Lecturas De Apoyo Del Capitulo 8 cátedra Unadista

La argumentación en la ponencia

La ponencia da origen a la producción de explicaciones que pretende persuadir a los lectores de la validez lógica de los planteamientos presentados, para lograr esta convicción, el autor apela a diferentes argumentos o razones, que sean efectivas para lograr el convencimiento del interlocutor o lector. Por lo tanto, deben soportar un análisis que permita la reflexión especialmente cuando el texto es escrito. A continuación se presentan algunas estrategias que le pueden ser útiles para la argumentación de su ponencia.

Argumento etimológico: se emplea para aclarar los preconceptos y presupuestos, indicando la fuente del término, su sentido original y el proceso de evolución del mismo. Debe ser presentado al iniciar el tema, para evitar discusiones inútiles y sin sentido, facilitando la asimilación y comprensión del texto.

Argumento histórico: presenta la evolución continua de los argumentos, en la mayoría de los casos no considera los conflictos, las revoluciones y cambios que pueden debilitar el valor del argumento planteado.

Argumento de sentido común: éste aduce razones con base en presupuestos, prejuicios y preconceptos, que convierten en populista, politiquero y demagogo el argumento, restándole validez.

Argumento anecdótico: respalda el enunciado con una ilustración metafórica, que muestra cómo funciona la teoría en lo cotidiano garantizando la adhesión y persuasión de aquellos que permanecen indiferentes a los postulados teóricos. Sin embargo, las anécdotas deben ser seleccionadas y evaluadas cuidadosamente, antes de ser utilizadas.

El juego de palabras: este tipo de argumento deslumbra, generando una impresión de facilidad y dominio del tema. Sin embargo, si se trata sólo de un juego del lenguaje perderá validez, demostrando la debilidad en el manejo del tema. Puede ser utilizado para la transición de un argumento a otro, para utilizar una nota de humor, permitiendo el descanso del lector.

Argumento lógico y racional: recurre a la evidencia lógica y a la razón del planteamiento presentado. Con frecuencia tiene un efecto contrario, estimula la verificación de los postulados por parte de lector o interlocutor. Por lo tanto debe hacer un análisis de la calidez lógica del razonamiento expuesto.

Argumento ético y metafísico: es de tipo moralizador y se puede plantear para evaluar las conclusiones, las aplicaciones e interpretaciones a partir de las opciones éticas y metafísicas. Estos argumentos deben ser vistos como postulados que direccionan el razonamiento en torno al tema expuesto por el autor.

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