Menú Cuaresmal
Enviado por genealbarran • 28 de Marzo de 2012 • Tesis • 523 Palabras (3 Páginas) • 863 Visitas
Menú Cuaresmal…
1. TENER A LA MANO:
Abrelatas, para abrir corazón endurecido
Cuchillo, para cortar las malas acciones.
Destapador, para destaponar lo atascado en las relaciones familiares.
Colador, para pasar por alto las ofensas y purificar las cosas buenas.
2. ABSTENERSE:
Abstenerse de comer prójimo (chismes, murmuraciones y mentiras).
Quitar condimentos de venganzas.
Evitar consumir altas grasas de egoísmo.
No tomar vinagre, que pone de mal genio.
Lavar bien el corazón para que no se infecte de rabia.
Evitar el consumo excesivo de picantes para no enchilarse y decir maldiciones.
Evitar el camarón, porque adormece la conciencia, y "camarón que se duerme, se lo lleva la corriente".
No tomar postres helados que congelen el afecto.
Evitar comer pan -de envidia-, para que luego no te digan "que con su pan se lo coma".
3. MENÚ RECOMENDADO:
Como platillo fuerte: exquisita caridad para con el prójimo.
Caldo de atención a los desamparados, atacados y con los que no nos comunicamos.
Ensalada de detalles de afecto para los suyos.
Pan abundante para compartir con el hambriento.
Vino de alegría para convidar a los tristes y desanimados.
Sopa de letras para escribir más seguido a familiares y amigos.
Sopa de zanahoria para ver con buenos ojos a los demás.
Pan bendito para los afligidos, ya que "las penas con pan son menos".
DE POSTRE SE RECOMIENDA:
Perita en dulce, para ser buena persona.
Yogurt de guayaba para repetir... para repetir gestos de perdón.
Naranja dulce y limón partido "dame un abrazo que yo te pido"(abrazar a los seres queridos, y darles besitos -de verdad, no de chocolate).
Y no olvides:
"DONDE COME UNO, COMEN DOS"
Y
"ÉCHALE SIEMPRE MÁS AGUA A LOS FRIJOLES".
Comparte tu vida con los otros.
Finalmente, el Chef celestial recomienda sobre todo el alimento espiritual:
“EL QUE COME MI CARNE Y BEBE MI SANGRE, TIENE VIDA ETERNA”
Cuaresma, tiempo para pensar y ponernos aún más en la presencia de Dios; tiempo para acercarnos más a los demás, tiempo de ayuno y de recorrer un camino que nos llevará a la Pascua.
Mt 4,1-11
Comenzamos el primer domingo de Cuaresma pisando fuerte, con un evangelio que despierta nuestros posibles letargos y nos pone en clave de conversión, renovación y búsqueda de la voluntad de Dios, en medio del desierto que, en muchas ocasiones, nos ofrece la propia vida.
Tentaciones de ayer y de hoy, que tocan dimensiones fundamentales de la persona humana: el tener, el poder y el ganar. ¿Quién
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