Literatura
Enviado por smile28 • 24 de Marzo de 2015 • 3.160 Palabras (13 Páginas) • 119 Visitas
L e dolía el cuerpo, pero a Neferet no le importaba. La verdad era que le gustaba el dolor. Respiró profundo, automáticamente tirando hacia ella los restos del poder del toro blanco que se deslizaban entre las sombras que se formaban en el crepúsculo antes del amanecer. La oscuridad la fortalecía. Hizo caso omiso de la sangre que cubría su piel. Se puso de pie.
El toro la había dejado en el balcón de su suite. Kalona no estaba dentro. Pero eso poco importaba. Ya no le quería porque después de esta noche no lo necesitaría nunca más.
Neferet se volvió al norte, la dirección aliada con el elemento tierra. Elevó los brazos y comenzó a mover sus dedos a través del aire, peinando los invisibles, poderosos hilos de magia antigua y Oscuridad. Luego, con voz carente de toda emoción, Neferet dijo el conjuro como el toro le había instruido.
De tierra y sangre has nacidoUn pacto con la oscuridad he juradoLleno de energía escucharás sólo mi vozTu vida es mía, no tienes otra opciónCompleta la promesa del toro esta noche¡Y siempre, siempre, deléitate con su terrible y oscura luz!
La Tsi Sgili arrojó el infierno de Oscuridad que pululaba en sus manos por delante de ella. Golpeó el suelo del balcón de piedra y pilares estallaron hacia arriba, girando, retorciéndose, cambiando...
Neferet observaba, fascinada, como la Vasija tomaba forma, su cuerpo uniéndose en un pilar de brillantez que le recordaba mucho el pelaje perlado del toro blanco. Por último se quedó allí—Él se quedo de pie frente a ella.
Neferet sacudió la cabeza con asombro.
Era hermoso, un hombre joven totalmente hermoso. Alto y fuerte, y perfectamente formado. Una persona promedio no podría ver ningún indicio de Oscuridad a su alrededor. La piel que cubría los poderosos músculos era lisa y sin imperfecciones. Su cabello era largo y grueso y rubio como el trigo en verano. Sus rasgos eran perfectos—su fachada era impecable.
“Arrodíllate ante mí, y te daré tu nombre.”
La Vasija obedeció al instante, cayendo sobre una rodilla ante ella. Neferet sonrió y puso su mano manchada de sangre en la parte superior de su cabeza rubia y sedosa. “Te llamaré Aurox, como los toros ancestrales de la antigüedad.”
“Sí, señora. Soy Aurox,” dijo el Recipiente.
Neferet se echó a reír y reír y reír, sin importarle que la histeria y la locura tiñeran su voz, sin importarle que dejó a Aurox de rodillas sobre la azotea de piedra en espera de su siguiente orden, y sin importarle que mientras se alejaba, la Vasija la miró con ojos que brillaban intensamente con una luz antigua, especial, como piedras de luna iluminadas desde dentro...
<!--[if !vml]--> <!--[endif]--> Zoey
“Sí, sé que Nyx lo perdonó y lo convirtió en un chico. Un poco como, no sé ustedes, pero yo no conozco a ningún otro chico que se convierta en pájaro durante el día.” Stark sonaba súper cansado, pero no lo suficiente súper cansado como para dejar de preocuparse.
“Esa es su consecuencia por todas las cosas malas que ha hecho,” le dije a Stark, acurrucándome contra él y tratando de ignorar el afiche de Jessica Alba en la pared. Stark y yo habíamos tomado la habitación de Dallas en los túneles bajo el depósito. Había hecho algunos cambios elementales, y todo el mundo había hecho un montón trabajo de limpieza a la antigua. Todavía teníamos un gran camino por recorrer, pero por lo menos el lugar era habitable y una Zona-Libre-de-Neferet.
“Cierto, pero todavía es tan raro que hasta hace apenas poco era el hijo favorito de Kalona, y un Cuervo Mocker,” continuó Stark.
“Hey, no estoy en desacuerdo contigo. Es raro para mí también, pero confío en Stevie Rae y ella lo ama.” Hice un gesto con la cara, haciendo sonreír a Stark. “Incluso antes de que se deshiciera de ese pico y esas plumas. Jeesh, eew. Tengo que sacarle toda la historia.” Hice una pausa, pensando. “Me pregunto qué estará sucediendo ahora mismo entre ellos.”
“No mucho. El sol acaba de salir. Él es un pájaro. Oye, ¿Stevie Rae dijo que le iba a poner en una jaula, o qué?”
Le di un manotón. “¡No dijo nada de eso y tú lo sabes!”
“Tiene sentido para mí.” bostezó Stark enormemente. “Pero lo que sea que haga, tendrás que esperar hasta el anochecer para oírlo.”
“¿Hemos pasado más allá de tu hora de dormir, pequeño niño?” pregunté, sonriéndole.
“¿Pequeño niño? ¿Me estás faltando el respeto, chica?”
“¿Faltando el respeto?” me reí “Sí, por supuesto. ¡Heehees!”
“¡Ven aquí, mujer!”
Stark comenzó a hacerme cosquillas como loco y traté de tomar represalias tirando de los vellos de sus brazos. Él gritó (como una niña pequeña) y luego todo el asunto se convirtió en un combate de lucha libre en el que, de alguna manera, terminé siendo inmovilizada.
“¿Te rindes?” Stark me preguntó. Con una mano sosteniendo mis muñecas mientras sujetaba mis brazos por encima de mi cabeza, y me hacia cosquillas en mi oído con su respiración jadeante.
“De ninguna manera; no eres mí jefe.” Luché (inútilmente). Okey, admito que no luché muy duro. Quiero decir, él se apretó contra mí, totalmente sin hacerme daño—como si Stark fuera alguna vez a hacerme daño—estaba súper caliente, y yo lo amaba. “En realidad, voy a hacértelo fácil. Todo lo que tengo que hacer es llamar a mis mega cool poderes de los elementos y tu lindo trasero será pateado.”
“¿Lindo, huh? ¿Crees que mi trasero es lindo?”
“Tal vez,” le dije, tratando de no sonreír. “Pero eso no quiere decir que no llamaré a los elementos para patearlo.”
“Bueno, entonces será mejor que mantenga tu boca ocupada para que no puedas hacer eso,” dijo.
Cuando empezó a besarme pensé en lo extraño y maravilloso que era que algo tan simple, como sólo un beso, me hacia sentir tanto. Sus labios contra los míos eran suaves, y un contraste sorprendente con su duro cuerpo. A medida que seguía besándome dejé de pensar en lo maravilloso que era porque él me hacía dejar de pensar. Todo lo que hice fue sentir: su cuerpo, mi cuerpo, nuestro placer.
Así que no había estado realmente pensando en el hecho de que seguía sosteniendo mis brazos por las muñecas, atrapadolos por encima de mi cabeza. No pensé en ello cuando su mano libre se deslizó hasta la camiseta extra grande de Superman que usaba como pijama. Todavía no pensé en ello cuando su mano se movió por debajo de mi camiseta a la parte superior de mis bragas. Sólo comencé a pensar en ello cuando su beso cambió.
Pasó de suave y profundo a duro. Demasiado duro. Fue como si de repente se hubiese vuelto un muerto de hambre, y yo
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