Matrimonio, Derechos Y Obligaciones

MATRIMONIO

DERECHOS Y OBLIGACIONES

ANTECEDENTES

Para entender los deberes, derechos y obligaciones de los cónyuges, es preciso recurrir a los antecedentes históricos del matrimonio y concubinato.

De ello tenemos que en el Derecho Romano, el concubinato comenzó a ser regulado bajo el primer emperador Octavio Augusto. Por otra parte, para que el matrimonio fuera válido en el Derecho Romano, era preciso el consentimiento o consensus de los cónyuges, que no debería ser sólo inicial sino constante, de manera que constituya verdaderamente affectio maritalis (afecto marital). La exteriorización del consentimiento no era regulada por formalidades jurídicas de ninguna clase, y quedaba libre a los usos sociales que en Roma -como en otros pueblos- estaban representados por festejos y celebraciones. Tales ceremonias no constituían una exigencia jurídica y solamente servían eventualmente como medio de prueba, por tanto, la presunción de convivencia de un ciudadano con una mujer honorable y de la misma condición social implicaba matrimonio, mientras que la unión de una mujer no honesta o entre personas de diferente nivel social se estimaba como concubinato.

En el Derecho Canónico, en 1563 por el Concilio de Trento, fue con la finalidad de asegurar el poder eclesiástico con el control absoluto de sus feligreses. EL citado concilio prohibió el matrimonio "presunto"; estableció la obligatoriedad de contraer matrimonio ante un cura párroco, en ceremonia pública, con dos testigos y creó los registros parroquiales, donde se asentaban los matrimonios, que eran llevados y controlados por las autoridades eclesiásticas de las parroquias. En consonancia con esa nueva política, se proscribió el concubinato; se dictaron penas severas contra los concubinos que, advertidos tres veces, no cesaban su relación; se impuso la excomunión y hasta la calificación de herejía. El derecho canónico tuvo, en esta materia, una marcada influencia sobre la legislación imperante en España.

En el Derecho Francés, el Código de Napoleón ignoró totalmente el concubinato y se abstuvo de regular los efectos que podía producir ante determinados conflictos de intereses o negocios jurídicos.

En México por decreto de Venustiano Carranza en abril de 1917 se creó la “Ley para las relaciones familiares” que establecía los derechos y obligaciones que nacen del matrimonio en sus artículos 40-50.

DEFINICIÓN ETIMOLÓGICA.

Un aspecto importante es distinguir entre un deber, un derecho y una obligación. Doctrinalmente, se establece que el deber jurídico se entiende como la conducta debida, la cual puede estar expresamente descrita en el ordenamiento legal, o en su caso, que la norma determine un hecho ilícito para establecer ipso facto el deber jurídico respectivo, basta que una norma disponga lo que está prohibido para que eso sea lo jurídicamente debido.

Por lo que hace a los derechos, etimológicamente proviene del latín directum, del cual deriva dirigere (enderezar, dirigir, encaminar) y a su vez de regere, rexi, rectum (conducir, guiar, conducir rectamente bien). De ahí que, un derecho debe entenderse como lo correcto, lo que está bien.

Finalmente, en cuanto a la obligación, etimológicamente proviene del latín obligatio, que de acuerdo al jurista romano Ulpiano, es un vínculo jurídico por el que somos constreñidos por la necesidad de pagar alguna cosa según las leyes de nuestra ciudad.

RESUMEN DE LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL MATRIMONIO.

El matrimonio, es el vínculo jurídico que impone a los cónyuges diversos deberes y obligaciones con el objeto de lograr su permanencia, siendo éstos la fidelidad recíproca, la vida y asistencia comunes y la relación sexual, a menos que exista una causa justificada que impida la realización de esta última (como bien podría ser que alguno de los cónyuges padezca alguna enfermedad contagiosa o en su caso que por el estado de salud que prive en alguno de ellos, no sea conveniente que ésta se realice).

Asimismo, dado que una de las finalidades del matrimonio es la procreación, los cónyuges tienen derecho a decidir de manera libre, informada y responsable sobre el número y espaciamiento de sus hijos, lo cual está previsto por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 4; pero también tienen la obligación de otorgar alimentos y educación a sus hijos, lo que deberá ser distribuido entre los cónyuges tal como así lo hayan acordado, siempre teniendo en cuenta sus posibilidades, ya que si alguno de ellos físicamente se encuentra imposibilitado para trabajar o carece de bienes propios, el otro cónyuge deberá absorber íntegramente los gastos que se vayan presentando para el sostenimiento de la familia..

Los derechos y obligaciones en el matrimonio siempre serán iguales para los cónyuges independientemente de su aportación económica,

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