos, el personal se va desanimando
y desganando y aumenta el tiempo improductivo atribuible a los trabajadores. Es lógico que
así sea. Para los trabajadores, la cuestión es muy sencilla: «Si no podemos adelantar el
trabajo por algo que no depende de nosotros y sí de la dirección, ¿por qué afanarse? Que la
dirección arregle antes lo que le toca » A ese argumento es difícil replicar.
Así como en toda reorganización el estudio de métodos debe preceder a la medición del
trabajo, de igual modo la eliminación del tiempo improductivo por deficiencias de la dirección
debe preceder a toda ofensiva contra el tiempo improductivo imputable a los trabajadores.
Más aún, el solo hecho de que disminuyan las demoras e interrupciones que la dirección
pueda evitar tenderá a reducir el desperdicio de tiempo
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