Lectura Y Escritura
Enviado por strangle • 13 de Diciembre de 2012 • 1.114 Palabras (5 Páginas) • 326 Visitas
PRÓLOGO
Hace ya algunos años, al final de una intervención del profesor Julián Marías ante la Conferencia Episcopal Es¬pañola, uno de los obispos asistentes preguntó: «¿Qué nos aconseja Vd. para esta época difícil?». El anciano fi¬lósofo no tuvo que darle muchas vueltas. Respondió: «¡Pensar, pensar, pensar!». En tiempos de crisis, la lucidez es el secreto. Se convierte en actitud fundamental ante la vida y la muerte. Y solo puede permanecerse en la luci¬dez —no siempre agradable, nunca fácil— si se mantiene la capacidad de atravesar la dura corteza del aconteci¬miento en estado bruto y preguntarse por su razón. Si falta el pensar, lentamente, la acción deja de ser trans¬formadora, creadora de oportunidades para el futuro. No en vano dejó escrito D. Bonhoeffer en sus papeles de la cárcel: «Lo realmente decisivo no consiste en saber salir con elegancia de una situación comprometida, sino dejar una esperanza para el futuro». Hoy, pensar y decir de modo comprensible lo pensado, resulta no ya conve¬niente sino estrictamente necesario. Y esto es lo que ha sabido hacer con extraña habilidad Joan Bestard. Y lo que nos transmite en el libro que tenemos en las manos. Siempre atento a los mecanismos que condicionan el funcionamiento de la sociedad actual, con la seriedad técnica y el rigor científico que caracterizan cada una de sus publicaciones, nos ofrece ahora el resultado de mu¬chas horas de trabajo y reflexión. Tengo para mí que en la publicación de su tesis doctoral Globalización, Tercer Mundo y solidaridad, obra monumental y exhaustiva, nuestro autor se quedó con las ganas de poner al alcance de un público más amplio algunas de las muchas conclusiones a las que le condujo su análisis. Que por tratarse de un estudio académico, puede ser complicado para los no expertos en la materia. Y ciertamente, hay que agradecerle esta inquietud. Entre nosotros, a pesar de las constantes publicaciones que nos sirven las numerosas editoriales, se echa a faltar lo que en lenguaje técnico se conoce como «alta divulgación». Que se distingue de tantos textos que o no dicen nada o se limitan a repetir lo que otros han dicho. O pueden resultar inasequibles al pequeño porcentaje de lectores interesados, que terminan por dejar la lectura a las pocas páginas, cansados y aburridos ante un esfuerzo no siempre gratificante por sus resultados. Hay que recuperar al lector del dominio despótico de los medios de comunicación de masas. Porque el ejercicio de leer es la verdadera puerta para la elaboración de una opinión propia, antídoto urgente del pensamiento único, siempre peligroso.
No hay duda de que, como diría Ortega, «el tema de nuestro tiempo» es hoy la reflexión ética. Desaparecidos los grandes relatos por excesivamente ideológicos, obligados a volver una y otra vez a la dura realidad del día a día, sobre todo a partir de los últimos acontecimientos históricos a cuyas consecuencias nos vemos ineludiblemente enfrentados, desde una consciencia cada vez más evidente de que poder ya no es sinónimo de seguridad, se plantea, en «un mundo sin rumbo», la gran pregunta: «¿sabremos vivir juntos?». Tal vez deberíamos nosotros decir: «¿podremos vivir juntos?». La búsqueda de respuestas eficaces, concretas, prácticas, alejadas de planteamientos abstractos, capaces de orientar la pequeña acción posible, se ha convertido en una necesidad. Es el objetivo de estas páginas.
Sin duda alguna, el saber de Joan Bestard acerca de la globalización en curso le facilita las cosas. La globalización forma parte
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