MENORES INFRACTORES REINCIDENTES
Enviado por ewcordova • 16 de Diciembre de 2012 • 1.617 Palabras (7 Páginas) • 380 Visitas
MENORES INFRACTORES REINCIDENTES
Hay que distinguir ente aquellos factores que están presentes en todos los menores que cometen delitos y los que deforma significativa acompañan a los delincuentes juveniles con una carrera delictiva mas intensa . De los primeros nos hemos ocupado en el anterior capitulo, de los segundos se podría perfilar a los siguientes factores como determinantes:
1. FACTORES DE LA PROBLEMÁTICA FAMILIAR
Hay una gran coincidencia entre los investigadores en considerar el género como uno de los factores estrechamente asociados a la delincuencia: los varones cometen muchos más delitos que las mujeres. En este marco, la moderna investigación criminológica incide en el importante rol de las instituciones de socialización en la evitación de la conducta delictiva, resaltando el papel de la familia como crucial para explicar el comportamiento adaptado. Así a pesar de todos los cambios, la familia sigue siendo el agente más importante de socialización, entendida como un conjunto de relaciones, una forma de vivir juntos y de satisfacer necesidades emocionales mediante la interacción de sus miembros, que junto con el amor, el odio, la diversión y la violencia constituye un entorno emocional en el que cada individuo aprende las habilidades que determinarán su interacción con otros en el mondo que le rodea; la familia es un entorno de intimidad donde ideas, afectos y sentimientos se aprenden e intercambian, al mismo tiempo que conforman un reflejo de la sociedad.
La socialización aparece como el proceso a través del cual el ser humano adquiere un sentido de identidad personal y aprende las creencias y normas de comportamiento, valoradas y esperadas por las personas que le rodean. Esto se adquiere en la niñez y adolescencia y son influenciados por los cambios que se viven durante esa transición..
Los hijos “instrumentalmente competentes” son producto de hogares en los que los padres se comportan de una determinada manera (padres afectivos, establecen normas racionales y claras a la vez que permiten al hijo autonomía dentro de esos límites y son capaces de comunicar con claridad sus expectativas y las razones de tales expectativas). Frente a ello, las historias de vida de los menores infractores presentan un alto índice de hogares en los que frecuentemente se observa la ausencia de las figuras parentales, la presencia de padres y hermanos con antecedentes penales, la falta de armonía familiar, la privación socioeconómica, el estilo educativo y un control poco consistente, desempleo, etc.
Este panorama familiar descrito suele identificarse para los menores infractores más persistentes. La investigación criminológica actual ha puesto de manifiesto que los adolescentes, en comparación con niños y adultos, se implican con más probabilidad en comportamientos temerarios, ilegales y antisociales. Se puede afirmar que muy pocos jóvenes superan la adolescencia sin haberse implicado en algún tipo de conducta delictiva o desviada.
Las diferencias entre los grupos de reincidentes y no reincidentes se encuentra en la mayor o menor presencia de factores como: el estar o haber estado el menor institucionalizado en un centro de protección, la situación laboral de los padres o responsables varones del cuidado del menor, los antecedentes penales del padre, los ingresos de la unidad familiar, la presencia de normas en la familia y su cumplimiento o no por parte del menor, la presencia de vínculos afectivos del menor con sus padres o personas responsables de su cuidado, la permanencia del menor en una misma familia o el paso sucesivo por varias unidades familiares, la presencia de drogodependencias en los padres o responsables y, por último, la presencia de amigos o compañeros del menor en situación de conflicto social.
Se puede afirmar que la combinación de variables de identificación, tales como la edad y el sexo, con el clima familiar, así como la presencia de factores problemáticos en la familia nos va a permitir pronosticar el riesgo de que el menor lleve a cabo comportamientos infractores. En otras palabras se debe entender la adaptación social del menor como resultado de un proceso de socialización que de forma primordial tiene lugar en la familia, principalmente cuando predomina en ésta un estilo educativo fundamentado en el apoyo y el diálogo.
Se podría sugerir que a los menores, además del diálogo y el control hay que ofrecerles apoyo y orientarlos hacia comportamientos que se sustenten en la cooperación y la empatía como dos elementos, indudablemente que no son los únicos, que pueden ayudar a mejorar su integración social. Obviamente, la familia no es el único lugar en el que estos recursos se potencian, en tanto la escuela también cumple esa función.
2. FACTORES DE RIESGO ESCOLARES
La inadaptación del adolescente, necesitamos interpretarla desde una doble perspectiva: de un lado, bajo un tinte evolutivo, es decir, aquella etapa en la que hay momentos o periodos donde se tiende a apartarse de los grupos principales de referencia (padres, escuela…) - la inadaptación será esporádica, pasajera y no tiene una mayor relevancia en el proceso de socialización- de otro, la
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