MANIFIESTO DEL EDUCADOR DEL LENGUAJE Y LITERATURA DEL SIGLO XXI
Enviado por 20942192014 • 12 de Diciembre de 2014 • 539 Palabras (3 Páginas) • 310 Visitas
MANIFIESTO DEL EDUCADOR DEL LENGUAJE Y LITERATURA DEL SIGLO XXI
Est. Arturo Alfaro
Este manifiesto busca llamar la atención a los docentes de lenguaje y literatura de educación secundaria, que trabajan con adolescentes de una cultura que empieza a caminar por el horizonte de nueva forma de oralidad cercado por la tecnología y por los medios masivos de información, comunicación y entretenimiento.
Frente a la cosificación de la vida, la reducción de la existencia a la búsqueda solo del bienestar material y la pérdida de valores humanos que permiten una convivencia social armónica entre los hombres y su relación con la naturaleza, opongamos la educación en el lenguaje y literatura que se constituye en una opción más cierta de la lucha contra el culto al lucro, la violencia, el racismo, la discriminación y la manipulación del poder.
Hablemos de la educación el lenguaje y literatura y no solo de enseñanza del lenguaje y literatura. La educación en el lenguaje y literatura es el camino que permite al estudiante ampliar su horizonte existencial que supone el crecimiento continuo como ser humano a través del ejercicio de la lectura y escritura.
Rompamos de una vez la concepción de la enseñanza de la literatura como mera prescripción de contenidos y/o conocimientos y transitemos por el horizonte unas clases de literatura en el que se respire la vida y que los estudiantes puedan palpitar y participar activamente reflexionando desde sus experiencias subjetivas sin sentirse obligados a pensar como su maestro. Esta forma de conducir la clase de lenguaje y literatura hará que los estudiantes empiecen a preguntar y preguntarse, a dudar de las verdades absolutas, a imaginar mundos posibles. Imaginando mundos posibles podrán desarrollar el pensamiento crítico y reflexivo.
Basta de suponer que el desarrollo de los hábitos de lectura en los estudiantes conducirá a formar una cultura de lectura y de lectores, meditemos seriamente en una pedagogía de la lectura que es más que un simple hábito de lectura. Y una pedagogía de la lectura hay que construir desde las aulas, con la participación no solo de docentes, también de estudiantes. No me imagino cómo pueda ser esta pedagogía pero estoy seguro que sería una estrategia que permitiría al maestro y maestra aproximarse al mundo del adolescente, a sus intereses, sus preocupaciones, sus miedos y sus dudas.
El lenguaje constituye una actividad humana que asegura dos funciones básicas: la de comunicación y la de representación, mediante los cuales, a su vez, cabe regular la conducta propia y ajena. Pero el lenguaje no sólo es un instrumento de comunicación interpersonal. Es, además, un medio de representación del mundo. Entonces aprender un lenguaje es aprender un mundo de significados vinculado a un conjunto de significantes. Y el alumno se prepara para la vida, en la que tendrá que contar con instrumentos y
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