Los Niños Y Los Numeros
Enviado por reinita68 • 4 de Julio de 2015 • 2.061 Palabras (9 Páginas) • 280 Visitas
Los niños y los números
Cómo podemos ayudar
Virginia Ferrari
Con este artículo iniciamos una serie de temas de reflexión y actualización en torno a los primeros conocimientos matemáticos de los niños pequeños. Pretendemos entregar textos breves, a manera de cápsulas, en los que se aborden los distintos aspectos que conforman un tema de investigación y enseñanza tan complejo y con tantas facetas y perspectivas como es la adquisición de los conceptos matemáticos.
Deseamos hacer hincapié en que las aproximaciones teóricas, así como muchas de las actividades de enseñanza que en esta serie volcaremos, pertenecen a investigadores de distintas partes del mundo, especialmente de Australia, Reino Unido, Estados Unidos, Holanda y Francia. No se trata, en ningún caso, de transcribir sus textos, sino de divulgar sus enfoques, sus propuestas, a partir de la lectura que nosotros hemos realizado de ellos, con la única finalidad de contribuir a la formación y actualización del magisterio nacional y de mejorar la calidad de la enseñanza de la matemática en la educación básica.
En este sentido, agradecemos de manera especial al investigador Bob Wright y a la especialista en educación matemática Ann Stafford el diálogo abierto que han mantenido con nosotros y su disposición a colaborar con esta publicación.
"Los niños..."
Hablar de los niños y los números es abrir el diálogo a un universo amplio, profundo y tan lleno de variaciones y detalles como niños hay. Si bien nuestro propósito a largo plazo es tratar de abrazar ese universo, tenemos claro que para lograrlo debemos comenzar por acotar, delimitar en la medida de lo posible y conocer seriamente cada uno de los aspectos que lo integran.
Corresponde, en primer lugar, hacer una aclaración que tiene que ver con el título de este texto. Al hablar de "los niños", nos referimos, por supuesto, a las niñas y los niños, apelando al correcto uso del sustantivo masculino plural que incluye en su designación a seres de uno y otro sexo, y apegándonos a la ley de la economía del lenguaje que facilita la expresión y agiliza la lectura.1
De cero en adelante
Una primera delimitación de este universo y tema de esta entrega puede ser: ¿a cuáles niños estamos haciendo referencia, de qué edad? La respuesta es contundente y puede sorprendernos: a niños de cero años en adelante. Aclaremos lo anterior.
Los niños aprenden a decir cuántos años tienen y a mostrarlo con los dedos desde temprana edad.
Foto: Archivo.
Efectivamente, el niño entra en contacto con las matemáticas desde que nace, puesto que el lenguaje cotidiano en el que está inmerso expresa -dependiendo, en mayor o menor grado, de la cultura y el medio social al que pertenece- gran cantidad y variedad de nociones matemáticas. Las palabras que las expresan se van adquiriendo conjuntamente con el resto de la lengua sin que exista, la mayoría de las veces, conciencia de ello por parte de los adultos que rodean al niño en distintos momentos de su vida: los padres, los familiares, los educadores. No es poco frecuente la creencia de que el primer contacto del niño con las matemáticas, y en particular con los números, tiene lugar en el jardín de niños; sin embargo, se trata de un gran equívoco que puede llevar a que la escuela no sólo desaproveche el bagaje matemático con el que llegan los menores, sino que incluso lo ignore totalmente (tal situación ha sido provocada, en parte, por la gran influencia de las ideas de Piaget en relación a las llamadas "actividades prenuméricas", de lo cual nos ocuparemos en otro artículo).
Detengámonos por un momento a pensar cuáles son esas palabras que denotan nociones matemáticas y hagamos una lista de ellas. Pensemos, asimismo, el contexto en el que las empleamos. Esta actividad nos ayudará a ver cómo las matemáticas no son algo ajeno al entorno familiar y social cotidiano del niño, ni algo que comienza cuando éste empieza a ir a la escuela. Por el contrario, desde pequeño se encuentra colocado en gran cantidad de situaciones matemáticas que son expresadas con un determinado lenguaje: el niño oye, y más adelante habla de números, tiempos, espacios, distancias, formas, pesos, tamaños., y en sus juegos compara, agrupa, separa, ordena, mide y resuelve pequeños problemas de suma, resta, reparto, etcétera.
Lejos de ignorar esta riqueza, la escuela debe no sólo aprovecharla, sino promoverla en los hogares. Cada vez es más claro que la educación no es una cuestión exclusivamente escolar sino social, que maestros, padres y alumnos deben trabajar conjuntamente. El aspecto de la adquisición de las primeras nociones matemáticas resulta un terreno ideal para esta colaboración. Como educadores, podemos informar y orientar a los padres respecto al importantísimo papel que el entorno familiar juega en el desarrollo de dichas nociones en el inicio del proceso que llamamos numerización temprana.
Numerización
En la literatura anglosajona sobre la enseñanza de la matemática elemental se ha introducido el uso de la palabra numeracy, un neologismo resultante de la contracción de las palabras: number (número) y literacy (capacidad de leer y escribir, alfabetización), que se ha traducido -en nuestra opinión, sin acierto- como "alfabetización numérica" o "competencia numérica". Durante el trabajo de traducción de algunos textos en inglés relativos al tema analizamos las ventajas de poseer un término análogo en español que no fuera tan confuso como las traducciones mencionadas. Entre varias propuestas, elegimos el neologismo numerización, formado por la contracción de las palabras: 'número' y 'alfabetización', propuesto por el doctor Roberto Markarian.
Numerización temprana
El adjetivo hace referencia no sólo a la edad de los niños, que en este caso va aproximadamente de 0 a 6 años, sino también a las primeras nociones matemáticas, como el inicio de la clasificación y ordenación, el conteo, la identificación, el reconocimiento de cifras y pequeños cálculos mentales de suma y resta.
La familia y las primeras nociones matemáticas
Las investigaciones de las últimas tres décadas muestran que los niños llegan a preescolar con grandes diferencias entre sí. Desde pequeños puede haber una brecha entre ellos: los que en su hogar han sido muy estimulados hacia el conteo y otras nociones matemáticas, y los que no. Pensemos, a manera de ejemplo, en un niño que entra a la escuela sabiendo la secuencia numérica oral hasta 10 y otro que no; o en el niño
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