Magisterio

En la Unidad II mencionamos a los sistemas de gestión de calidad,

su comprensión desde el punto de vista sistémico, su visión de

procesos y la aplicación de este en los establecimientos educacionales.

Al analizar el sistema como un todo, es fácilmente reconocibles los

componentes que participan en él, entre otros las personas, políticas, documentos,

necesarios para comprender la sinergia que debe existir para

que este funcione adecuadamente. Sin embargo, tal como se mencionó

en la unidad anterior, este sistema tiene una alta probabilidad que trabaje

como máquina no trivial, es decir, no ajena de di cultades. Cuando

esto ocurre, los sistemas fallan, mediante una visión más aguda, los procesos

fallan, las actividades fallan, las tareas fallan, y aún más común,

quienes ejecutan estos procesos, actividades y tareas, fallan. Esto último

es lo más usual que pueda ocurrir en cualquier sistema de gestión, y lo

que diferencia un sistema de otro (entre una organización y otra) es su

capacidad de analizar lo sucedido y prevenir que esto vuelva a ocurrir.

Algunas de las preguntas típicas que se hacen las organzaciones cuando

esto ocurre son: ¿qué hacer para que esto no ocurra?, ¿qué herramientas

aplicar para los análisis?, ¿cuál(es) metodología(s) será(n) la(s) más

efectiva(s) a implementar?, y muchas otras más.

En esta Unidad III, se presenta una metodología de análisis para

los problemas suscitados en los procesos, junto a esta las herramientas

básicas de mejoramiento utilizadas por las organizaciones que tienen

implementados sistemas de gestión de calidad.

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UNIDAD III

HERRAMIENTAS BÁSICAS DE CALIDAD PARA EL MEJORAMIENTO DE PROCESOS

3.1. CICLO DE DEMING, UNA MUY BUENA

METODOLOGÍA DE ANÁLISIS

W. Edward Deming, estadista, profesor y fundador de la Calidad

Total. Ignorado por las corporaciones americanas, Deming fue a Japón

en 1950 a la edad de 49 y enseñó a los administradores, ingenieros y

cientí cos japoneses cómo producir calidad. Treinta años después, luego

de ver un documental en televisión en la cadena NBC, titulado ““Si

Japón puede, porque nosotros no””, corporaciones como Ford, General

Motors y Dow Chemical, por nombrar algunas, se dieron cuenta y buscaron

la asesoría de Deming. La vida de Deming se tornó un torbellino

de consultas y conferencias.

Ampliamente solicitado luego que Deming compartió sus ahora

famosos ““14 puntos”” y ““7 pecados mortales”” con algunas de las corporaciones

más grandes de América. Sus estándares de calidad se convirtieron

en sitios comunes en los libros de administración, y el premio

Deming, otorgado por primera vez en Japón, pero ahora reconocido

internacionalmente, es hoy en día buscado por algunas de las corporaciones

más grandes del mundo.

La temprana vida de Deming fue caracterizada por la pobreza

y el trabajo duro. Nació el 14 de octubre de 1900, en Sioux City,

Iowa. Su padre, un abogado luchador, perdió una demanda judicial en

Powell, Wyoming, lo cual hizo mudar a la familia a dicha ciudad cuando

Deming tenia siete años. Vivieron en una casa humilde donde el

preocuparse cuál sería su próxima comida era parte de su régimen diario.

Deming salió a trabajar cuando tenia ocho a un hotel local. Con sus

ahorros en mano, Deming se fue de Powell a la edad de 17, hacia Laraman,

a la Universidad de Wyoming, donde estudio ingeniería. Recibió

un Ph.D, en Físicas Matemáticas en la Universidad de Yale, en 1927,

donde fue empleado como profesor. Deming recibió muchas ofertas en

la industria privada y logró un empleo trabajando para el Departamento

de Agricultura en Washington, D.C. Fue acá donde Deming conoció a

su esposa, Lola Sharpe, con quien se casó en 1932, y fue presentado

con su guía, Walter Shewhart, un estadístico para Laboratorios Bell, y

sus escritos impactaron su vida y se convirtieron en la base de sus enseñanzas.

¿Por qué fue Deming un éxito en Japón y desconocido en América?

Deming fue invitado a Japón cuando su industria y economía se

encontraban

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